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¿Qué está pasando en Sudan?

Por Arturo Martínez Bautista

Los combates estallaron en Jartum tras las tensiones entre los paramilitares de Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), del general Mohamed Hamdane Daglo, y su rival, el jefe del Ejército sudanés Abdel Fattah al-Burhane.

Imagen | AFP/Telam

El ejército sudanés anunció que los paramilitares del RSF (Fuerzas de Apoyo Rápido) grupo paramilitar más grande de Sudán, han atacado sus bases en la capital, Jartum, y en otras zonas del país, poco tiempo después de que los paramilitares acusaran al ejército de atacar sus campamentos. «Los combatientes de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) atacaron varios campamentos del ejército en Jartum y en otros lugares de Sudán», dijo a la agencia AFP el portavoz del ejército, el general de brigada Nabil Abdallah.

«Los enfrentamientos continúan y el ejército está cumpliendo con su deber de salvaguardar el país».

General de brigada del ejercito Nabil Abdallah

Al menos 25 personas perdieron la vida en los enfrentamientos, según el Sindicato de Médicos de Sudan y las FAR. Además, 183 personas quedaron heridas. La cifra preliminar era de solo tres fallecidos y todavía no queda claro si las víctimas son civiles o no. En declaraciones al periódico estadounidense The New York Times de funcionarios de la ONU, la entidad calcula que los fallecidos son 30 y los heridos alcanzan los 400.

Pocas horas después, miembros del RSF comunicaron que ganaron el control de varios enclaves tras los primeros combates, entre los que se incluiría el “control total” del palacio presidencial de Jartum y los aeropuertos de Jartum, Al Obeid y de la ciudad norteña de Marawi, muy próxima a la frontera con Egipto. Anunciaron asimismo que estos ataques son una respuesta a los ataques previos efectuados por el ejército regular contra las bases del grupo paramilitar al sur de la capital.

El líder del RSF y número dos del ejército sudanés, Mohamed Hamdan Dagalo (conocido como Hemedti), confirmó las razones que empujaron a la agresión e hizo un llamamiento a la población “para que la apoyen y continúen con sus esfuerzos para proteger los logros del país y la gloriosa y victoriosa revolución de su pueblo”. En su opinión, por sorprendente que parezca, es el ejército regular el responsable del golpe y son los RSF quienes procuran detenerlo. La reacción del Consejo Soberano de Sudán, que ahora cataloga al RSF como “una milicia rebelde”, no se ha hecho esperar.

Originally tweeted by DW Español (@dw_espanol) on 04/17/2023.

Luego de días de enfrentamientos, fueron bombardeadas las posiciones de los paramilitares más próximas a la capital, y las notas de prensa emitidas por el gobierno hablan de una “conspiración” y de una lucha contra un “enemigo” que procura hacerse con el control de Sudán. Los combates se habían extendido por el sudoeste del país al comenzar la tarde.

Este golpe de Estado no ha pillado por sorpresa a la población civil, que ha atestiguado como el ejército fue ocupando las ciudades más importantes en las últimas dos semanas y que ya conocía los roces entre el RSF y el ejército regular. El ejército de Sudán incluso advirtió este jueves en la televisión pública sobre la posibilidad de que ocurrieran choques entre ambas facciones, achacándolos a los métodos violentos utilizados por las RSF contra la población civil y a la falta de diálogo entre el general Al Burhan, presidente de la junta sudanesa, y Hemedti.

El contexto

Durante el golpe de hace dos años, Hemedti (general detrás de la temida fuerza RSF) y Burhan (general que lidera el golpe de Estado en Sudán) habían unido sus fuerzas para expulsar a los civiles del poder, pero con el tiempo los desacuerdos entre ambos hombres fueron creciendo hasta degenerar en violencia.

Hemedti, que hace poco se puso del lado de los civiles y por lo tanto contra los militares en las negociaciones políticas, calificó a su otro aliado y ahora rival de «criminal que ha destruido el país» y dijo al canal catarí Al-Jazeera que sus hombres «no se detendrán hasta tomar el control de todas las bases militares».

Sin embargo las FAR, que agrupan a los exmilicianos de la guerra de Darfur, aseguran que fueron «sorprendidos por la mañana por la llegada de un gran contingente del ejército que asedió su campamento en Soba», en el sur de Jartum, que los «atacó con todo tipo de armas pesadas y ligeras”, los desacuerdos entre ambos bandos se centran principalmente en el futuro de los paramilitares y su integración dentro de las Fuerzas Armadas.


Un manifestante socorre a un adolescente durante una manifestación en Jartum, capital de Sudán, 2022 | AFP

Aunque el ejército no rechaza su integración, quiere imponer sus condiciones y limitar su incorporación en el tiempo, esta disputa bloquea la transición democrática exigida por la comunidad internacional para reanudar su ayuda a Sudán, uno de los países más pobres del mundo.


Arturo Martínez Bautista (México): Estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad Tecnológica de México

Categorías

Africa, Regiones

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