¿Qué importancia tiene la caída de Bakhmut?
Por Arturo Bautista
La ciudad ucraniana asediada durante meses ha sido el centro de una gran controversia respecto a la necesidad de defender la localidad o no hacerlo. Pero el valor real de esta contienda se encuentra en conquistar la mente de la comunidad internacional.

Algunos expertos cuestionan la importancia estratégica de Bakhmut. Después de ser el foco de una intensa operación del Grupo Wagner, la ciudad ha quedado destruida, con un aire a pueblo fantasma, y su ocupación por las fuerzas del Kremlin podría tener más peso y significado desde lo simbólico que desde lo estratégico.
En primer lugar, vamos a explicar los tres niveles de conducción de la guerra, ya que la importancia de Bakhmut ha de encuadrarse dentro de alguno de estos. Aunque hay variaciones en las terminologías utilizadas por los diferentes teóricos militares, los tres niveles comúnmente aceptados a la hora de pensar un conflicto bélico son el estratégico (o político-estratégico), el operacional y el táctico.
Estos niveles ofrecen un marco para analizar y planificar las acciones militares en función de sus objetivos y alcance. Estos tres niveles, como se intuye, van de lo más alto a lo más bajo en cuanto a la magnitud de su accionar. De todos modos, cada uno, en especial el operacional, genera dudas, por lo que es preciso analizarlos más en detalle.

Cuando hablamos del «nivel estratégico» hacemos referencia al estrato más alto, y se refiere a la planificación y dirección general de una guerra o conflicto. Aquí, los líderes militares y políticos toman decisiones sobre los objetivos generales de la guerra, la movilización y asignación de recursos, y la diplomacia. El nivel estratégico también implica la identificación de las alianzas, la selección de los teatros de operaciones y el establecimiento de los objetivos políticos y militares a largo plazo.
El «nivel operacional» conecta las acciones estratégicas con las tácticas en el campo de batalla. En este nivel se planifican, coordinan y ejecutan campañas y operaciones militares en un teatro de operaciones específico, como una región geográfica (por ejemplo, el Donbás) o un frente de batalla. El objetivo principal en el nivel operacional es lograr los objetivos estratégicos asignados mediante la organización, el despliegue y la maniobra de las fuerzas militares. Esto puede incluir la coordinación de unidades militares, la logística, la inteligencia y la comunicación entre diferentes fuerzas y servicios.
Por último encontramos el «nivel táctico». Este nivel se enfoca en las acciones y batallas individuales en el campo de batalla. Aquí, las unidades militares más pequeñas, como batallones, compañías y pelotones, llevan a cabo misiones específicas y combaten al enemigo utilizando las TTPs (tácticas, técnicas y procedimientos) apropiadas.
Las decisiones tácticas incluyen la selección de objetivos, la elección de formaciones y tácticas de combate, y la utilización de armas y equipos. El nivel táctico es el más cercano al combate real y se centra en ganar enfrentamientos y batallas individuales para contribuir al éxito en los niveles operacional y estratégico.

El ejército ucraniano perdió el control efectivo de Bakhmut, una pequeña ciudad en la provincia de Donetsk que antes de la guerra tenía unos 70.000 habitantes. La batalla por Bakhmut ha sido la más larga y sangrienta del conflicto, ha durado más de nueve meses, comenzó a principios de agosto del año pasado y los combates se mantuvieron durante todo el otoño y el invierno.
Para el Kremlin la toma de Bakhmut o, mejor dicho, de las ruinas de lo que queda, porque la ciudad ha quedado completamente destruida, es el primer avance significativo desde que comenzó el repliegue a finales del verano pasado.
A pesar de esto, no ha sido una victoria fácil. A falta de datos oficiales, la inteligencia estadounidense estima que entre quince y veinte mil ucranianos y unos veinte mil rusos se han dejado la vida en la batalla, a eso hay que sumar la muerte de unos 4.000 mil civiles y decenas de miles de heridos en los dos bandos.
De cualquier modo, la cuestión sobre quién ganó realmente la batalla de Bakhmut no se decidirá por el control efectivo de la ciudad devastada, sino por la siguiente fase de la guerra que -previsiblemente- dará comienzo en las próximas semanas.
Los ucranianos se han visto obligados a luchar calle a calle, edificio a edificio con un altísimo coste en vidas para detener el avance ruso. Para principios de año aquello ya se había convertido en una trituradora de carne que exigía refuerzos continuos de tropas de refresco y experimentadas ya que la naturaleza urbana del combate exigía soldados muy bien entrenados. Eso ha tenido un impacto tanto en el ejército ucraniano como en las unidades rusas. Éstas últimas pertenecían al ejército regular, pero sobre todo a la milicia de la compañía Wagner, compuesta por mercenarios a las órdenes de Moscú.

La batalla por Bakhmut ha puesto de relieve lo limitados que se han vuelto los objetivos de guerra del Kremlin. Los medios rusos, que al comienzo de la guerra informaban sobre el avance relámpago de su ejército hacia Kiev, Járkov y Odesa, en los últimos días han ido dando actualizaciones diarias sobre las luchas por las calles e incluso dentro de los edificios de una simple ciudad de provincias que hasta esta guerra era muy desconocida, incluso dentro de la propia Ucrania. El hecho de que el ejército ucraniano haya conseguido mantener las posiciones durante nueve largos meses, que coincidieron con los de meteorología más dura de todo el año, supone todo un logro y es la demostración de lo tremendamente eficaz que se ha vuelto la infantería ucraniana.
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Ahora nos surge la siguiente pregunta, ¿en qué nivel se encuentra Bakhmut? Pues a pesar de la resonancia de la ciudad, no es una de las ciudades más grandes o prominentes del país. Por supuesto, su valor no se puede analizar de manera cuantitativa improvisada, es decir, por meros kilómetros cuadrados o población. Las ciudades son más que la suma de sus partes. Situada en la región de Donetsk, Bakhmut empezó a adquirir cierta importancia estratégica en los últimos años debido al conflicto entre Ucrania y los rebeldes apoyados por Rusia en el este del país.
La ciudad se encontraba cerca de la línea de contacto entre las fuerzas ucranianas y las fuerzas separatistas, lo que la convirtió en un punto estratégico para el control y la seguridad en la región. Además, Bakhmut es un centro de transporte y comunicaciones en el área, con carreteras (la M03 al norte hacia Slovyansk y la T0504 al oeste hacia Kostyantynivka) y vías ferroviarias que conectan la región de Donetsk con otras partes de Ucrania, así como con Rusia, lo que es de gran importancia a nivel logístico para sostener el avance ruso.
De todos modos, Ucrania no solo necesita recuperar Bakhmut, sino ser capaz de ganar la mente de la opinión publica internacional, es ahí donde se enfrenta la otra batalla, casi tan importante que la física.
Arturo Martínez Bautista (México): Estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad Tecnológica de México.