El Precio del Orgullo
Hoy, día 28 de Junio, con motivo del día internacional del Orgullo LGBTQIA+, hemos de recordar cómo surgió este movimiento, reivindicativo de una sociedad que dé cabida y visibilización a la gran diversidad con la que las personas podemos experimentar y expresar nuestra identidad de género y sexualidad.

No podemos olvidar que, para que hoy el Orgullo sea una celebración y motivo de fiesta en numerosos países, hace 41 años tuvo que ser una protesta. Si retrocediésemos a la madrugada del 28 de Junio de 1969, en un pequeño pub de Nueva York, conocido como Stonewall Inn, encontraríamos una redada policial rutinaria, dirigida a perseguir personas no normativas, pertenecientes al colectivo LGBTQ y racializadas principalmente. Este suceso, representativo de la opresión sistemática e institucionalizada que sufrían las personas no normativas, fue el detonante que impulsó las primeras manifestaciones y revueltas en reivindicación de los derechos y la libertad de expresión de personas LGBTQ. Las protestas se extendieron durante toda una semana y han pasado a la historia bajo el nombre de Revuelta de Stonewall, acontecimiento que favoreció la organización de la comunidad LGBTQIA+ en grupos de activismo y que se considera el origen del Orgullo a nivel internacional.


Sin embargo, el desarrollo del movimiento no pudo avanzar de forma unánime en todos los países, debido a las circunstancias políticas y sociales de cada uno. En España, por ejemplo, la llegada del Orgullo se retrasó, debido a que, en aquel momento, el país se encontraba en plena dictadura franquista.
Desde el inicio de la dictadura de Franco, las personas LGBTQ eran perseguidas por el Régimen y la Iglesia. En 1959, con la reforma de la Ley de Vagos y Maleantes, comenzó la represión institucionalizada de los homosexuales y de cualquier persona que llevase un modelo de vida no convencional. Esta ley penaba la homosexualidad con hasta cinco años de prisión y trabajos forzosos en campos de concentración. En 1970 se aprobó la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social para sustituir a la Ley de Vagos y Maleantes y, con ella, además, comenzó a dividirse a los homosexuales presos en cárceles para activos y cárceles para pasivos. Sin embargo, ese mismo año, un grupo de activistas españoles, conocedores de la Revuelta de Stonewall, crearon en la clandestinidad el Movimiento Español de Liberación Homosexual. De este modo, en España encontramos la fundación de la primera organización activista LGBTQ+ en el año 1970, pero hemos de esperar hasta junio de 1977, ya en una España democrática, para que se convocase la primera manifestación del Orgullo. Esta tuvo lugar en Barcelona y reivindicaba la derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que aún continuaba vigente. Fue apoyada por varias manifestaciones posteriores y, finalmente, en 1978, la ley se reformó y la homosexualidad dejó de ser considerada delito en España.
La historia del Orgullo en España es un claro ejemplo de que, aunque el origen del movimiento se fecha en 1969, su desarrollo varió y aún hoy difiere entre países. Así encontramos que el matrimonio homosexual fue reconocido en España en 2005 y en Argentina en 2010 pero no así en EEUU hasta 2015. También es relevante observar que en Argentina las personas transgénero pueden cambiar el nombre y género que aparece en su documento oficial de identidad desde 2012, mientras en España los menores transgénero no han podido cambiar el género que aparecía en sus DNI hasta 2019.
Sin duda, todos los avances legislativos, más tempranos o más tardíos, son representativos del éxito en la lucha del movimiento LGBTQIA+, pero si tuviese que determinar un indicador claro de progreso, elegiría la visibilización de personajes pertenecientes al colectivo en series y películas de éxito. Hoy en día muchas personas pueden sentirse representadas por personajes de ficción, en ocasiones incluso por los protagonistas de las historias, en producciones que hace apenas unos años hubiesen sido impensables. De este modo encontramos series que educan e informan sobre temas relacionados con el movimiento, su historia y su situación actual como lo son Pose, que reivindica la cultura queer y sus raíces marginales, Sex Education, donde se da una imagen auténtica de cómo viven la atracción y las relaciones sexuales los jóvenes hoy en día, y Orange is the New Black, que combina activismo LGBTQIA+ y feminismo interseccional en una historia que gira alrededor del romance que viven dos mujeres dentro de una cárcel femenina.
En definitiva, son indudables los avances que ha logrado el colectivo LGBTQIA+ y gracias a ellos hoy muchas personas podemos sentirnos orgullosas de nuestra identidad, celebrar el legado que nos dejaron los primeros activistas del movimiento y seguir luchando por una sociedad más inclusiva.
Sara de la Nogal (España): Estudiante de Psicología en la Universidad de Granada.
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