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DIPLORAMA 82

“Espero que entienda que esto es un movimiento. Es el logro de toda una sociedad. Yo solo soy una persona.”

María Corina Machado | Premio Nobel de la Paz

Edición N° 82

Mientras Maria Corina recibe el Nobel y Maduro prende incienso para ahuyentar la “paz imperial”, Trump firma ¿finalmente? la paz en Gaza, Macron busca un primer ministro que no renuncie antes del desayuno y Japón se prepara para pasar la katana por el Estado, con su propia Thatcher nipona. Que las noticias no te abrumen, cada tanto, en el mundo hay espacio para los nuevos comienzos y la esperanza.


 El efecto Nobel

Maria Candela Molina

Fue una sorpresa para muchos. El Comité Noruego decidió otorgar el Premio Nobel de la Paz 2025 a Maria Corina Machado, una defensora de la paz valiente y comprometida: una mujer que mantiene encendida la llama de la democracia en medio de una oscuridad creciente. El jurado destacó su trabajo en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y en la lucha para lograr una transición justa y pacífica a la democracia.

En medio de una disputa con Estados Unidos en el mar Caribe, el anuncio supone un ataque inmaterial adicional a la administración de Nicolás Maduro. Sin dudas, actores de distintos ámbitos actúan al unísono en pos de su debilitamiento. Pero no hay certezas ni garantías de cuál sería el resultado si el régimen cae definitivamente. La pregunta es, ¿es una victoria para el eje de las democracias o es percibido como una nueva aplicación de la Doctrina Monroe en América Latina?

La distinción tiene implicaciones que trascienden ampliamente las fronteras venezolanas. Para Washington y varios gobiernos occidentales, refuerza su narrativa sobre el autoritarismo en Caracas y legítima nuevas formas de presión política, económica y diplomática. Para gobiernos intermedios, como México o Argentina, plantea tensiones entre la defensa de valores democráticos y el principio de no injerencia, una línea delicada que ha marcado buena parte de la política exterior latinoamericana en las últimas décadas. Además, el premio puede acelerar la polarización en foros multilaterales regionales, dificultando la construcción de posiciones comunes frente a la crisis venezolana.

En el tablero geopolítico más amplio, actores como China y Rusia podrían cerrar filas con Maduro, denunciando lo que perciben como una maniobra de Occidente para legitimar un cambio de régimen. Esto podría intensificar la rivalidad en el hemisferio. Así, una eventual transición política abre oportunidades de reinserción internacional y económica para Venezuela, pero también reactiva viejas disputas sobre soberanía, hegemonía y equilibrio hemisférico. 

El Nobel no determina desenlaces, pero sí altera correlaciones: amplifica voces, alinea intereses y tensiona equilibrios. Determinar que es más conveniente para el futuro de naciones como la nuestra es complejo y varía según el periodo histórico. En esta oportunidad, ¿saldremos beneficiados o perjudicados de este viernes de locos?

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¿El fin de la pesadilla en Gaza?

Iker Escobar León

Parece que después de dos años de agresiones, tensiones y derramamiento de sangre, el conflicto de Gaza está muy cerca de terminar. Ese es el panorama que pinta luego de la propuesta de paz presentada por los Estados Unidos, en conjunto con Israel ¿Estaremos a poco de que los encabezados anuncien que la guerra ha terminado?

En la última semana corría la noticia de una propuesta de paz, compuesta por 20 puntos, elaborada por el presidente estadounidense Donald Trump y el Ejecutivo israelí Benjamín Netanyahu. El acuerdo anunciaba la liberación de rehenes y prisioneros, la retirada militar israelí e incluso un plan de reconstrucción para la franja de Gaza. El viernes, 3 de octubre, el grupo Hamás dio su aprobación al acuerdo, solicitando negociaciones y garantías, tras la amenaza de la Casa Blanca de “desatar el infierno”. 

En el segundo aniversario del conflicto, el martes 7, se anunció un acuerdo entre Israel y Hamás sobre la primera fase del acuerdo, respecto a la liberación de rehenes israelíes. “Volverán a casa muy pronto” fue la respuesta del Águila calva. En la madrugada del viernes 10, se registraron ataques aéreos israelíes sobre la franja gazatí, no obstante, no fue la única noticia. Khalil al Hayya, jefe negociador de Hamás en Egipto, anunció que ha recibido garantías de EEUU, Qatar y Egipto de que la guerra ha terminado completamente. El gobierno israelí aprobó el alto al fuego y movilizó la liberación de rehenes. Por su parte, Trump ha dado por terminada la guerra y parece colocarse otra medalla de guerra.

El reciente ataque israelí deja dudas sobre la veracidad del alto al fuego; no es la primera vez que Israel irrumpe una tregua en este conflicto. Sin embargo, las cifras son certeras: más de 68 mil palestinos muertos contra 1.200 víctimas israelíes. ¿Será así como cerrará un capítulo de violencia y dolor: con una paz más intermediada por Estados Unidos?

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Francia al límite

Victor Figueroba

Francia atraviesa uno de sus momentos más complejos y convulsos desde la fundación de la V República. Tras la dimisión exprés del primer ministro Sébastien Lecornu, apenas horas después de formar gobierno, el Elíseo se sume de nuevo en una parálisis institucional sin rumbo aparente. Emmanuel Macron busca ahora desesperadamente un nuevo jefe de gobierno mientras las calles hierven, la polarización se cronifica y los mercados advierten sobre una posible crisis financiera en la segunda economía europea.

Desde la disolución de la Asamblea Nacional y las elecciones anticipadas de 2024, el país navega en un mar de inestabilidad política y bloqueo parlamentario. La falta de consenso en el Legislativo —que ya ha provocado la caída de tres primeros ministros en el último año— ha derivado en una oleada de manifestaciones, huelgas y un clima social de frustración que no hace más que alimentar la fractura política. Esta misma semana, sindicatos de transporte y educación convocaron nuevas jornadas de protesta en París y Marsella, mientras el movimiento Bloquons Tout reaparece como símbolo de una Francia exhausta del reformismo mediocre y la falta de respuestas reales.

En medio de la tormenta, Marine Le Pen y su Rassemblement National capitalizan el descontento con un discurso de “orden” y “soberanía”, mientras el resto de formaciones intentan tender puentes en favor de la estabilidad. Por otro lado, la tensión ya se percibe en los mercados: el CAC 40 ha caído más de un 5 % en el último mes y la deuda francesa se encarece frente a unos inversores que, ante la incógnita política, optan por refugiarse en economías más sólidas como la alemana.

Más allá de sus fronteras, la crisis resuena con un eco alarmante en Bruselas: una Francia débil es una Europa sin timón, especialmente en plena tensión con Rusia y con el Sahel fuera de control. Macron, que aspiraba a ser el arquitecto del “renacimiento europeo”, enfrenta ahora las ruinas de su propia obra. El desenlace se mantiene todavía incierto, desde nuevas elecciones anticipadas hasta un gran pacto de coalición o, en el más radical de los casos, un viraje populista que transforme por completo el mapa político francés.

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¿Primer liderazgo femenino en Japón?

Luka Santiago Cuellar

Takaichi es fiel admiradora de Margaret Thatcher, conservadora en lo social y creyente de que Japón debe potenciar su hard power, haciendo hincapié en el ámbito militar y de defensa. 

Durante los primeros días de octubre, Sanae Takaichi, política japonesa, se convirtió en líder de la formación gobernante, el Partido Liberal Democrático (PLD), y podría convertirse en jefa de gobierno en las próximas semanas. Nos encontramos frente a un punto de inflexión para la política nacional e internacional del país, ya que es la primera mujer que se perfila como posible gobernante en un país conservador en términos de igualdad de género. Japón nunca tuvo una mujer como primera ministra, y la representación femenina en el parlamento nacional  es una de las más bajas del G7: ronda el 10-15 %. Los partidos políticos tradicionales, como el Partido Liberal Democrático (PLD), al que pertenece Sanae Takaichi, están constituidos por hombres mayores y tienden a promover una cultura política jerárquica y masculina.

Por otro lado, Takaichi afirma que no mantiene una postura feminista y que su ideología es de derecha; sin embargo, reconoce la desigualdad de oportunidades políticas de las mujeres. Por ello, prometió conformar un gabinete con una representación femenina similar a los niveles de paridad alcanzados en los países nórdicos. y ha expresado su intención de visibilizar los desafíos de salud que enfrentan las mujeres.

Además de sus propuestas en lo doméstico, ha empezado a construir lazos a nivel internacional, un claro ejemplo de ello es su reciente interacción con Donald J. Trump, quien le ha brindado su apoyo mediante la plataforma X, lo cual no solo le da visibilidad mediática, sino que sugiere un alineamiento ideológico con líderes mundiales que comparten agendas nacionalistas y de identidad.

En las próximas semanas, Japón podría transitar de su histórico enfoque de poder blando hacia un perfil de hard power, lo que marcaría un hito en la manera en que se relaciona con otros países, participa en tratados, foros internacionales y sus vínculos con sus vecinos regionales. La postura crítica de Takaichi frente a China, combinada con el énfasis en fortalecer las capacidades militares y de defensa del país, sugiere un giro estratégico que podría redefinir el rol de Japón en Asia-Pacífico, proyectando una política exterior más firme y activa en un escenario geopolítico cada vez más competitivo.

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Paz positiva

La paz positiva es un concepto desarrollado por el sociólogo Johan Galtung. Con base en este autor, no basta la ausencia de guerra o conflicto (paz negativa); debe existir justicia estructural, igualdad y condiciones que prevengan la ocurrencia de la violencia. La paz positiva exige instituciones sólidas, derechos protegidos y actores sociales comprometidos con la transformación pacífica.

El Premio Nobel de la Paz 2025, otorgado a María Corina Machado por su lucha persistente por los derechos democráticos en Venezuela, ejemplifica ese ideal. En el anuncio oficial, el Comité Nobel resaltó que Machado ha trabajado para impulsar una “transición justa y pacífica desde la dictadura hacia la democracia”.

Este reconocimiento trasciende un acto simbólico. Señala que la paz duradera en Venezuela requiere más que protestas o cambios de gobierno; demanda reformas estructurales profundas para garantizar que la espera democrática no se convierta en vulnerabilidad perpetua.

El Nobel de 2025, al reconocer a María Corina Machado, recuerda que la paz positiva no nace de la quietud, sino del cambio. Construir instituciones justas es la única manera de evitar que la democracia vuelva a ser un lujo frágil.


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