Todo igual, pero nada es igual

Por Kike Souto

Una vez pasada la resaca electoral en el viejo continente la conclusión es clara: ¿Seguirá igual o habrán cambios? Tras la noche electoral del pasado domingo, un terremoto ha sacudido la política y estabilidad de varios países. Francia se debate en un escenario bastante incierto de cara a las elecciones legislativas. En España, Sánchez se autoproclama ganador tras perder, y los antisistema logran irrumpir en la política nacional. La Hungría de Orbán parece tener final a la vista. Todo mientras en Bruselas, parece que nada cambiara.

Europa es un 27+1, es decir, 27 países más Bruselas. Así que empecemos con los resultados. A fecha de hoy, el Partido Popular Europeo (centroderecha) liderado por Úrsula Von Der Leyen ganó con 189 diputados, mejorando en 13 su anterior marca. Pero sus dos apoyos: socialdemócratas (S&D) y liberales (Renew) pierden 4 y 23 eurodiputados respectivamente. La suma sigue dando 403, muy por encima de los 360 necesarios. Esto significa que los principales cargos de la UE: presidente del Consejo Europeo, Presidente de la Comisión, Presidente del Parlamento Europeo y Alto Representante para las Relaciones Exteriores, serán repartidos presumiblemente entre estas familias políticas.

Salvo sorpresa, todo el pescado ha sido vendido, y Von der Leyen repetirá otro lustro como cabeza de la Comisión Europea, pero todo dependerá de las negociaciones en el Consejo Europeo. Aunque sus buenas relaciones con Georgia Meloni, Premier italiana y una de las grandes vencedoras de la noche, sumado al golpe electoral que recibió Macron, mayor escéptico del acercamiento de Von Der Layen a la derecha radical parecen liberar bastante el camino de su reelección.

Fuentes del parlamento consultadas por Diplomacia Activa, apuntan a un claro consenso en torno al defenestrado Antonio Costa como nuevo presidente del Consejo Europeo (donde se reúnen los ministros). Los socialistas europeos resisten pero un parlamento mucho mas escorado a la derecha existe poco espacio para grandes negociaciones, apuntan dichas fuentes. Costa que dejó la política nacional tras varios escándalos de corrupción entre miembros de su gobierno es una figura de consenso europeo. Esto sumado a las pocas perspectivas de que finalmente sea acusado, indican la probabilidad de que el portugués se haga con el cargo que hoy ostenta Charles Michel. Por su parte, Roberta Metsola previsiblemente repita como presidenta del Parlamento Europeo. Tras recibir 87.473 votos, se convierte en la política más popular de Malta, y en la eurodiputada más votada en la historia de Malta (Si, en Malta y algunos países se vota directamente por el candidato y no al partido).

Finalmente, Kaja Kallas probablemente se convierta en la Alta Representante (Jefa de la Diplomacia Europea), a propuesta de los liberales de Renew Europe. Aunque su desempeño como primera ministra ha sido muy cuestionado a nivel nacional, la Estonia se ha posicionado como una de las grandes voces contra Rusia y en defensa de Ucrania. Además, cuenta con el beneplácito de Enmanuel Macron. No obstante, algunos países como Hungría o Eslovaquia podrían oponerse por su postura contundente contra el régimen de Moscú. Su principal rival era el ex primer ministro de Bélgica, el también liberal Alexander De Croo, quien sigue estando presente en algunas quinielas, pero su abrupta salida tras el desplome de su partido en la región de Flandes complica su candidatura.

Terremotos Nacionales

Primeramente, cabe aclarar que la mayor parte de  los analistas coincidimos en que las elecciones europeas están marcadas por un claro carácter nacional, por lo que sus resultados no pueden ser asumidos de forma global. Es precisamente ese carácter nacional de las votaciones lo que las lleva a afectar la vida política de varios países. Un buen ejemplo es Francia, donde Renacimiento, el partido de Macron ha quedado segundo con casi la mitad de los votos que Reagrupamiento Nacional de Le Pen, principal partido de oposición. Lo que lo llevó a convocar elecciones parlamentarias en un intento por lo que muchos creen es una forma de revalidar la confianza ciudadana.

No obstante, la jugada del presidente galo a reventado Francia. Mientras varios partidos de izquierda y extrema izquierda han creado un “Frente Popular” para ir juntos a las elecciones. Por su parte, la centro-derecha (Los Republicanos) ha implosionado, cuando su Presidente Éric Ciotti ha propuesto unirse en coalición al Partido de Le Pen. Algo rechazado de plano por la mayoría de los cargos de su partido. Por su parte, Reconquista de Zemmour también ha explotado cuando uno de sus principales cargos, Marion Maréchal (Sobrina de Marine le Pen) ha pedido el voto por Reagrupación Nacional ante la negativa de Zemmour de hacer coalición con Le Pen.

Todo apunta a que Francia pasará a tener un panorama político todavía más complicado con un potencial bloqueo en el parlamento en el que ninguna de las fuerzas logre una mayoría. Esto ha desatado malestar en los mercados y ha provocado un aumento en el interés de la deuda francesa. 

Por su parte, Olaf Scholz, canciller alemán y parte de los socialistas se ha llevado un verdadero batacazo, quedando tercero con apenas 14% de los votos. Superado por la extrema derecha (Alternativa para Alemania). Su coalición con verdes y liberales apenas supera los eurodiputados obtenidos por un victorioso CDU (Centroderecha) que se quedó con la primera posición. Pero no todo es gloria para la derecha más dura. En países como Suecia o Finlandia, ninguno de los partidos más conservadores obtuvo los resultados esperados. Mientras en Italia, Georgia Meloni se convierte en la líder indiscutible del grupo ERC (Reformistas y conservadores) y de la derecha nacional.

No debemos olvidarnos de Hungría, dónde Orbán ha vuelto a ganar, pero con el peor resultado en décadas.  Respeto y Libertad (TIsza) liderado por un ex miembro de Fidesz, Péter Magyar, se asoma con casi un 30% de los votos. Convirtiéndose en una alternativa real contra el autócrata húngaro, Magyar obtuvo 7 diputados y ahora negocia para integrarse en el Partido Popular Europeo, del que Orbán ya no forma parte.

Gira Europa a la Derecha

Antes de las elecciones, Santiago Englander escribía para Diplomacia Activa sobre el crecimiento de la derecha radical y los euroescépticos. Finalmente, estos partidos no marcaran la elección de la Comisión Europea. Los grupos Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) e Identidad y Democrácia (ID) aumentan ligeramente sus escaños, no obstante, no es la única derecha dura en la cámara. Como explica Steven Forti, profesor de la UAB, señala para France 24 que la suma de ID y ECR más los no inscritos, como: AfD y Fidesz, llega a más de 180 diputados, casi los mismos que el Partido Popular Europeo.

En cualquiera de los casos, es evidente que las ideas conservadoras cobran peso en el viejo continente. Ursula von der Leyen aclaró justo después del cierre de las mesas, que su partido serviría como un bastión contra los extremos de izquierda y derecha. Sin embargo, su discurso, así como el de otros miembros del EPP ha cambiado en los últimos meses precisamente para evitar la fuga de votos de una sociedad claramente escéptica con algunos proyectos con el Pacto Verde Europeo y sensible a otros como la crisis migratoria.

En una conferencia para el College of Europe en Natolin, Roberta Metsola se planteó: “Quizás hemos ido demasiado lejos y  muy rápido”. Y esta previsiblemente será la tónica del EPP ¿Aceptarán sus socios liberales y socialdemócratas esta nueva tónica?

Luis «Kike» Souto (España-Venezuela): Periodista, Máster avanzado en Estudios Interdisciplinares por el Colegio de Europa de Natolín, Polonia.