Ovnis sin marcianos
Por Arturo Marínez Bautista.
Mientras las autoridades guardan silencio, los rumores sobre globos y objetos no identificados han inundando las redes sociales. Tal vez vinieron de China, tal vez de algún lugar más lejano, mucho más lejano ¿Qué está pasando?

Por un lado, el suceso podría dar fin a las historias de extraterrestres volando sobre la Tierra, por otro, el derribo de los artefactos aéreos ha desencadenado una desinformación desenfrenada sobre los objetos, su origen y su propósito, mostrando cómo los complicados acontecimientos globales y la falta de información pueden crear rápidamente las condiciones perfectas para las conjeturas y la desinformación sin control.
La presencia de objetos misteriosos en lo alto del cielo no ayuda.
El viejo misterio de los ovnis que de vez en cuando se avistan en el firmamento continúa sin aclararse, pero estos días se ha revelado lo que son algunos de los interrogantes (no todos, por supuesto).
Algunos expertos, analizando el origen y condición del globo gigantesco que sorprendió sobrevolando el cielo de varios estados, enseguida concluyeron que no era una nave espacial tripulada por marcianos.
Las dudas se disiparon pronto cuando se descubrió que se trataba de un globo espía chino, cuyo gobierno se enfadó mucho cuando un avión lo derribó en las costas de Carolina del Sur, porque no se trataba según ellos de un dispositivo espía, sino de un “simple globo meteorológico” que se había desviado de su ruta por el viento.
El globo estaba equipado con múltiples antenas capaces de realizar «operaciones de recopilación de inteligencia», declaró un alto funcionario del Departamento de Estado en una rueda de prensa.

En la espera, la relación entre Estados Unidos y China, que ya era tensa, se ha complicado hasta el extremo de que el secretario de Estado canceló el viaje a Pekín donde estaba previsto que abordase algunas cuestiones importantes, como la situación de Taiwán.
Hasta el 13 de febrero de 2023, un total de 3 artefactos voladores no identificados han sido rastreados por el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, por sus siglas en inglés) y derribados por las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Canadá.
Por orden cronológico, el primer ovni fue derribado el viernes 10 de febrero, en aguas de la costa norte de Alaska (Estados Unidos), según informó el NORAD; el segundo fue atajado el sábado 11 de febrero, en el territorio de Yucón (Canadá), como informó el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; el tercero fue destruido el domingo, 12 de febrero, en el espacio aéreo sobre el lago Hurón, en Michigan (Estados Unidos), según confirmó el Departamento de Defensa estadounidense.

¿Qué son los objetos? ¿Cuál es su origen? ¿Qué propósito tenían?
Hay pocos detalles sobre el aspecto de los objetos.
Sobre los derribados en Alaska y Yukón, las autoridades han detallado que volaban mucho más abajo de los 60,000 pies (18.29 kilómetros), altura a la que se detectó un globo clasificado como “espionaje de procedencia china”.
El de Alaska era del tamaño de “un pequeño coche”, según John F. Kirby, portavoz de la Casa Blanca; y el de Canadá tenía una forma cilíndrica, según la ministra de defensa canadiense, Anita Anand.
Sobre el artefacto de Michigan, el Departamento de Defensa estadounidense detalló que volaba a 20,000 pies de altura (6.1 kilómetros) y suponía “un riesgo para la aviación civil”. Tenía una estructura octogonal de la que colgaban cuerdas, como han comentado oficiales estadounidenses a The New York Times.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Policía Montada de Canadá (Royal Canadian Mounted Police) están estudiando los restos de los 3 artefactos para investigar su origen, naturaleza o propósito.

¿Son de origen extraterrestre?
Junto a las teorías de conspiración política, se sugirió que los objetos aéreos eran de origen extraterrestre, pues hace poco se compartieron fotos de supuestos ovnis en Internet y las búsquedas del término «ovni» se dispararon en todo el mundo.
Según datos de Google Trends, se ha generado cierta confusión sobre este tema. En primer lugar, por el acrónimo que se le otorga a los objetos volantes no identificados (OVNI o UFO en inglés), nombre que se relaciona con el fenómeno de avistamientos no confirmados de naves alienígenas.
En segundo lugar, por una pregunta que una periodista le hizo en rueda de prensa al General Glen D. VanHerck, comandante del NORAD.
La pregunta, relata El País, fue la siguiente: “Dado que todavía no nos ha podido decir qué son esas cosas a las que estamos disparando desde el cielo, eso plantea la pregunta: ¿Han descartado alienígenas o extraterrestres? Y, si es así, ¿por qué?”. La respuesta de VanHerck fue: “Dejaré que la comunidad de inteligencia y contrainteligencia lo averigüen. Yo no he descartado nada en este momento”. Estas declaraciones se han empleado para intentar vincular los artefactos a los alienígenas.
Pero según entrevistas recopiladas por The New York Times a oficiales estadounidenses, ningún organismo o agente de inteligencia considera que estos artefactos puedan ser alienígenas, sino objetos fabricados en el planeta Tierra. Luiz Elizondo, oficial de inteligencia militar que dirigió el programa de OVNI del Pentágono hasta 2017, coincidió con estas perspectivas. Otro oficial de Defensa detalló a Politico que “no hay ningún indicio de alienígenas o actividad extraterrestre en estos recientes derribos”.
Los mensajes en línea que mencionan extraterrestres aumentaron casi un 300 % desde que se identificó el primer globo, según un análisis realizado para The Associated Press por Zignal Labs, una empresa de inteligencia de medios de comunicación con sede en San Francisco. El análisis de Zignal incluyó millones de publicaciones en plataformas como Facebook, Twitter y Reddit.
Así, las suposiciones sobre la idea de que no estamos solos en este mundo aumentan a velocidades pocas veces vistas a causa de la falta de respuesta en torno a un tema que invita fácilmente a volar la imaginación.
Arturo Martínez Bautista (México): estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad Tecnológica de México.