Saltar al contenido

OTAN 2030

Por Jesús del Peso Tierno

En Madrid se celebra la cumbre de la Alianza Atlántica y, con la invasión de Rusia a Ucrania y el ascenso acelerado de China, se espera que sea una de las más importantes de su historia.

Ilustración | Paula Durán

Si en algún momento al presidente Putin se le pasó por la mente que con sus acciones debilitaría a Occidente, no estaba en lo cierto. Los estados miembros de la OTAN no sólo están más unidos, además buscan sumar aliados que se incorporen a la Alianza o que persigan objetivos similares. Pero, el escenario no es el mismo que el hace unos meses atrás.

Estados Unidos

El gigante norteamericano ha encontrado en la crisis de Ucrania su mejor oportunidad para seguir demostrando su preponderancia en el discurso internacional, más aún cuando la retórica de la guerra le opone directamente a Rusia.

Sin embargo, ya desde la administración Obama, Estados Unidos había comenzado una política militar volcada en el océano pacífico para tratar de contener al que considera su verdadero rival sistémico: la República Popular China. Sobre la cual, además, se había propuesto involucrar de una manera más estrecha a la alianza.

Con este precepto, la OTAN no era más que una vieja herramienta con la que poder contener a Rusia de vez en cuando para poder seguir marcando una posición fuerte sobre el viejo continente a la par que se esforzaba por contener la pujanza china en la región del Pacífico. Sin embargo, ese paulatino enfriamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Europa generó un vacío y Rusia pensó que lo podía ocupar. Pero lo que fue la toma de una porción del pastel, terminó por sumar un viejo comensal a la mesa, La Casa Blanca.

Estados Unidos empleará la cumbre en España para decir, no solo que ha vuelto, sino que nunca se fue.


Ilustración | KAL

Francia y Alemania

El escepticismo sobre el correcto funcionamiento de la OTAN no era simplemente visto como tal desde Norteamérica. Europa también comenzaba a reclamar un mayor protagonismo militar, por lo menos en el plano regional.

De esta manera comenzaba a calar un débil, pero continuo debate sobre la militarización de Europa a través de sus propias fuerzas armadas y como tal iba a ser planteado en la cumbre de Madrid.

Sin embargo, el repentino desarrollo de los acontecimientos y la escalada de las sanciones han hecho sacar a relucir la fragilidad de Europa en el ámbito de la defensa. No desde la perspectiva de las fuerzas militares, que han estado brindando un continuo apoyo al ejército ucraniano a lo largo de toda la contienda, sino por su elevadísima interdependencia de Rusia.

Europa quiere más autonomía para tratar asuntos propios como el terrorismo, la seguridad en las zonas del Sahel o trabajar en la integridad de la ciberseguridad europea, sí, pero los hechos no han hecho, sino que demostrar que aún necesitarán del paraguas militar de Estados Unidos durante otra temporada más, por lo menos para la próxima década.


El presidente español, Pedro Sánchez es el anfitrión de la Cumbre en Madrid»Ante las amenazas debemos garantizar nuestra seguridad»

Turquía

Turquía será, casi con total seguridad, el país que mayores equilibrios políticos tenga que hacer en esta nueva fase en la que entrará la OTAN. Y es que, si a lo largo de los últimos años Turquía había tenido unos serios encontronazos con algunos de los aliados de la OTAN -especialmente con Grecia y Francia- e incluso con los Estados Unidos. La guerra en Ucrania ha hecho dar un giro de 180º a la situación de esta potencia que comparte frontera con Rusia.

De esta manera los que hasta hace tan solo unos meses eran rivales directos por sus encontronazos sobre inmigración, control de las aguas del mediterráneo y por la partición de la isla de Chipre ahora, con el estallido de la guerra, se han encontrado en el mismo bando respecto de la oposición que los enfrenta a Rusia.

Sin embargo, los representantes turcos deberán hacer verdaderos equilibrios políticos para tratar de mantener un discurso comenzado hace ya un largo tiempo atrás con una estrategia-país que los ha llevado a reclamar, cada vez de una manera más sólida, su lugar como principal actor regional en esta área geográfica, lo que, en muchas ocasiones, los ha llevado a actuar de manera unilateral o incluso en contra de los intereses de sus aliados sobre materias que posteriormente han derivado en la apertura de serios conflictos diplomáticos.

Ilustración | Peter Schrank

Asimismo tampoco podrían permitirse alejarse demasiado del paraguas militar que le proporciona la alianza, ya que esa osadía que esta comenzando a mostrar en la región del medio oriente, no le sería en la gran cantidad de ocasiones permitida en el caso de actuar como actor independiente ya que, el principal damnificado del resurgimiento de esta potencia es -en la gran cantidad de los casos- precisamente Rusia.

Reino Unido

Tras la salida del reino Unido de la Unión Europea, el Reino Unido ha tratado de recuperar un discurso global que lo sitúe entre las principales potencias internacionales.

Su salida de la Unión le permite desarrollar sus propias estrategias y planes con los que marcar una identidad política propia. Así, Reino Unido, ferviente aliado de los Estados Unidos tratará de implementar esta estrategia a través de la OTAN, canalizando a través de la organización su liderazgo militar a nivel internacional.

Con ello, el Reino Unido buscará tener un mayor protagonismo dentro de la organización siguiendo su propia agenda marcada tras la salida de la Unión Europea en 2016 y que, desde hace meses atrás ha comenzado a poner en práctica el gobierno de Boris Johnson, la Global Britain.

Traigan sillas

Las nuevas solicitudes de Finlandia y Suecia son quizás, la mayor sorpresa derivada del conflicto en Ucrania. Hasta ahora, los países escandinavos ampliamente pacifistas, bordeaban el asunto de su entrada en la OTAN reticentes de la presencia de ejércitos y armamentos extranjeros en el interior de sus países.

Este no era un simple capricho político, sino que la amplísima mayoría de la población de estos países se mostraba antibelicista y contrarios a la entrada de sus países a la Alianza a la que percibían como una suerte de herramienta colonialista extranjera. Sin embargo, desde que estallase la invasión en Ucrania, la sucesión de las masacres y voracidad de Rusia ha hecho tomar conciencia a las poblaciones de estos países de la importancia que tienen para su propia seguridad entrar en la alianza atlántica, y así lo mostraban las últimas encuestas en las que el apoyo a la OTAN en Suecia y Finlandia pasaba, en tan solo unas semanas, de un escueto 30% a un amplio 76%.

De esta manera y tras amplísimos debates que hacían replantear, de una manera casi total sus estrategias como países, tanto Finlandia como Suecia solicitaban conjuntamente su entrada en la OTAN, algo que se consumará en la próxima cumbre de Madrid de una manera casi totalmente segura a excepción de las amenazas de veto por parte de la República de Turquía.

En este contexto de fuertes tensiones pero también de gran compromiso es que se realizará la cumbre de la organización que, como hemos dicho anteriormente, fijará la estrategia a seguir de la Alianza durante los próximos años. Queda esperar los detalles que se den en las diferentes mesas de negociación para poder hacer un análisis de lo que ocurrirá de aquí a unos años, el resto serán solo predicciones.


Jesús del Peso Tierno (España): Licenciado en Relaciones Internacionales, Universidad Rey Juan Carlos de la Comunidad de Madrid.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: