Saltar al contenido

DIPLORAMA 65

«No podemos permitirle a un régimen, que es el más peligroso del mundo, que obtenga el armamento más peligroso del planeta«.

Roni Kaplan, vocero del Ejército de Israel.

Edición N° 65

Durante esta semana se registró un aumento significativo en el consumo de pizza en los alrededores del Pentágono, la Casa Blanca y otros sitios donde los tomadores de decisiones estadounidenses deben pasar largas horas trabajando. No, no fue simple gastronomía: algo grande estaba por suceder en el mundo. Este fenómeno se conoce como el «Pizza Meter» y tiene una lógica es simple: si los equipos de seguridad nacional no pueden dejar sus escritorios, piden comida. Y nada llega más rápido que una pizza.

Así, el pico de entregas puede funcionar como una señal temprana de crisis. Cuando las cajas se apilan en Washington D.C., es probable que algo grave esté por ocurrir. En efecto, el cierre de semana fue terrible: Israel lanzó un ataque «preventivo» contra Irán, asesinando a altos mandos de la Guardia Revolucionaria y atacando centrales nucleares del país persa. Todo esto, sin dudas, será tema de conversación este domingo en la cumbre del G7 en Canadá, donde las potencias occidentales tendrán mucho que discutir.

Mientras tanto, si en Estados Unidos la pizza sirve como termómetro político, en Argentina ese rol lo cumple el choripán. Este martes, la Corte Suprema dejó firme la condena a seis años de prisión domiciliaria y la inhabilitación política perpetua de Cristina Fernández de Kirchner, un hecho que, sin dudas, quedará registrado en los libros de historia argentina.


Sombras Nucleares sobre Oriente Medio

Marko Sal

La prolongada historia de tensiones entre Israel e Irán entró en una nueva y peligrosa fase que amenaza con desestabilizar aún más la seguridad regional en Medio Oriente. La madrugada del viernes, Israel lanzó una campaña militar a gran escala contra Irán que podría extenderse durante varios días. Bajo el nombre de “Operación León Ascendente”, Israel llevó a cabo al menos seis oleadas de ataques aéreos contra centros de mando, bases de misiles balísticos y baterías antiaéreas. También afirmó haber alcanzado instalaciones nucleares en Teherán y en Natanz, uno de los principales sitios de enriquecimiento de uranio.

Los ataques tuvieron como blanco a altos mandos militares del país persa, incluidos los jefes del ejército, la fuerza aérea y la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), así como al comandante de la Fuerza Quds. Según fuentes israelíes, Hossein Salami, jefe del IRGC, fue abatido, al igual que Fereydoon Abbasi, exdirector de la Agencia de Energía Atómica. También se reportó que Ali Shamkhani, asesor de seguridad de Ali Khamenei, resultó herido.

Tras la ofensiva, el líder supremo de Irán prometió fuertes represalias, que comenzaron con el despliegue de cien drones y fue seguido por el lanzamiento de cientos de misiles balísticos sobre Tel Aviv, en lo que Teherán denominó, “Operación Castigo Severo”. Mientras tanto, surgen múltiples interpretaciones sobre el trasfondo político y el rol de Estados Unidos en todo esto. En un comunicado apresurado, el secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que Washington no participó en los operativos y que Israel actuó de forma “unilateral”. Por su parte, Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional, recordó que las agencias estadounidenses concluyeron que Irán no está desarrollando armas nucleares y que su programa fue suspendido en 2003, en contraste con la narrativa israelí.

El ex asesor del Departamento de Estado, Vali Nasr, sostuvo que es difícil creer que Israel actuara sin la luz verde de Estados Unidos. Señaló que Trump pudo haber calculado que el ataque suavizaría la posición iraní, pero podría estar cometiendo el mismo error que con la estrategia de “máxima presión”. Algunos analistas creen que EE.UU. busca presionar para acelerar las negociaciones; otros, que Israel ha saboteado deliberadamente la diplomacia.

Trita Parsi, del Quincy Institute, dijo que Israel busca “eliminar la oportunidad de un acuerdo”. Ali Vaez, del International Crisis Group, afirmó que la ofensiva “probablemente arruinó la diplomacia de Trump con Irán” y advirtió que sus próximas decisiones podrían llevar a una guerra amplia. En este tenor, la sexta ronda de negociaciones nucleares, prevista para este domingo en Omán ahora, es incierta ¿Podrá Trump evitar que esta crisis se convierta en una guerra que marque su legado? 

Mientras la incertidumbre domina este escenario, te compartimos las siguientes recomendaciones:


G7, bajo auroras boreales

Santiago Leiva

Fundado en 1975 como una respuesta coordinada a la crisis económica del momento, el G7 -compuesto por las siete economías más grandes del momento-, se reúne cada año para decidir cuáles serán los próximos pasos con una agenda geopolítica siempre cargada. Este 2025 la presidencia la asumió Canadá. El primer ministro Mark Carney, tendrá el desafío de mostrar algo de estabilidad en medio de tanto ruido, y tal vez por ello eligió la tranquilidad de Kananaskis, en Alberta, para encontrarse con los líderes globales.

Además de los clásicos, la lista de invitados incluye figuras como Volodímir Zelensky por Ucrania, Lula da Silva por Brasil, Claudia Sheinbaum -quien se espera que tenga su primer cara a cara con Trump– por México, así como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. A diferencia de algunos organismos internacionales, el G7 se caracteriza por operar de manera informal y sin decisiones legalmente vinculantes. Al igual que otros foros similares —como el G20— el G7 funciona sobre la base del consenso pleno entre los líderes.

¿Qué podemos esperar? Ottawa adelantó que las prioridades del debate serán: proteger a las comunidades globales mediante el fortalecimiento de la paz y la seguridad; promover la seguridad energética y acelerar la transición digital; y, finalmente, fomentar nuevas alianzas que impulsen una infraestructura económica más sólida y resiliente.

Pero vamos, en un mundo cada vez más fragmentado, los protagonistas en los pasillos de la Cumbre serán Israel, Irán, Ucrania, Rusia y, por qué no, la inteligencia artificial o el poder de los grandes empresarios tecnológicos. ¿Habrá sorpresas? Tendremos que esperar, pero como siempre, los internacionalistas esperamos estos eventos como si fuera un Mundial.

Te dejamos algunas recomendaciones para estar preparados: 

¡Nuevo episodio de Internacionalistas!


Happy Birthday, Mr. President…

Iker Escobar León

Imagen | ABC News

Probablemente inspirado por los imponentes desfiles militares del Eje Moscú-Beijing-Pyongyang, Washington D.C. pronto se vestirá de gala, pues la ocasión no es nada menos importante que el Día de la Bandera rojiazul, el aniversario número 250 del Ejército estadounidense y el cumpleaños 79° del presidente de los Estados Unidos de América: Donald John Trump. Es una fecha tan conmemorativa la que tendremos este sábado, 14 de junio. 

La celebración pretende tirar la casa por la ventana, con un presupuesto estimado hasta en 45 millones de dólares, se espera un desfile con más de 6.600 activos del Ejército y 150 vehículos blindados terrestres, los cuales cruzarán las calles de la capital estadounidense dirigidos hacia la Casa Blanca. Al evento, se suma el despliegue de 50 aeronaves, desde históricos aviones hasta modernos helicópteros. No obstante, las festividades cerrarán con broche de oro con la aparición de los Golden Knights, un equipo de paracaidistas del Ejército. Aunque, no todo se trata de marchas militares, la fiesta del Águila calva también incluirá un concierto, un festival montado alrededor y un espectáculo de fuegos artificiales

Por otro lado, la situación dentro del país parece agitar la logística de las celebraciones nacionales. Las últimas detenciones de migrantes y, en respuesta, las bravas manifestaciones de Los Ángeles presionan por movilizaciones civiles a lo largo y ancho de la nación americana, movilizaciones que podrían opacar el pastel. Varias ciudades llaman a sumarse a las protestas “No Kings en contra del mandatario neoyorquino, previstas para este mismo sábado 14. Se estiman hasta 1.800 manifestaciones a lo largo del día, las cuales comparten un rechazo por la administración Trump y sus medidas autoritarias, en especial tras las redadas contra migrantes indocumentados. Aunque el despliegue civil no se efectuará en D.C. por obvias razones, el colectivo busca centrar la atención nacional en los movimientos alrededor del país. 

¿Qué canto resonará más este fin de semana: Happy Birthday, Mr. President o No Kings? Sin respuesta clara aún, algo es seguro: este fin de semana será un día movido dentro de la Unión Americana, tratándose de un día que definirá la historia de la nación. ¿Qué prevalecerá: el llamado a la desobediencia civil o el intento de demostración de poder?

Mientras tanto, te invitamos a leer nuestras recomendaciones:


La condena que divide a un país

Redacción

La expresidenta, y tal vez la política mas influyente de Argentina de los últimos años, Cristina Fernández de Kirchner, fue condenada este martes por corrupción y quedó inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos. La Corte Suprema del país confirmó una sentencia de seis años de prisión por defraudar al Estado durante sus presidencias (2007-2015) en la llamada Causa Vialidad. Aunque por su edad (72 años) podría acceder al arresto domiciliario, deberá presentarse ante la Justicia en los próximos días.

La decisión generó una inmediata respuesta política y social. Mientras Javier Milei celebró el fallo con un escueto “Justicia. Fin” en redes, miles de seguidores de Cristina cortaron las calles en Buenos Aires y se movilizaron frente a su casa. La expresidenta calificó a los jueces como “monigotes” de intereses económicos y denunció un “cepo al voto popular”.

La sentencia llegó justo cuando Kirchner había anunciado su candidatura a legisladora en la provincia de Buenos Aires. Esa banca le habría otorgado fueros parlamentarios. “No es casualidad”, dijo, usando la típica carta de la persecución judicial orquestada por sus rivales para silenciar sus críticas al gobierno y frenar su regreso a la política.

Cristina sigue siendo una figura clave y polarizante de la política argentina. Para sus detractores, encarna un liderazgo populista y el origen de la crisis económica; para sus seguidores, representa los años de bienestar y lo que llaman «justicia social». A pesar del fallo, y que aún debe enfrentar múltiples causas judiciales, su liderazgo dentro del peronismo sigue intacto. Y su poder de convocatoria, también.

  ¿Querés saber más sobre este caso? Acá van algunas recomendaciones:



Paciencia Estratégica

Tras los recientes ataques aéreos israelíes contra territorio iraní —incluidos blancos altamente sensibles como instalaciones nucleares y figuras clave del aparato militar— Teherán ha prometido represalias severas para el país hebreo. Sin embargo, la intención de un conflicto ampliado se mantiene en incertidumbre. Esta contención no es improvisada. Forma parte de una doctrina largamente sostenida por Irán y que protagoniza nuestro diploconcepto de la semana: la paciencia estratégica.

La paciencia estratégica no implica inacción. Es una forma de disuasión pausada que busca evitar una guerra abierta en escenarios de asimetría militar. Irán calcula sus respuestas, no para evitarlas, sino para ejecutarlas en condiciones más favorables. En lugar de responder frontalmente a un bombardeo o asesinato selectivo, moviliza a sus aliados regionales, sostiene la presión diplomática y recurre a mecanismos indirectos como ataques con drones o campañas de desinformación.

Esta estrategia se consolidó especialmente tras el asesinato del general Qasem Soleimani en 2020. En ese momento, Irán contuvo su respuesta directa y optó por una serie de acciones prolongadas: desde ataques controlados en Irak hasta el fortalecimiento de sus redes de influencia en Siria, Líbano y Yemen. La lógica era clara: responder sí, pero sin regalar a sus adversarios la guerra que buscaban.

Ejemplos similares pueden encontrarse en otros contextos. Rusia, en distintos momentos de la crisis en Ucrania, optó por tensar sin intervenir directamente durante años. China ha hecho lo mismo en el Mar de China Meridional, expandiendo su presencia sin provocar confrontaciones mayores. En todos estos casos, el tiempo se convierte en una herramienta de poder: se gana terreno sin disparar primero.

Para Irán, esta estrategia también sirve en el frente interno. La narrativa oficial proyecta serenidad, autodominio y dignidad frente al enemigo. La espera no se presenta como debilidad, sino como temple. Sin embargo, el equilibrio es frágil. Si la contención se extiende demasiado o se percibe como vacilación, puede erosionar la credibilidad del régimen y alimentar tensiones sociales o políticas internas.

Además, cuando el territorio nacional es atacado directamente —como ha ocurrido ahora en Teherán y Natanz— la paciencia estratégica enfrenta su mayor prueba.

¿Podrá Irán seguir jugando al tiempo, o estamos ante el umbral que obligará a redefinir el equilibrio entre cálculo y reacción?


¿Llegaste hasta acá? ¡Gracias! En Diplomacia Activa respetamos la pluralidad de ideas, comprendiendo que el diálogo es la herramienta para encontrar puntos de conexión y construcción frente a las diferencias. Con este espíritu, aportamos a la libertad, la paz, la justicia y las instituciones sólidas. Apóyanos

Deja un comentario

Descubre más desde Diplomacia Activa

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo