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¿Qué esperar de León XIV?

Por Juan Francisco Baroffio

Tendremos que analizar las posibles líneas de liderazgo del Nuevo Papa León XIV, destacando su visión global, su enfoque en la cercanía con las comunidades, su trabajo en temas como la migración, tradición y reforma; pero sobre todo con su compromiso con una iglesia que busca entender y acompañar a los más necesitados.

Bueno, en primer lugar, no resulta sencillo en estos primeros momentos decir qué es lo que se viene en el papado de León XIV. Ya que, la elección del cardenal Robert Francis Prevost Martínez (1955), sin dudas ha tomado por sorpresa a todos, tal y como fue lo que ocurrió con su predecesor.

Sin embargo, lo que si nos puede dar un indicio de hacia donde se encaminara el nuevo sucesor de pedro son las pisadas que él mismo ya ha ido dejando.


Una mirada universal

En una entrevista con Vatican News de 2023, el recién asumido como Prefecto del Dicasterio para los Obispos (por elección del papa Francisco), habló del “identikit del obispo”. Se refirió, en aquella entrevista, a cuestiones que deberían ser primordiales para los obispos católicos. Entre ellas, destaco: la prudencia a la hora de usar redes sociales, las cuales deben fomentar la cercanía a Cristo, compartir la belleza de la fe y la proximidad con los miembros de la comunidad “sin excluir a nadie”.

También, mencionó la importancia de ser “católico”, esto es, de ser “universal”. En otras palabras, tener una mirada más allá de la de su diócesis. Es decir, “una visión mucho más amplia de la Iglesia y de la realidad, y experimentar esta universalidad de la Iglesia”.

Respecto, a esta mirada universal, católica, es lo que conlleva el empaparse de las realidades de la propia comunidad. Tal y como nos dice el refrán: la caridad empieza por casa. Esto implica, no olvidarse del contexto global en el que se vive.

El mundo, actualmente, presenta desafíos que no se pueden enfrentar con miradas “ombliguistas”. Es por ello que, justamente la tendencia global a la que nos enfrentamos parece ser una vuelta al imperio de los nacionalismos y al del “sálvese quien pueda” y ambas posturas ven como amenaza al otro, al diferente, al de “afuera”. En otras palabras, el otro es solo un rival.

La tradición y la reforma

El mensaje que predica sobre la importancia de una mirada global, no es algo solamente hipotético o una expresión de buena voluntad ya que, durante más de una década (2001-2013) Prevost dirigió la Curia General Agustina.

Dicha orden religiosa fue fundada por Agustín de Hipona (354-430) y tiene presencia en 50 países alrededor del globo. Esto le permitió enfrentarse a las realidades de un mundo que cambia a velocidades siderales y que cada día más rechaza las tradiciones y las instituciones. Por lo que, conciliar la importancia de ciertas tradiciones, reformar aquellas que no tienen cabida, aggiornar otras y aceptar lo bueno del mundo contemporáneo, pero atento a contener lo malo, son tareas que para León XIV no resultan desconocidas.


Imagen | lavozdelcinaruco.com

En salida

Prevost, como obispo de Chiclayo (2015-2023), puso en práctica aquello de “una Iglesia en salida” como había exhortado Francisco. Asimismo, para Prevost, ser un pastor con olor a oveja no era algo nuevo. Ese había sido su carisma como misionero: conocer la realidad social de los hombres y mujeres que más necesitan del auxilio espiritual y material.

Tal y como el mismo dijo en el año 2024: “El obispo no debe ser un principito sentado en su reino. Está llamado auténticamente a ser humilde, a estar cerca de la gente a la que sirve, a caminar con ellos, a sufrir con ellos

Lo que se condice al pensamiento de Agustín de Hipona el cual reza que: en la Ciudad de Dios, no solo viven los puros, los ángeles. En ella conviven hombres terrenales y espirituales, formando un conjunto que busca la Verdad, el amor y la paz, y que intentan rechazar lo meramente mundano y el pecado.

Por lo que, el mensaje actual a la Iglesia, es que no se puede despreciar a las personas de buena voluntad por el solo hecho de rezar a un dios diferente, o incluso por no rezar a ninguno.


Imagen | @UniCatolicos_es

La migración

Desde diversos medios, incluidas las redes sociales, el entonces Cardenal de Chiclayo hizo saber sus críticas a la nueva política migratoria de su país natal encabezado por Donald Trump y J.D. Vance.

Este último, J.D. Vance, quien se identifica como católico conservador, afirmó que la política de expulsión llevada adelante por la nueva administración de Trump era un “Ordo Amoris”, esto es: un Orden del Amor.

Ya que, sostiene que priorizar a los ciudadanos nacionales por sobre los migrantes era un verdadero acto de amor. Una especie de “La caridad empieza por casa”, muy mal entendida.

Ante esas afirmaciones, (que el mismo Francisco refutó) Prevost, por su parte, expresó en X (antes Twitter): J. D. Vance está equivocado: Jesús no quiere que jerarquicemos nuestro amor por los demás (03/02/2025).

Un gesto

Uno de los gestos que impacta del nuevo Sumo Pontífice (que entiende, como su predecesor, que los gestos valen más que los meros discursos), es que optó por la ciudadanía peruana en el año 2015 . Ya que, con dicho país trasandino, lo une una historia de dos décadas de apostolado, en los que conoció las profundas realidades humanas.

En resumen, presentarse ante el mundo como un ciudadano de la primera potencia mundial que esgrime (hoy más que nunca), una mirada racista y xenófoba, pero también como ciudadano de un país con las consabidas problemáticas latinoamericanas, nos habla de lo endebles que son las fronteras humanas, geográficas y mentales.

Es claro que estamos en un mundo en el que crece la desigualdad y en el que la migración es un fenómeno acuciante. Que, asimismo, las tendencias políticas de izquierda y derecha se radicalizan y se repliegan sobre sí mismos y en un mundo que nos invita y tienta en el para abandonar la Inteligencia Natural por Inteligencia Artificial.

En vista a lo mencionado, ser un hombre de Chicago que decide no solo prestar atención al Sur, sino que también correr a empaparse de la realidad y abrazarse con las alegrías y tristezas de los que viven en los márgenes de la sociedad, ciertamente es algo a tener en cuenta.

Finalmente, y siendo que recién estamos ingresando en la era de León XIV, no podemos decir con una certeza implacable qué nos deparará el futuro. Pero si podemos, conocer el camino que lo llevó hasta el trono de Pedro, y ello parece darnos pistas de que su pontificado buscará llegar a los que sufren, a los que están del otro lado y que tenderá puentes para encontrarnos todos, como un único pueblo, sin importar nacionalidades, ideologías, creencias o elecciones de vida.

No por nada, en sus primeras palabras como Papa dijo: Dios nos ama a todos. Toda una declaración programática.


Juan Francisco Baroffio: Escritor y ensayista. Instagram: (@queremoslibros). Director de Ulrica Revista. http://www.ulricarevista.com

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