Gabriel Boric: radiografía de un Presidente
El pueblo chileno se enfrentó a una de las elecciones más cruciales de su historia. La elección era fácil y difícil al mismo tiempo. Solo dos candidatos, pero que representan ambos extremos de una discusión que comienza para no tener fin.

Con el 99% de las mesas escrutadas y con poco más del 55% de los votos válidamente emitidos, Gabriel Boric se convirtió en presidente electo y en el Mandatario número 34 de la historia del país trasandino. Con posturas que avivaron el miedo a un giro a la extrema izquierda en parte de la opinión chilena, el presidente más joven de La Moneda, logró algo histórico. Veamos un poco de su recorrido:
Para ser elegido Presidente de la República se requiere tener la nacionalidad chilena […] tener cumplidos treinta y cinco años de edad y poseer las demás calidades necesarias para ser ciudadano con derecho a sufragio.
Artículo 25, Constitución Política de la República de Chile
Gabriel Boric, ganador de las elecciones en segunda vuelta que tuvieron lugar el domingo pasado, tiene justamente 35 años. La supuesta falta de experiencia que le han endilgado debido a su corta edad no ha sido obstáculo suficiente para evitar que se hiciera con la jefatura de Estado, evidenciando la consolidación de un proceso cuyo comienzo podríamos fijar en los disturbios sociales del 2019.
Gabriel Boric nació el 11 de febrero de 1986 en Punta Arenas, Chile. Perteneciente a una familia de clase media alta, con ascendencia croata -tal como su apellido evidencia-, es el mayor de tres hermanos. Su primer contacto con la política se dio en su formación pre-universitaria, cuando militó en el colegio al que concurría.

Finalizada su educación media, decidió mudarse a Santiago para estudiar Abogacía en la Universidad de Chile. Allí continuó con su participación política, manteniendo un perfil bajo hasta el año 2011, donde su apellido comienza a ser conocido debido a ser uno de los conductores de las protestas callejeras que exigían mejoras en la educación pública.

En el 2012, fue electo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh). Durante poco menos de un año, Boric llevó adelante la conducción de esta organización, que aglutina a todos los estudiantes matriculados en carreras de la Universidad de Chile, así como también nuclea a todos los centros de estudiantes de las diferentes facultades de dicha casa de estudios.
Al año siguiente de haber presidido la FECh, Boric es electo diputado junto a otros tres políticos menores de 30 años: Giorgio Jackson, Karol Cariola y Camila Vallejo; ésta última había ocupado el cargo de vicepresidente durante el mandato de Boric al frente del FECh. El chileno ejerció su mandato en representación del pueblo hasta el año 2018, siendo reelecto en los comicios de noviembre del 2017 y encontrándose actualmente en ejercicio de funciones parlamentarias.

Cuando a Gabriel Boric le pidieron que fuera candidato a presidente, se negó. Pero la falta de figuras políticas sobresalientes en su partido, provocó que terminara aceptando. Así fue como en julio de 2021 obtuvo más de 60 puntos en las elecciones primarias, venciendo al candidato del Partido Comunista (PCCh) Daniel Jadue. Meses más tarde, Boric, al frente de una coalición de izquierdas que incluyó al PCCh, se alzó con la victoria electoral, derrotando al líder de la derecha conservadora, José Antonio Kast.
“No importa quién gane, la elección polarizada de Chile pondrá en peligro el papel del país como un intermediario a favor de la democracia en América Latina”.
Paul J. Angelo, Foreign Affairs.
Con apenas 36 años recién cumplidos, Boric asumirá el 11 de marzo de 2022 la presidencia en Santiago, convirtiéndose además en el primer jefe de Estado educado desde la salida de Pinochet y la vuelta a la democracia, así como en el mandatario más joven que haya asumido en la historia chilena. Esto lo hace en un clima político y social caldeado, donde deberá saber muy bien como y con quién negociar a la hora de gobernar.

¿Cuáles son sus propuestas?
Boric se presentó a la segunda vuelta con un programa que denominó “Acuerdo de implementación programática”. En él, se recogen los principales ejes de lo que los más de 4 millones de chilenos que lo votaron esperan sea su agenda política. Ellos son: crecimiento sustentable, reforma del sistema de seguridad social -lo que incluye tanto al esquema de salud como al de pensiones- y reforma del sistema económico-tributario, proponiendo en este último aspecto la implementación de un impuesto a la riqueza y la transformación del sistema de libre mercado para darle al Estado un rol más protagónico en él.
Es innegable que su agenda está planteada no solo alrededor de temas claves en la actualidad si no también de tópicos a los que la juventud le está prestando más atención, cómo son el cuidado del medioambiente, el establecimiento de condiciones dignas de trabajo, la profundización de la igualdad de género, la consagración de los derechos de los pueblos originarios y el reconocimiento de la diversidad sexual. Temas todos en los que Chile presenta un atraso con respecto a sus países vecinos: recordemos por ejemplo la reciente aprobación de la ley de matrimonio igualitario chilena, en comparación con los ya más de 10 años que la ley tiene en Argentina y los casi 8 años que la ley tiene en Uruguay y en Brasil.
La elección de Boric va a significar -seguramente- un cambio de paradigma político en la región. Además, si bien sus detractores usan el factor edad para desmerecerlo, quienes confiaron en él a través de las urnas ven en su figura y su edad un cambio de aire para la política no solo chilena, sino también de Sudamérica, que se ve estancada en las mismas caras y políticas de siempre. El tablero político está cambiando así que quedate, que el mundo nos necesita atentos.
Martina Cancellieri (Argentina): Abogada, Universidad Nacional del Litoral.
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