DIPLORAMA 82
Que las noticias no te abrumen, cada tanto, en el mundo hay espacio para los nuevos comienzos y la esperanza.
¿Qué pasa en el mundo cuando no estamos atentos? Somos una organización independiente que genera contenido, análisis y formación en política internacional.
Que las noticias no te abrumen, cada tanto, en el mundo hay espacio para los nuevos comienzos y la esperanza.
Gaza vuelve al centro de la escena. Pero esta vez hay una diferencia: hay una oportunidad para la paz.
La creciente ola de reconocimientos a Palestina revela que la estatalidad no depende solo de marcos jurídicos. Se construye en función de decisiones políticas, contextos históricos y equilibrios regionales que moldean la diplomacia internacional.
El multilateralismo nunca fue fácil, pero siempre fue necesario. La ONU, con todas sus fallas y aciertos, sigue siendo el lugar donde el mundo prueba cómo vivir en paz, aunque a veces se tropiece.
Las Naciones Unidas inauguraron una nueva Asamblea General, en la que más de 140 líderes mundiales debatirán bajo la agenda de UN80. La pregunta de fondo es si la ONU será capaz de renovarse y sostener el multilateralismo, o si quedará atrapada en su propia crisis.
Seamos claros; en la política como en la vida hay varios (quizás demasiados) «elefantes en la habitación». Nuestro trabajo en Diplomacia Activa es desentrañar y contarte semana a semana esas verdades que a más de uno incomodan.
Entre ruinas y exclusiones, Siria celebra sus primeras elecciones parlamentarias tras la caída de Bashar al-Assad. Más que un avance democrático pleno, el proceso refleja una transición frágil, con instituciones en construcción y un país aún marcado por la guerra civil.
Choques militares, acusaciones de narcoterrorismo y la sombra de potencias como Rusia, China e Irán alimentan tensiones crecientes entre Washington y Caracas. ¿Es este el inicio de una nueva Guerra Fría regional o un pulso geopolítico pasajero?
En Nueva York, la ONU promete reformarse; en Nepal, una generación entera aprende a derribar gobiernos; en Israel, la seguridad sirve de excusa para atacar a Qatar; y en Estados Unidos, las balas sustituyeron, una vez más, a las palabras.
En Occidente suele presentarse al régimen chino como un monolito hermético. Sin embargo, el sistema político de la República Popular China es el resultado de un proceso histórico complejo y de instituciones que combinan tradición, centralización y mecanismos de participación controlada. Por Estanislao Molinas
La organización internacional por excelencia enfrenta el reto de cerrar la brecha entre discursos solemnes y prácticas que contradicen sus principios fundacionales.
Pasarela de poder, una presidenta que esquiva al narco y un argentino rumbo a las urnas con más escándalos que reservas: la política despliega, una vez más, su show de símbolos, tensiones y promesas.
La violencia es, una vez más, la triste protagonista de nuestro Newsletter. Esta semana, mientras algunos periodistas se agolpan en los Tribunales de la Ciudad de Nueva York para conocer de primera mano las peligrosas declaraciones de «El Mayo» Zambada, otros lo hacen alrededor de las ruinas que dejan los bombardeos rusos en Kiev. No corrieron con la misma suerte los periodistas asesinados en el bombardeo al hospital Nasser, en Gaza. En este caso, somos los defensores de la prensa libre quienes nos reunimos alrededor de ellos para denunciar tamaño crimen contra la humanidad.
El tratado entre Armenia y Azerbaiyán sellado en Washington, cierra décadas de conflicto en Nagorno Karabaj, pero abre un corredor estratégico bajo control de EE.UU. Una paz pragmática, rápida y con nombre propio, el de Donald Trump.
Entre barcos que “luchan contra la droga” pero anclan donde más conviene, cumbres que prometen paz mientras acumulan pólvora y sanciones que golpean más fuerte que la justicia que dicen defender, Washington despliega su show global: diplomacia a la carta, soberanía selectiva y una fe inquebrantable… en su propio poder.
La historia aguarda, y el curso de los acontecimientos marcará si el madatario estadounidense merece realmente el Nobel de la Paz o si, finalmente, se convierte en la version moderna (y naranja) de la «Paz para nuestro tiempo» de Neville Chamberlain.