¿Querés ser tu propio..? ¡Cuidado!
Destinados a fracasar sistemáticamente y dejar a personas que apuestan todo en la nada misma, las estafas piramidales o esquemas Ponzi se encuentran vigentes desde hace más de 100 años y deben su nombre a Carlo Ponzi, quien comenzó a masificarlos con el fin de obtener una ganancia personal a costa de los ahorros de quienes le confiaban casi ciegamente su dinero.

Pero, ¿por qué cada cierto período de tiempo reflotan y vuelven a ganar popularidad? ¿Alguna vez se sintieron un poco ingenuos al rechazar una de estas invitaciones a “invertir”? ¿Sienten que hay gente que está haciendo fortuna en estas redes y te lo estás perdiendo? ¿Tiene sentido seguir trabajando y emprendiendo día a día, o hay una solución más simple?
Autodenominándose conocedores de cómo funcionan los sistemas financieros y minimizando a cualquiera que no se quiera introducir en el esquema —definiéndolos como personas sin educación financiera—, el grupo y la relación que se arma entre los creadores de la estafa y los participantes roza lo sectario.
A continuación se explicarán y ejemplificarán algunas formas que pueden adoptar y por qué no es una buena decisión entrar a alguna de ellas.
¿Cómo se desarrolla una estafa piramidal?

Primero que nada, hay gente que gana dinero con estos esquemas si no, ¿a quién se lo podrían vender? Uno de los canales que más se utiliza para darlos a conocer es mediante el boca a boca y la experiencia de un individuo “X” que se hizo millonaria.
Hay varias maneras de organizarlo y en este artículo abordaremos dos que se hallan en plena vigencia.
Telar o flor de la abundancia
La primera consiste en una estructura bastante sencilla que se popularizó (nuevamente) hace muy poco bajo el nombre de telar o flor de la abundancia.
Hay un iniciador que solicita a otras personas fondos para crear un pozo común con el fin de que cada uno de esos participantes perciba un monto significativamente mayor a la inversión realizada. Cada vez que alguien cobra, el resto sube un nivel y se acerca más a recibir lo que le corresponde. Tomaremos de ejemplo un sistema en el cual hay 15 personas iniciales cuya inversión es de $1.270 y prometen devolverte $10.000. Veremos cuántas deberán integrar y cuánta plata es necesaria para que todas obtengan las ganancias.

En este ejemplo el primero en cobrar es Juan, para que él lo logre son necesarios $10.000 y el pozo en el primer momento tiene exactamente $19.050 por lo que se le puede pagar al primer beneficiario y casi que al segundo también. En el próximo cuadro se puede apreciar cuántas personas deben ingresar para que gane lo prometido cada uno de los participantes originales.

Como vemos, para que los 15 participante iniciales reciban los $10.000 tienen que entrar 104 individuos adicionales. Ahora el sistema se encuentra con 119 en total, las cuales necesitan cobrar lo que les prometieron.
En el siguiente cuadro se muestran cuántas personas son necesarias sumar para que todos los que fueron introducidos obtengan lo suyo. En el décimo nivel el esquema se rompe debido a que la población mundial no alcanza los casi catorce mil millones de humanos a ingresar requeridos.

Este esquema se cae por el simple hecho de que la matemática no lo acompaña e ir haciendo que se incorporen personas al mismo es cada vez más complejo e improbable (que se metan 104 adicionales al sistema inicial es casi imposible). Lo más peligroso y macabro que tiene el mismo es que el monto para acceder es relativamente bajo y, por ende, capta a sujetos de todos los estratos sociales, a las que realmente el dinero no les sobra. Se les promete la posibilidad de obtener ingresos ficticios y en realidad lo único que se logra es que casi todos pierdan su inversión inicial.
Esquema piramidal complejo
El segundo esquema por analizar es algo más complejo y puede tener diversas formas de ser enmascarado mediante, por ejemplo, empresas que operan con apuestas online o activos de dudosa procedencia.
Primero lo que hay que entender es que para el creador no es necesario que realmente la empresa trabaje de lo que dice dedicarse, ya que son un pasamano de dinero muy similar al descripto anteriormente pero mejor disfrazado.
Básicamente la estafa se articula de la siguiente manera:
- Existe un creador del esquema el cual dice tener una fórmula mágica, un producto revolucionario, un grupo de expertos o algo similar con lo que asegura obtener exuberantes ganancias.
- Este creador invita a invertir en su maravilloso proyecto a otras personas, a las cuales les pedirá que le den su dinero pero dejen el mismo inmovilizado por un tiempo determinado. Luego, promete devolverles su inversión inicial más un porcentaje altísimo de rendimiento, inclusive en algunos casos el creador puede pedirles una tarifa por la administración.

- A su vez, se les comunica a los primeros reclutas que si traen más gente al proyecto se pueden quedar con un porcentaje de las ganancias de estos nuevos miembros. Este punto es clave ya que, sin la expansión necesaria, toda la estructura se cae rápidamente.
- A medida que más gente se introduce, se les paga a los primeros participantes su inversión inicial más el rédito propuesto con el capital de los ingresos de las nuevas personas, asegurando de esta forma que su grupo de inversores iniciales queden contentos, sigan expandiendo y dando a conocer al sistema ya que ellos percibieron lo prometido, además de dar apariencia de que el negocio funciona. Como vemos no es necesario que el creador haga algo con los fondos recibidos, simplemente basta con que sigan entrando individuos para ir pagándole a los participantes más antiguos.
- Es así que funciona hasta que la gente ya no está interesada en el mismo y dejan de incorporarse. Cuando esto sucede, el creador se desvanece rápidamente con todo el pozo acumulado haciendo que mucha gente pierda su inversión.
Para identificar si estamos ante una defraudación de este tipo podemos utilizar la siguiente lista que los caracteriza:
- ✅ Prometen un rendimiento altísimo, irrisorio y asegurado;
- ✅ Tu inversión tiene que mantenerse determinado tiempo congelada;
- ✅ Son empresas que no están radicadas en países cooperantes a nivel fiscal y de lavado de activos;
- ✅ Las inscripciones en los organismos oficiales de estos países se encuentran vencidas o dadas de baja;
- ✅ No entregan ningún documento oficial firmado ni se hallan encuadrados fiscalmente; y
- ✅ Se utiliza un lenguaje sectario con palabras como reclutar, equipo, meta y líder.
Hablemos de los rendimientos
Una forma interesante de analizar el rédito que “garantizan” quienes manejan estos esquemas piramidales, es comparándolos con los que obtienen las principales y más exitosas empresas mundiales. Para esto, se tomaron los últimos estados financieros publicados por cada una de ellas y se calculó el rendimiento que obtienen, dividiendo el resultado final del ejercicio con el Patrimonio Neto (que en simples palabras es el capital propio con el que opera la Compañía).

Como podemos ver, el rendimiento promedio mensual combinado de estas empresas es del 2%, mientras que los fraudes piramidales nos aseguran que su rendimiento es del 15% o 20% mensual en dólares estadounidenses. Si esto fuese así, habría que avisarles a los señores Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Bill Gates, Elon Musk, Larry Page y Tim Cook que vendan sus participaciones y salgan corriendo a invertir en estos esquemas ya que están perdiendo mucho dinero con las actividades que desarrollan. ¿Se imaginan a un miembro de estas estafas parándose en frente de Bill Gates para informarle que carece de educación financiera ya que el sistema es casi 10 veces más rentable que su pequeña empresa sin éxito llamada Microsoft?
De esta manera podemos apreciar que los porcentajes que se aseguran son simplemente imposibles. Si las mejores empresas del mundo no logran superar el 2% de rentabilidad mensual, ¿cómo pretenden conseguirlo estos estafadores?
¿Es aconsejable?
A simple vista son muy atractivos, prometen una rentabilidad asombrosa y los participantes suelen tener gran poder de convicción y captación de masas. No es recomendable ingresar, obviamente hay gente que gana y se ve beneficiada ya que así funcionan los mismos si no, no tendrían a quien venderle la experiencia de esa pobre persona que gracias al sistema ahora es millonaria y todos sus problemas quedaron en el pasado.
En caso de que estés pensando en entrar podrías comenzar a cuestionarte ¿qué sucede con todos aquellos que no van a poder cobrar? ¿Seré yo una de ellas? ¿Invitamos a amigos, familiares y conocidos a una red fraudulenta sólo para ver si podemos percibir nuestra parte? ¿Estamos dispuestos a aprovecharnos de las necesidades de los demás?

Conocidas son las historias de quienes vendieron autos, casas y dejaron trabajos para poner todo su capital en algún sistema el cual al mes o a las semanas desapareció mágicamente, la página donde funcionaba ya no existe más y no tenemos a quien reclamarle nada.
Por último, dejo un interrogante, como seres humanos desconfiamos de casi todo: del sistema financiero, de las vacunas, de los medios de comunicación, de la política y así se puede seguir con una lista gigante, ¿pero no dudamos y sospechamos al darle nuestro dinero a un grupo de individuos que sabemos que no están inscriptos legalmente en el país para operar, no nos proporcionan ningún contrato y si desaparecen no podemos reclamarle a nadie?
Manuel García Pannelli (Argentina): Contador Público Nacional, Universidad Nacional de Cuyo, y Auditor externo en Lisicki Litvin & Asociados.
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