1001 días de resistencia: Ucrania ayer, hoy y mañana
Por Kike Souto
Ucrania ha resistido más de un millar de días a la invasión total de una de las principales potencias nucleares. En los últimos dos años se ha visto desde crímenes de guerra atroces, hasta tropas coreanas invadiendo suelo europeo. Aún contra el pronóstico inicial, los ucranianos han resistido y todo apunta a que seguirán haciéndolo hasta el final. Un final que muchos auguran cercano, pero que podría estar precedido por una recta final mucho más cruenta que hasta ahora.

La brutal invasión a Ucrania por parte de Rusia ha vuelto a ser de rabiosa actualidad. En la semana que se cumplen 1000 días de la agresión, Joe Biden ha dado autorización a Kyiv para utilizar los misiles de largo alcance ATACMS contra territorios de la Federación Rusa. Algo que ha obligado a Putin a usar una de sus principales armas: la propaganda del miedo. Durante estos días, el lector se habrá encontrado con análisis y comentarios en redes sociales diciendo que “Ahora si empezaría la tercera guerra mundial”, que “esto es una escalada”; o “Europa se prepara para una guerra nuclear”.
Los nervios son siempre legítimos. Pero hay más de propaganda y clickbait que de realidad en la mayoría de los comentarios. Antes de hacer el vigésimo análisis de la guerra, recordemos algunos de los puntos más relevantes de los pasados 1000 días.
Kyiv caería en 3 días: La invasión rusa comenzó con ataques masivos a Kyiv, Járkov y otras ciudades, con la intención de derrocar rápidamente al gobierno ucraniano. Inicialmente, los aeropuertos de Antonov y Hostómel fueron los principales objetivos para establecer un puente aéreo. Sin embargo, tras seis días de intensos combates, las deficiencias logísticas y la fuerte resistencia de las fuerzas ucranianas hicieron que las tropas rusas, mal equipadas y sin recursos suficientes, se retiraran después de un mes de asedio fallido a la capital.
Los crímenes de guerra: El fracaso de Rusia en la toma de Kyiv desató una ola de crímenes de guerra, destacándose la Masacre de Bucha, donde 420 civiles fueron asesinados. Este acto marcó el inicio de una campaña de terror que persiste hasta hoy. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos documentó cientos de ataques a infraestructuras civiles, como hospitales y mercados, con el objetivo de sembrar el miedo y forzar a la población ucraniana a pedir un alto al fuego.

La resignificación de Occidente: Los últimos dos años han marcado un renacimiento del concepto de Occidente frente al retorno de la guerra en Europa. Países como Polonia han formado el ejército más grande del continente, mientras Suecia y Finlandia se unieron a la OTAN. Francia adoptó un tono más firme hacia Rusia, y Alemania incrementó su preparación militar, aunque sigue mostrando cierta reticencia junto con España. Este proceso ha transformado las políticas de defensa y reforzado la cohesión occidental frente a desafíos globales.
Las contraofensivas: fallidas y exitosas. La palabra contraofensiva ganó espacio en la prensa internacional. Especialmente, después de que varias contraofensivas ucranianas lograran liberar la ciudad de Jerson el 11 de noviembre de 2022. Las imágenes de los ciudadanos celebrando y recibiendo como héroes al ejercito Ucraniano dieron la vuelta al mundo. Pero también aumentaron las expectativas de una segunda contraofensiva que liberara más territorios, especialmente al sur del país. Sin embargo, la llamada: ‘Contraofensiva de Primavera’ llevada a cabo en 2023 no tuvo el efecto deseado. La fortificación rusa en los territorios ocupados fue impenetrable y el desgaste de las fuerzas nacionales terminó por devolverle la iniciativa al invasor a mediados del año pasado.
Primera invasión a Rusia desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque todo parecía que la guerra pasaría a ser de desgaste, el 2024 llego con sorpresas. En verano Ucrania se convirtió en el primer país en invadir Rusia tras la segunda guerra mundial. Así lo contamos en Diplomacia Activa a través de entrevistas a soldados en el campo. Las tropas de Kyiv tomaron varios miles de kilómetros en la región rusa de Kursk y aunque inicialmente los rusos no desviaron tropas de otros frentes, varios expertos militares afirmaron que con el paso de los meses Moscú se vio obligado a enviar mejor material a la zona. Pero no solo rusos se trasladaron hasta Kursk.
Corea del Norte: ¿Invadiendo Europa? Exactamente durante la edición de este artículo, Lee Seong-Kweun, miembro del Comité Parlamentario de Inteligencia de Corea del Sur confirmaba que una parte de los 11000 soldados norcoreanos enviados a Rusia habían ya participado en combate con las tropas ucranianas. Aunque no especificó la zona, la mayor parte de ello se encuentra desplegado en la región de Kursk.
Ucrania: la tierra en la que nada está escrito
Si hemos aprendido algo después de 1000 días, es que nada esta escrito. Ni Kyiv cayó en tres días, ni la OTAN estaba muerta, ni las guerras convencionales eran cosa del pasado, ni los polacos estaban cerrados a los refugiados y por supuesto que, Ucrania no ha perdido. Las dinámicas cambian más rápido de lo que podemos escribir. Mientras este artículo era corregido obtuvimos confirmación del impacto de misiles Storm Shadow en bases rusas, sospechas y luego confirmación del uso de un misil de medio alcance Oreshnik sin ojivas nuclearescontra la ciudad de Dnipro (Ucrania), y una vigésima amenaza de Putin con bombardear a aquellos países que apoyen la resistencia de Ucrania.
Lo cierto es que nada está escrito y aunque el 2025 se aproxima con tambores de mesa de negociación, al menos, eso es lo que repiten los medios generalistas. Lo cierto es que algunos detalles nos hacen pensar lo contrario. En este artículo no hemos buscado grandes fuentes, pero hemos hablado con cinco ucranianos dentro y fuera del país para preguntarles por cómo la llegada de Trump afectará al país. Las dispuestas diferían en tanto a cómo se haría más o menos difícil la resistencia; sin embargo, todos concluían lo mismo: la resistencia se mantendría hasta el final.
Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski aseguró en una entrevista de radio que “nadie puede obligar a Ucrania a negociar”. A mediados de noviembre aseguró que sin la ayuda militar de los Estados Unidos, Ucrania probablemente perdería la guerra, pero que eso no implicaba dejar de luchar hasta el final.
En Diplomacia Activa, Laurato Bermúdez explicó que Donald Trump dejó en claro su objetivo de negociar un fin rápido para el conflicto en Ucrania, aplicando su experiencia como negociador para “detener las guerras” y, así, reducir la implicación militar estadounidense. El analista explicó que una paz rápida implicaría seguramente congelar el conflicto dando de facto una victoria a Moscú.
Sin embargo, Ucrania es la tierra en lo que nada esta escrito. Y no solo los ucranianos no parecen dispuestos a rendirse y dejar que Rusia se quede con el 20% de su país después de matar a decenas de miles de personas; sino que la victoria de Trump no tiene que significar necesariamente el fin del apoyo a Ucrania. Lowy Institute señala que basándose en la experiencia Donald Trump, el fallo en una solución rápida podría rápidamente convertirse en un revés para Putin. Trump podría incluso aumentar el apoyo a Kyiv para forzar a Moscú a una negociación con términos diferentes a los que pide le Kremlin.

¿Corremos riesgo de un escalada del conflicto a nivel regional? Difícilmente en las condiciones actuales. Pero con ambos bandos intentando avanzar lo más posible antes del cambio en la Casa Blanca, lo más probable es que los enfrentamientos se recrudezcan. El escenario más probable es que Rusia comenzará a utilizar material más sofisticado “en represalia” contra la población civil.
También es relativamente seguro que en los próximos días veremos varios almacenes, depósitos y puntos logísticos rusos siendo volados en pedazos por ATACMS en manos de Kyiv. Y también es muy probable que, a pesar de la propaganda, Donald Trump estuviera al corriente y quizás consintiera la autorización dada por la administración Biden. Ucrania ha demostrado ser la tierra donde todo puede pasar, así que en el 2025, su resistencia seguirá siendo de rabiosa actualidad.
Luis «Kike» Souto (España-Venezuela): Periodista, Máster avanzado en Estudios Interdisciplinares por el Colegio de Europa de Natolín, Polonia. Miembro de Diplomacia Activa.
Un comentario sobre "1001 días de resistencia: Ucrania ayer, hoy y mañana" Deja un comentario ›