DIPLORAMA
N°5
«Si la legalidad es la esencia del Gobierno no tiránico y la ilegalidad es la esencia de la tiranía, entonces el terror es la esencia de la dominación totalitaria”
Hannah Arendt
En esta edición de DIPLORAMA vamos a aportar nuestro análisis y mirada latinoamericana a los diferentes hechos internacionales. Porque nosotros, estamos en Irlanda, India, Rusia y Haití al mismo tiempo.
En este 360 de las Relaciones Internacionales también ponemos en palabras, texto e imágenes el análisis del mundo que nos rodea. Al final te dejamos unas recomendaciones.
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Haití:¿un país sin solución?
Por Kike Souto
El gobierno haitiano ha caído. Ariel Henry, ahora ex presidente, renunció ante la ola de violencia desatadas por las bandas criminales que se han hecho con el control de la mayor parte del territorio, incluyendo la capital. La de Haití es una historia de fracaso tras fracaso: un país cuya historia ha empujado a tener rechazo por la influencia internacional, se ha convertido en un estado controlado por señores de la guerra al mejor estilo de África subsahariana. La pregunta que nos hacemos es: ¿Tiene solución?
La respuesta sencilla sería no. Haití es un país que durante décadas ha vivido una descomposición continua. El Estado no provee ni seguridad ni servicios a la población. Los desastres naturales son continuos y todos los recursos han sido arrasados después de la independencia. Y en las últimas décadas la ayuda humanitaria se ha convertido en un problema para el desarrollo real del país. Ahora mismo, la economía es de subsistencia y los señores de la guerra como el ahora famoso Jimmy Cherizier, alias Barbecue.
Lo cierto es que, entender el problema pasa por identificar ciertos elementos de similaridad con los países africanos, al fin y al cabo. La sociedad haitiana es cultural y socialmente más cercana a este continente que otros países de América. Lo que explica cómo las mismas políticas de cooperación que han funcionado en, por ejemplo, Rep. Dominicana, en el país creole han sido un absoluto fracaso. Experiencias como Níger, Afganistán, o el mismo Haití, han demostrado que establecer un Estado desde el exterior suele ser un fracaso.
Son cada vez más las voces que piden una solución propuesta desde la sociedad haitiana. No obstante, ningún experto aclara qué significa eso. Lo cierto es que, las Naciones Unidas no pueden permitirse un baño de sangre en Haití. Por lo que seguramente veamos una intervención internacional puede derivar en: A) Una negociación con los «warlords” o B) Un nuevo gobierno impuesto que caerá en los próximos años. La solución no está a la vista.
IMAGEN DE LA SEMANA
¿Un paso hacia la segregación religiosa en India?
Por Marko Sal
A pocas semanas de que Narendra Modi busque su tercer mandato, el gobierno de India ha anunciado la implementación de la Ley de Enmienda de Ciudadanía, una medida migratoria que ofrece una vía expedita hacia la naturalización para hindúes, parsis, sijs, budistas, jainistas y cristianos que buscaron refugio en India desde Afganistán, Bangladesh y Pakistán. Sin embargo, la ley excluye a los inmigrantes musulmanes de este proceso.
Aunque la ley fue aprobada en 2019, el gobierno de Modi pospuso su implementación debido a las masivas protestas que surgieron en la capital del país y otras ciudades. Los opositores han criticado que la ley contradice los principios seculares consagrados en la Constitución del país. Con el tiempo, bajo el liderazgo de Modi, India se ha vuelto más nacionalista, lo que podría empeorar la segregación de la minoría musulmana y aumentar el sentimiento antimusulmán característico de su gobierno. Además, se lo ha criticado por utilizar esta enmienda para polarizar el debate electoral en torno al hinduismo, considerado como la principal fuente de votos que podrían asegurar la victoria electoral de Modi en las elecciones que se celebrarán en abril y mayo.
Aunque las autoridades indias aseguran que la ley tiene un propósito humanitario y está destinada a otorgar ciudadanía a las minorías religiosas que huyen de la persecución, Amnistía Internacional criticó la ley, calificándola de discriminatoria. Sin embargo, es importante destacar que India no es signataria de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, por lo que no reconoce las identificaciones del ACNUR y plantea una cuestión migratoria aún más ambigua.
Irlanda: un rotundo NO
Por Francisco Sanchez Giachini
“Estábamos equivocados”. Estas fueron las palabras de Leo Varadak, primer ministro irlandés, luego de que el pasado 9 de marzo los irlandeses asestaran dos duros golpes al gobierno en cuanto a los referendums para la “modernización de la Familia” que habían sido propuestos.
Los mismos tenían como finalidad actualizar la Constitución irlandesa, que se mantenía impoluta desde su aprobación en 1937. La misma, que fue en su momento redactada con ayuda de la Iglesia Católica, mantiene rezagos de una época donde el rol de la mujer se encontraba subordinado a tareas del hogar y la Familia tradicional era la única válida.
El primero de los referéndum tenía como finalidad cambiar un concepto de familia apegado al de “matrimonio” y con fuertes tintes católicos, por uno referido a una “unión duradera”. El segundo buscaba acabar con el concepto de la mujer ama de casa clásica. Según la constitución de 1937 «… Al vivir en el hogar, la mujer proporciona al Estado un apoyo sin el cual no se puede lograr el bien común» y «Por lo tanto, el Estado debe esforzarse por garantizar que las madres no se vean obligadas por la necesidad económica a realizar un trabajo remunerado y, por lo tanto, tengan que descuidar sus tareas domésticas». Ambas propuestas fueron rechazadas por un 67,7% y un 73,9% respectivamente.
Tanto quienes hicieron campaña por el “sí” como por el “no” atribuyen este fuerte mensaje electoral no tanto al contenido o significado mismo de las propuestas, sino a la vaguedad y liviandad de las mismas. Con esta, son 13 en total las veces en que los irlandeses han rechazado un referéndum, dando una clara muestra de que la apertura al cambio es algo difícil en una sociedad donde, a pesar de los tiempos que corren, mantienen un fuerte apego a la doctrina católica.
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