Al incrementar su popularidad por su actuar en Siria, diversos Estados africanos contrataron los servicios de Grupo Wagner, lo que ha permitido a la organización extenderse por Mali, Burkina Faso, Libia, República Centroafricana, Sudán y Chad. Además, se especula que la empresa de seguridad privada sirve como un canal de negociación para el gobierno ruso en Eritrea y Zimbabue. Ejemplos de sus operaciones han sido el despliegue de aproximadamente 1,200 mercenarios en Libia para apoyar al general rebelde, Khalifa Hafter; y su fuerte presencia en Mali, donde la junta militar ha contratado a hasta 1000 de combatientes acusados de violaciones de derechos humanos en contra de civiles y criticados de no poder hacer frente al yihadismo. Sin embargo, los Estados donde Grupo Wagner se ha establecido estratégicamente han sido Sudán y República Centroafricana. Marko Alberto Sal Motola