Comprar votos en España:¿Qué pasó en Melilla?

Por Luis Souto

Un caso que llama la atención: Melilla, 5.000 votos perdidos, más de un millón de euros para comprar la voluntad y sospechas de intervención de Marruecos para influir sobre territorios que consideran por naturaleza propios.

El pasado mes de mayo España celebró elecciones autonómicas y municipales marcadas por un cambio de ciclo político escorado hacia la derecha. Además de la polarización, la campaña estuvo marcada por las acusaciones de “compra de votos”, algo que para muchos suena impensable en uno de los países más ricos Europa.

Es imperativo comenzar explicando qué ocurrió. El 28 de mayo España celebró elecciones municipales y regionales. Varias semanas antes, Correos, la empresa pública de envíos española abre la posibilidad de votar por servicio postal. Aquellas personas que no puedan ir a votar en los colegios, se presentan en las oficinas de Correos y solicitan el voto por correo mostrando su DNI (Documento Nacional de Identidad).

Poco antes de las elecciones, quienes lo solicitaron, reciben los documentos para votar: sobre, papeletas, certificado. Entonces, el votante o su representante lleva los documentos a Correos para emitir el voto. Aquí es donde se pone complicado. Para enviar el sobre con el voto no hace falta identificarse ante el trabajador de Correos. Esto quiere decir que cualquiera puede emitir tu voto siempre que tenga los documentos que recibiste.

Ahora, la pregunta principal ¿Se puede y se compran votos en España? La respuesta breve es que sí. Según diversas fuentes consultadas por Diplomacia Activa la “compra de votos” es una práctica común en algunos pueblos y ciudades pequeñas, especialmente en el sur de España. Aunque las acusaciones e investigaciones son comunes en todas las elecciones, hasta el momento solo existe una condena firme por compra de votos. En el año 2021, el Tribunal Supremo ratifico la condena contra 17 miembros de los partidos Coalición Por Melilla (CpM) y Partido Socialista Obrero español (PSOE) incluyendo al Presidente del primero y el Secretario general del segundo en la ciudad de Melilla.

El procedimiento seria el siguiente: un individuo pide votar por correo y recibe la documentación, un grupo delincuencial compra el voto  a la persona y posteriormente lo entrega en la oficina de Correos previo pago de un partido político. Como explican desde The Political Room, esta situación tiene más sentido en ayuntamientos pequeños, ya que en los grandes es complicado afectar el resultado con un método tan rudimental.

Lo que sabemos de Melilla 2023

Melilla es una Ciudad Autónoma española con unos 86.000 habitantes aproximadamente. La ciudad es estratégica pues se trata, junto a Ceuta, de las dos fronteras terrestres entre Europa y África y por tanto uno de los puntos calientes de la migración irregular. La gran mayoría de la población es ibérica o rifeña, una etnia del noroeste de África que habita entre España y Marruecos. Las pasadas elecciones municipales fueron noticia en toda España por un presunto intento de compra de votos masivo.

Algunas semanas antes de las elecciones, varios carteros que llevaban votos fueron asaltados y las papeletas personales robadas. La policía comenzó a acompañar a los repartidores para evitar más problemas de este tipo. Tan solo dos semanas antes de las elecciones, la Policía destapo una trama de compra de votos masiva en la Ciudad norafricana. Según la delegada del gobierno en Melilla, Sabrina Moh: “hasta el 20% de los votos podrían haberse comprado”. Moh explico que la alarma salto por el incremento exponencial del voto por correo: de 4,000 en 2019 a 10,000 este año.

La Junta Electoral, organismo encargado de preparar las elecciones decidió imponer un requerimiento para que todos los votos emitidos en Melilla a través de Correos, debían ir acompañados de la identificación del votante.  La medida, casi milagrosa, elimino de la noche a la mañana las filas en las empresas postales. Dos días después, la Policía detectaría un intento de soborno en una oficina de Correos en Barcelona para emitir votos de Melilla, lo que hizo que la medida se extendiera a todo el país.

ElPaís informo que la mitad de los 10,000 votos solicitados se perdieron, ya que una vez solicitado el voto por correo el ciudadano pierde el derecho a votar en el colegio electoral. Aquí es donde viene la parte más delicada. Según estas estimaciones alrededor de unos 5.000 votos que fueron inicialmente solicitados y recibidos por los votantes melillenses se perdieron, ya que nadie los llevo a la oficina de Correos. Todo esto después de que la Junta Electoral pidiera el DNI para votar.

Los pensamientos negativos llegan con la participación. Primero la abstención aumento del 36,59% en 2019, hasta el 45,63% en 2023. En total, se emitieron 5.335 votos menos. El partido con mayor crecimiento fue el PP, unos 2600 votos más con respecto a las últimas elecciones que le dieron la mayoría absoluta para gobernar. Si bien uno de los detenidos presuntamente “compraba” votos para dicha formación, la subida puede deberse, parcialmente, a la desaparición de Ciudadanos. En la mayor parte de España, los votos del partido de centro fueron absorbidos en gran medida por la centro derecha.

Por otro lado está CpM, que sufrió una fuerte derrota. La sombra del supuesto fraude empujo al partido islamista desde los 10.472 hasta los 5.557. Es decir, 4.915 votos menos. Una cifra que se acerca a la mitad de sus antiguos electores y que sospechosamente también se aproxima a la cantidad de votos por correo no emitidos.

Por supuesto, esto no significa que CpM sea responsable por la supuesta compra de dichos votos, como apuntan analistas consultados por DA, el foco mediático puesto por el partido le resto una credibilidad y apoyo social importante en la Ciudad Autónoma, lo que podría explicar la hecatombe electoral.

La Policía Nacional prosigue las investigaciones al respecto y la mantiene con bastante cautela y secretismo. No es para menos cuando podría haber fuerzas extranjeras envueltas en ello. Diplomacia Activa contactó al Partido CpM para recopilar su posición al respecto de estas acusaciones, pero no recibió ninguna respuesta por parte de su equipo de prensa.

¿Está Marruecos detrás de la trama?

Llegados a este punto, es entendible que la duda está en quién financió la operación. Es bien sabido que los partidos políticos reciben subvenciones; sin embargo, las cantidades no son especialmente destacables en el caso de Melilla. Según informa Alejandro Entrambasaguas para eldebate.com, la Policía cree que la trama de la compra de votos por correo podría ascender hasta los 2 millones de euros. Una cantidad extremadamente alta para partidos de una ciudad mediana.

La investigación de Entrambasaguas encontró que las pesquisas policiales apuntan a financiación con dinero en efectivo proveniente de Marruecos. Un método que dificulta enormemente el rastreo de su origen. Las autoridades europeas han destacado en varias oportunidades su buena cooperación con Rabat en la investigación de un una trama criminal que es considerada de relevancia “estratégica”.

A pesar de ello, varios medios, políticos y periodistas españoles han apuntado a los servicios secretos marroquís como potencial fuente de financiación. Como comentamos en otro artículo de Diplomacia Activa, Marruecos mantiene una política internacional basada en la doctrina irredentista. Esta asegura que existe un “Gran Marruecos” que incluye territorios de varios países vecinos, incluyendo Melilla.

El Gobierno de Rabat ha utilizado diversos métodos de presión contra estas ciudades: desde la instrumentalización de la migración, pasando por el uso de algunos exministros españoles para defender su hipótesis, e incluso el intento de asfixia económica imponiendo restricciones a la circulación de bienes y personas entre las únicas fronteras físicas que tiene con la UE.

A pesar de que el reconocimiento del presidente español, Pedro Sánchez, de varios reclamos marroquís, como el Sahara Occidental (De facto bajo control de Rabat desde 1975); lo cierto es que la monarquía alauita ha mantenido sus pretensiones imperialistas sobre las ciudades españolas. La investigación podría extenderse por varios meses más y por lo delicado de la situación Madrid podría mantener sus resultados en secreto. Solo el tiempo dirá si la crisis electoral de Melilla fue algo anecdótico o si podría convertirse en el preámbulo de una crisis de la integridad territorial española.

Luis Souto (España-Venezuela): Periodista, Máster avanzado en Estudios Interdisciplinares por el Colegio de Europa de Natolín, Polonia.