La Asamblea vota, el PM ejecuta
Por Concepción Mejías Carrascosa
Este domingo 19 de junio se celebró la segunda ronda de las elecciones legislativas en Francia, jornada durante la cual se decidía la composición de la Asamblea. Unas jornadas electorales marcadas por un gran riesgo: la fuerte abstención, y el peligro de Macron de perder esa mayoría absoluta tan ansiada, y con la que había gobernado tan cómodamente hasta el momento.

En estos dos domingos consecutivos se han escogido a los 577 diputados que formarán la Asamblea Nacional. Este sistema de elecciones es a doble vuelta, y hay un total de 577 circunscripciones. En cada circunscripción se presentan las distintas personas candidatas para cada partido, pero solo pasarán a la segunda ronda de elecciones aquellas que hayan sido más votadas, o aquellas que hayan conseguido un 12.5% de los votos sobre el total de ciudadanos y ciudadanas llamados a las urnas.
Tras su victoria en las elecciones presidenciales el pasado mes de mayo, Macron se enfrenta ahora a las votaciones dentro del Parlamento francés, algo que afectará notablemente al grado de flexibilidad y negociación a la que el Presidente electo deberá enfrentarse durante los próximos cinco años.
Ensemble, la coalición que unifica a varios pequeños partidos como el Movimiento Demócrata (MoDem) de François Bayrou, y que representa la mayoría Presidencial, han visto a lo largo de estas dos jornadas electorales cómo su estimada mayoría absoluta se iba disolviendo a medida que tenían lugar las dos rondas de votaciones parlamentarias.
Y es que, a pesar de su victoria en las presidenciales, la distancia entre Macron y su opositor Le Pen se ha acortado notoriamente desde 2017, algo que ha hecho que los principales partidos de la oposición hayan desarrollado una activa campaña política para conseguir la mayoría en las elecciones Parlamentarias y así obstaculizar el mandato de Macron, puesto que conseguir una mayoría en las legislativas supondría tener el poder suficiente para tumbar las decisiones tomadas desde el gabinete presidencial.

De los resultados obtenidos este domingo depende la facilidad o dificultad contra la que se tope Macron y sus propuestas de Gobierno. Esto se da ya que la coalición política que obtenga el mayor número de votos será capaz de votar, modificar o validar las reformas que proponga el Presidente de la República.
En resumidas cuentas, para que Macron sea capaz de ejecutar debe conseguir los votos favorables necesarios de la Asamblea. Un juego que podía alargarse y complicarse extremadamente si NUPES (Nueva Unión Popular Ecológica y Social) o AN (Agrupación Nacional) conseguía el objetivo por el que llevaba haciendo campaña desde las pasadas elecciones en mayo: conseguir la mayoría en representatividad en la Asamblea y, así, poder tumbar las propuestas legislativas planteadas por el Gobierno.
Uno de los factores decisivos en esta primera y segunda vuelta de las elecciones legislativas ha sido el llamamiento por parte de los partidos de la oposición al levantamiento de la población francesa. La oposición ha llamado a la ciudadanía francesa a que vote y muestra una participación activa en estas elecciones, no bajo el principio de obtener la representación de aquella fuerza política que defienda sus mayores intereses, sino para derrocar simbólicamente al Gobierno de Macron y dificultar su capacidad de decisión.
Para ello, la oposición ha basado gran parte de su campaña convocar a la población joven a las urnas, aun así, las estadísticas marcan que casi un 75% de las personas jóvenes francesas no se han presentado por los colegios electorales en estas elecciones de la Asamblea.

Las dos grandes agrupaciones políticas que han protagonizado estas jornadas electorales han sido AN (La Agrupación Nacional) y NUPES (Nueva Unión Popular Ecológica y Social).
Por un lado, se encuentra la gran rival de Macron tanto en estas como en las pasadas elecciones presidenciales: Marinne Le Pen, representante del grupo de extrema derecha Agrupación Nacional. Este movimiento obtuvo el pasado domingo 19 de junio un total de 89 escaños, que representaban más de un millón de votos adicionales en comparación con las legislativas de 2017, consiguiendo así uno de los grandes objetivos para estas elecciones: obtener una mayor cantidad de votos, y, por tanto, mayor número de escaños, que la derecha más centrista liderada por el grupo de Los Republicanos. A pesar de ello, Agrupación Nacional se ha encontrado con el bloqueo de sus votos en muchas de las circunscripciones debido a una nueva alianza de izquierdas que se ha levantado rápidamente contra el Gobierno de Macron, NUPES.
La Nueva Unión Popular Ecológica y Social, inaugurada bajo la representación y dirección de Jean-Luc Mélenchon, y artífice del acuerdo entre la izquierda populista de Francia Insumisa, el Partido Comunista, los ecologistas y el Partido Socialista (PS), ha dado un giro inesperado a estas elecciones. El éxito electoral que la unión de las izquierdas (NUPES) ya tuvo en la primera vuelta, y que ha marcado también la segunda jornada de elecciones, hace que Ensemble pierda la mayoría absoluta en la Asamblea, siendo que ha perdido más de 100 escaños en comparación a las mismas elecciones en años anteriores.

Con estas elecciones queda claro que la población francesa quiere enviar un mensaje al Presidente, limitando el poder de Macron, quien ya no podrá mandar solo bajo la tranquilidad de un Parlamento de su mismo bando.
Ahora el Jefe de Estado de Francia deberá llevar a cabo complicadas negociaciones para nombrar a la persona que será Primer Ministro del Parlamento. A raíz de estas elecciones se inicia una nueva legislatura, la XVI, el próximo 28 de junio, con la elección de la nueva Presidencia de la Asamblea y la formación más votada, o que haya conseguido llegar a mejores acuerdos para conseguir la mayoría de escaños.
Concepción Mejías Carrascosa (España): Graduada en Derechos Humanos y Gobernanza. Universidad Autónoma de Madrid.