Las legislativas más grandes de México
El pasado domingo 6 de junio se celebraron comicios de medio término, en la cual se renovaron en materia federal a los 500 miembros de la Cámara de Diputados y en 15 de 32 estados de la República se eligieron a nuevos gobernadores. Así mismo se renovaron 30 congresos locales y mil 900 ayuntamientos y juntas municipales.
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Estas elecciones, denominadas “las más grandes de México”, se podrían considerar también como una de las más polarizadas dentro de la historia política del país, derivado de las constantes descalificaciones y guerra de declaraciones de los principales actores y partidistas que alimentaban las filias y fobias del electorado mexicano.
Con una clara división entre quienes apoyaban el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador y los que no, los partidos de oposición, que históricamente son antagonistas, se aventuraron a generar una alianza electoral y unir en un solo proyecto denominado “Va X México” a los electores que no comulgaban con MORENA y así recuperar parte de la fuerza en el Congreso y algunos puestos de elección popular que habían perdido en 2018.

Pero este evento partidista también ayudó a fortalecer el discurso dentro del electorado afín al presidente pues, su tesis, sostiene que en el viejo régimen de partidos existía una “mafia” donde estos mismos se repartían el poder sin importar los intereses de la ciudadanía, se volvió tangible en tan atípica alianza.
El inicio de este evento histórico, estuvo marcado por las denuncias de persecución y acoso político contra el Instituto Nacional Electoral. ¿El denunciante? Andrés Manuel López Obrador, quién llegó a decir que existían anomalías como la compra de votos con tarjetas. Por otra parte, los inicios de la campaña también serán recordados por casos de violencia sexual, secuestro e incluso el asesinato a candidatos políticos.
Resultados: ¿Quiénes ganan? ¿quiénes pierden?
Sin duda si centramos nuestro análisis a los típicos datos generados el día de ayer, podríamos decir que existe un respiro a la actual administración presidencial, ya que los resultados del sistema de conteos rápido del Instituto Nacional Electoral arrojan que MORENA aventaja en números en diversos rubros, dándole hasta el momento 9 gubernaturas de 15 estados; así mismo 190 de 203 escaños que, sumados con los diputados obtenidos por los partidos del Trabajo y Verde con los que ha hecho alianza, le dan la mayoría absoluta que le permitiría seguir impulsando lo que ha denominado “La Cuarta Transformación”.
Sin embargo, a pesar de los números, también la oposición salen victoriosos, dándoles hasta un gran número de gobiernos municipales, como así 3 de 15 gubernaturas (1 en coalición y 2 al PAN, miembro de esta) y 165 de 192 escaños que, si logran coexistir a pesar de las diferencias partidistas e intereses ideológicas, le permitirían tener poder de veto en la Cámara de Diputados.

Teniendo esto en cuenta, veremos en la próxima legislatura una búsqueda constante por parte de los partidos para generar un trabajo parlamentario y así poder destrabar o incluso poner en jaque los proyectos que lleguen a ser discutidos por los diputados.
“Desde esta semana, Ciudad de México muestra una especie de nueva frontera interna. En el occidente se encuentran las zonas más acomodadas de la capital. En el otro lado, viven familias de menos ingresos”.
Marcos González Díaz, sobre el parecido de CDMX con Berlín dividida.
Ahora, en otro sentido, hay ¿perdedores? Sí, en aspectos generales hay descalabros electorales bastantes significativos, uno de ellos es del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que después de 32 años de existencia tiene electoralmente su punto más bajo en las tendencias electorales con tan solo un 3.5% de preferencia en el electorado mexicano, dato que seguramente lo hará ir en coalición en las elecciones del 2024 o tener una figura que le ayude a mantener su registro.
Por su lado, las principales fuerzas partidistas del país se llevan dolorosos golpes pues el hecho de perder o quedar debilitados en los bastiones, hace un llamado a las dirigencias federales y estatales a hacer un balance y buscar la fuerza con miras a los próximos 3 años.
No obstante, otro perdedor fue el escepticismo y los fantasmas que aún persisten en torno al Instituto Nacional Electoral ya que pudo demostrar que tiene la capacidad operacional de organizar y proteger los comicios y los derechos político-electorales de las y los mexicanos. Así mismo, se desmorona un poco la idea que existe en estas una baja asistencia del elector ya que no hay incentivos electorales más fuertes para que este se vuelque a la casilla a expresar su participación.
En la mira del 2024
Hoy desde las dirigencias son vítores y recuento de daños por lo acontecido; aunque se comienzan a alistar motores, donde se pone en juego la presidencia, los resultados marcan una gran pauta.
Tal vez resulte muy apremiante hacer un análisis con miras a las elecciones federales, pero en la palestra política actual aparecen viejos y nuevos actores que, con los resultados del pasado domingo, les dan un aire de vigor y que posiblemente les aventure en los próximos años a querer contender por el alto cargo de México.
Servirá de examen de conciencia para revisar los tornillos y evitar prácticas que pongan en peligro la vida institucional y democrática de un país que se debate entre una violencia política cada vez más apremiante.
Mauricio Alva Saavedra (México): Politólogo e Internacionalista, Universidad de las Américas Puebla.
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Excelente análisis, es importante que continuemos observando la manera en que el proyecto Va X México se desarrolla pues estos 3 años serán un parteaguas para la elección 2024.
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