DIPLORAMA 76
«¿Cuántas veces más vamos a seguir informando sobre el asesinato de nuestros colegas o el asesinato de otros periodistas que trabajan con Al Jazeera y otros medios de comunicación?»
Hind Khoudary, miembro de Al-Jazeera
Edición N° 76
La violencia es, una vez más, la triste protagonista de nuestro Newsletter. Esta semana, mientras algunos periodistas se agolpan en los Tribunales de la Ciudad de Nueva York para conocer de primera mano las peligrosas declaraciones de «El Mayo» Zambada, otros lo hacen alrededor de las ruinas que dejan los bombardeos rusos en Kiev. No corrieron con la misma suerte los periodistas asesinados en el bombardeo al hospital Nasser, en Gaza. En este caso, somos los defensores de la prensa libre quienes nos reunimos alrededor de ellos para denunciar tamaño crimen contra la humanidad.
La nueva estrategia de Netanyahu
Valentina Terranova
El asalto al hospital Nasser, sucedido el pasado lunes en el sur de la Franja de Gaza, dejó al menos 20 muertos. Entre ellos se hallan cinco periodistas, que perdieron la vida en medio del bombardeo luego de meses cubriendo el conflicto.
Este hecho vuelve a poner en riesgo la libertad de expresión y el derecho de la prensa a informar especialmente desde el lugar del conflicto, algo esencial para que la información llegue sin filtros. Y aunque a Israel no parezca preocuparle demasiado, debería importarle —y mucho— al resto del mundo.
Aunque el gobierno de Israel debería proteger a todos los civiles de la Franja, el ataque al Hospital Nasser es un recordatorio del bombardeo ocurrido semanas atrás contra una carpa de prensa de Al Jazeera, que dejó seis muertos, en su mayoría corresponsales y camarógrafos del medio árabe. Ahora se enciende nuevamente la alarma: las atrocidades en Palestina no sólo persisten, sino que además corren el riesgo de ser silenciadas y ocultadas a los ojos del mundo.
El bombardeo al hospital Nasser impactó directamente contra socorristas y reporteros, dejando humo, escombros y cadáveres a la vista. Tanto Reuters como Associated Press denunciaron la pérdida de miembros de sus equipos, siendo una vez más los corresponsables y camarógrafos el blanco de las Fuerzas Armadas de Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el hecho como un “accidente trágico” y aseguró que las fuerzas armadas llevan adelante una “investigación exhaustiva”. Sin embargo, los reiterados ataques demuestran que, a esta altura de la ofensiva, quizás la manera más efectiva para Netanyahu de garantizar su impunidad es restringiendo el acceso a información independiente. “Ojos que no ven, corazón que no siente”, reza el refrán que, todo indica, funciona como guía para el primer ministro israelí.
Para saber más sobre este tema, te sugerimos el siguiente contenido:
Entre intervenciones y narco-confesiones
Iker Escobar León
«El Cártel de Sinaloa ha sido decapitado». Esa es la declaración de esta semana de la fiscalía de Nueva York, tras el sometimiento de Ismael «El Mayo» Zambada, otro de los fundadores y líderes del grupo criminal mexicano. El Mayo ha cantado y otro candado se ha desbloqueado, ¿qué cosas saldrán a la luz?
Este lunes 25 de agosto, el capo sinaloense se declaró culpable por cargos de crimen organizado, narcotráfico, homicidios y lavado de dinero, ante la corte de Nueva York. Asimismo, confesó haber realizado sobornos a diferentes esferas de la administración pública en México, declaración que lo salvó de la pena capital. Así, el Mayo enfrentará ahora una cadena perpetua y una multa multimillonaria de 15.000 millones de dólares.
La euforia de Estados Unidos, sin embargo, no la comparte México. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, descarta que el cártel se haya liquidado, aún tras las detenciones de El Chapo, El Ratón y El Mayo. Sumado a ello, el miércoles 27, el gobierno mexicano solicitó una fracción de la cuota de El Mayo, en una acción conjunta entre la Hacienda mexicana y el Tesoro estadounidense, para distribuirlo entre clases marginadas.
Aunque, algo resalta en el país: el gobierno mexicano desconoce el alcance de la colusión provocada por Zambada. El Palacio Nacional ha señalado que su conocimiento se limita al mismo que circula en los medios y en comunicados de EE. UU. Ante esto, Claudia Sheinbaum insistió a los órganos judiciales esclarecer la información.
También, en los últimos días circulan los rumores del Proyecto Portero, una nueva estrategia rojiazul para lidiar con el narcotráfico. Pero este evento no viene solo, México espera en los próximos días una visita oficial del secretario de Estado estadounidense Marco Rubio, para firmar un nuevo acuerdo de seguridad. ¿Será que esta iniciativa sea un Plan Mérida 3.0, un sucesor del Entendimiento Bicentenario o una nueva propuesta de cooperación?
Mientras tanto, te invitamos a leer nuestras recomendaciones:
Geopolítica de la inercia
Maria Candela Molina
El viernes 29 de Agosto fue declarado día de luto por las autoridades municipales de Kyev. Las banderas ondearon a media asta y se cancelaron los eventos de entretenimiento. La medida tiene lugar luego del brutal ataque perpetrado por Moscú el pasado jueves en la capital ucraniana, que se clasificó como el segundo mayor ataque aéreo desde la invasión a gran escala. Tanto Donald Trump como los líderes europeos manifestaron su indignación al respecto e interpretaron la conducta rusa como una respuesta ante los esfuerzos internacionales llamando a un alto al fuego y una diplomacia real. La pregunta es, ¿podrá lograrse un cese de hostilidades en el corto plazo?
Edificios pertenecientes a la Unión Europea y al British Council resultaron dañados en la ofensiva y se estima un mínimo de 23 víctimas mortales. La comunidad internacional claramente repudia la conducta rusa pero las declaraciones en los medios no parecen trascender al plano físico.
Andrii Sybiha, ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, posteó en X: “(…) Rusia también atacó a diplomáticos, en clara violación de la Convención de Viena. La misión de la UE en Ucrania resultó dañada. Esto requiere la condena no solo de la UE, sino también de todo el mundo”. Asimismo, Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, escribió en la misma red social: “Putin debe sentarse a la mesa de negociaciones. Debemos asegurar una paz justa y duradera para Ucrania con garantías de seguridad firmes (…)”. Finalmente, Keith Kellogg, enviado especial de la Casa Blanca para Ucrania, condenó los ataques y expresó que “estos atroces ataques amenazan la paz que (Trump) está buscando”.
De forma paralela, y con un halo de hipocresía, Vladimir Putin planea su viaje a China la próxima semana para asistir al desfile militar. Más que preocupación por el conflicto, simboliza su aprobación por demostraciones bélicas. En efecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Moscú sigue interesado en las conversaciones de paz, pero enfatizó que la “operación militar especial”, la forma en que Rusia describe la guerra, “continúa”.
En definitiva, se observa un pronunciado apoyo discursivo de líderes occidentales en favor de Ucrania que no resulta suficiente para evitar la proliferación del conflicto. Por mientras, el Kremlin se niega a cooperar genuinamente por vía diplomática y responde con agresión ante los esfuerzos de paz de su par ucraniano. El panorama es desolador y el debate redunda en sí sólo los recursos materiales serán capaces de vencer la ferocidad rusa.
Para más información, te invitamos a leer:
Juegos de doble nivel
Para el diploconcepto de esta semana, desglosamos un concepto de Robert Putnam que revolucionó el estudio de la diplomacia: la teoría de los “juegos de doble nivel”, es decir, que toda negociación ocurre en dos planos simultáneos. El primero (nivel I), donde los líderes negocian entre sí, y el segundo (nivel II), donde deben lograr la ratificación de sus acuerdos por parte de públicos internos, parlamentos o partidos políticos.
La reciente cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin en Anchorage, Alaska, seguida del encuentro en la Casa Blanca con Zelenskyy y líderes europeos, demuestra que este esquema sigue vigente, pero también que resulta insuficiente. Las imágenes de Putin recibido con honores en suelo estadounidense fortalecieron su legitimidad interna sin conceder nada en el frente militar. Trump, en cambio, intentó ampliar su margen de maniobra (su win-set doméstico) presentándose como mediador, pero debió equilibrar presiones internas, aliados europeos desconfiados y la necesidad de mantener a Ucrania en la mesa.
Lo que observamos no fue solo un juego de dos niveles, sino un entramado de múltiples tableros: congresos divididos, opiniones públicas fragmentadas, aliados europeos ejerciendo presión, Ucrania exigiendo ser parte indispensable y un Kremlin decidido a imponer sus propios términos. La política internacional ya no transcurre en dos planos paralelos, sino en una constelación de foros simultáneos donde lo simbólico y lo estratégico se entrelazan.
Más que un juego de doble nivel, la guerra en Ucrania expone un juego multinivel, donde los márgenes de negociación se definen tanto en Anchorage como en Bruselas, en Kiev o en Moscú, y donde cada actor juega hacia adentro y hacia afuera de manera constante. ¿Estamos preparados para pensar la diplomacia contemporánea más allá de Putnam, como un juego multinivel en el que los tableros se superponen y redefinen en tiempo real? Para saber más, te recomendamos leer “Diplomacia en dos (y más) niveles”.
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