DIPLORAMA 62
“Completaremos la victoria que nos propusimos en la Franja de Gaza, la lograremos completamente”.
Benjamin Netanyahu
Edición N° 62
El eje de esta semana es, una vez más, nuestro amigo personal Donald Trump. Parecer ser que la especialidad del señor naranja es incomodar a la gente que lo visita, como ocurrió esta semana con el mandatario sudafricano y con Zelensky hace poco más de un mes. A pesar de esto, hay gente a la que sí sabe tratar. Por un lado está Vladimir Putin, con quien habla mucho pero -sinceramente- resuelve poco. Por otro lado encontramos a Netanyahu, quien sabe que tiene que «levantar el pie del acelerador» en Gaza si no quiere perder la amistad (y apoyo) del mandatario norteamericano.
Desde el lujo de las alfombras rojas donde habita el poder, hasta la suciedad de los escombros de la historia, en Diplomacia Activa leemos entre líneas, escuchamos entre bombardeos y traducimos los gestos para que nos ayudes a descifrar el panorama global. Es por esto que te invitamos a interactuar con nosotros mediante las «Notas al Editor», donde podrás dejarnos inquietudes, comentarios, o simplemente un análisis de los temas que tratamos semana a semana.
Gaza a su suerte
Valentina Terranova

La situación en Gaza cruza demasiados límites. Por un lado, Netanyahu declara despreocupadamente que se apoderará de todo el territorio de la Franja de Gaza. En simultáneo, la hambruna alcanza niveles extremos, posicionando a cada vez más países europeos en la disyuntiva de revisar lazos comerciales con Israel. Por su lado China, quien todo lo ve, toma partido y advierte que si un avión chino es atacado por Israel en Gaza habrá represalias. Bajo este complejo escenario internacional, ¿Estados Unidos se vuelve el único aliado de Israel en pie?
Actualmente la crisis humanitaria de Gaza preocupa a gobiernos y organizaciones a lo largo y ancho del mundo; no quedan sitios donde las desgarradoras imágenes de Gaza no hayan viajado. Al ya creciente rechazo de la UE hacia el accionar de Israel, se suman los disparos de las fuerzas israelíes sucedidos el pasado miércoles contra una delegación diplomática europea que se hallaba de visita en la localidad de Yenín. El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino asegura que los ataques tuvieron como objetivo «intimidar» a la comitiva. En la reunión participaron representantes de China, Japón, México, Francia, Países Bajos, Italia, España y Rumania, acrecentando el enfriamiento de las relaciones entre la Unión Europea y Tel Aviv.
Frente a este panorama donde la presión internacional aumenta en torno a Israel, el gobierno da un giro 180° al habilitar parcialmente el ingreso de alimentos y primeros auxilios tras 80 días de un bloqueo de suministros letal. Cabe aclarar que esta reapertura permite el ingreso de ayuda mínima e indispensable con el fin de no perder el apoyo del que parece ser el último aliado de Tel Aviv en esta «guerra»: Donald Trump. La operación de Israel es clara y explícita; tomar toda la franja palestina. Para completarla, explica Netanyahu en un video difundido a través de Telegram, es crucial permitir el ingreso de ayuda al territorio: “No debemos alcanzar una situación de hambruna por razones prácticas y diplomáticas” afirma.
Demostrando una vez más que Israel avanza sin tambalear, con la mirada fija en sus intereses, el ejército israelí ordenó este jueves a la población del norte de Gaza que se desplace “de manera inmediata” para una nueva ofensiva. No hay rechazo mediático y diplomático que detenga al mal, si las sanciones y exigencias europeas no comienzan a estar a la altura de los hechos, depender del accionar de Estados Unidos puede ser lo mismo que dejar a Gaza a su suerte.
Si te interesa seguir de cerca la situación de Gaza, te recomendamos el siguiente contenido:
- Trucks carrying aid enter Gaza for the first time in 80 days | The Washington Post
- Conflicto en Oriente Próximo – 22 de mayo de 2025 | Israel planea concentrar a la población gazatí en “zonas seguras” del sur de la Franja mientras bombardea el centro y el norte | El País
- Israel prepara un posible ataque contra instalaciones nucleares iraníes, dicen funcionarios de EE.UU | CNN
Crisis en la Sudáfrica post-apartheid
Iker Escobar León
Si la relación Estados Unidos-Sudáfrica ya era incierta tras la negativa estadounidense por participar en la próxima celebración del G20 en Sudáfrica -debido al rechazo norteamericano de las reformas agrarias de la entrante gestión africana-, la última emboscada en el Despacho Oval frente a Sudáfrica sólo acaba de tensar más la relación, al mismo tiempo que exhibió una posible crisis sudafricana.
Lo que inició este miércoles, 21 de mayo, como un gesto de acercamiento diplomático por parte del líder sudafricano Cyril Ramaphosa, en uno de los momentos más críticos con Estados Unidos, terminó con una acusación pública sobre discriminación y persecución racial en contra de la minoría afrikáner (población sudafricana descendiente de colonos europeos blancos). En plena reunión de Jefes de Estado, Donald Trump interrumpió la sesión para exhibir un video de líderes de oposición sudafricanos incitando al lema “Disparen al bóer”. La emboscada se sumó con cuestionamientos hacia el gobierno africano y argumentos a favor de la existencia de un “genocidio blanco” en el país. En la junta, no pasa desapercibida la presencia del magnate sudafricano, y miembro del gabinete tricolor, Elon Musk, quien acusó al gobierno africano de implementar políticas comerciales racistas.
Pese a la tragedia diplomática, la realidad interna parece ser otra. La población afrikáner, aunque representa el 5% de la población nacional, controló la política sudafricana e impuso el sistema racial del apartheid hasta finales de la década de 1990. Con dicho antecedente sociopolítico, el gobierno de Ramaphosa ha buscado resarcir las desigualdades históricas con la población negra, ejemplo de ello la reciente ley de expropiación agrícola. La cuestión es que la percepción de inseguridad entre comunidades rurales y el auge de movimientos nacionalistas negros han permitido manipular una narrativa conservadora que favorece la existencia de un “genocidio blanco”. Esta narrativa ha servido para fines electorales propios, la cual el Ejecutivo de Mar-A-Lago ya usó desde su primera administración, donde Trump había criticado políticas de empoderamiento africano y apenas, en mayo, recibió a los primeros afrikáners refugiados en Estados Unidos.
La cuestión con Sudáfrica requiere mayor atención, no solo por las enérgicas discusiones con D.C., sino por las transformaciones sociopolíticas que podrían presentarse en el país tras estos fenómenos internos. Aunque, ¿podría representar esto una escalada para una nueva discriminación negra en Sudáfrica? ¿Qué opinas? Mientras tanto, te invitamos a que leas nuestras recomendaciones:
- Fact-checking Donald Trump’s Oval Office confrontation with Cyril Ramaphosa | BBC Verify
- U.S.-South Africa Tension Explained as Trump Hosts Ramaphosa | TIME
- El “genocidio blanco” que denuncia Trump y el esfuerzo de Sudáfrica por sostener su democracia post-apartheid | Infobae
- Are white Afrikaners at risk in South Africa? Not really, most say | Al-Jazeera
Trump no logra la tregua
Valentina Salovich
La promesa de Donald Trump de terminar la guerra en Ucrania fue central en su campaña, pero sus esfuerzos como presidente aún no logran resultados concretos. La reciente llamada de dos horas con Vladimir Putin, aunque calificada como “productiva”, no logró asegurar un alto al fuego. En un momento donde Europa aboga por el fin de la guerra, la incapacidad de impulsar avances inmediatos plantea serias dudas sobre el rol de Estados Unidos como mediador eficaz.
El diálogo entre Trump y Putin ocurrió tras los primeros contactos directos entre Rusia y Ucrania desde 2022, celebrados en Turquía. Aunque sin avances sobre un cese al fuego, ambas partes acordaron un histórico intercambio de prisioneros —el más grande desde el inicio de la invasión rusa— que incluyó a 390 personas. Rusia insiste en que las negociaciones deben abordar las “causas profundas del conflicto”, como la expansión de la OTAN y la presencia ucraniana en territorios ocupados. Ucrania, por su parte, reiteró su disposición a una tregua inmediata y exigió más sanciones a Moscú si continúa postergando la paz.
A pesar del histórico intercambio de prisioneros y los gestos diplomáticos recientes, el proceso de paz permanece atrapado entre declaraciones ambiguas y demandas irreconciliables. La iniciativa de Trump evidencia voluntad pero carece de presión efectiva sobre los países en conflicto. Mientras tanto, Ucrania insiste en su disposición a una tregua inmediata, respaldada por sus aliados europeos.
Si te interesa saber más acerca del desarrollo del conflicto, te recomendamos el siguiente contenido:
- Russia-Ukraine war: List of key events, day 1,184 | Russia-Ukraine war News | Al-Jazeera
- Ukraine and Russia begin biggest prisoner swap of the war | Financial Times
- Should a Russia-Ukraine peace leave territorial control for later? | Responsible Statecraft
Crímenes Internacionales
Mientras la cuestión de Gaza se sume en la desesperación, la comunidad internacional presencia una serie de atrocidades que el gobierno de Benjamin Netanyahu ha emprendido en su intento por ocupar la franja palestina. Ante los hechos que suceden en Medio Oriente, dedicamos el diploconcepto de esta edición a los Crímenes Internacionales.
El Derecho Penal Internacional (DPI) involucra a los delitos graves que trascienden las fronteras nacionales y afectan a la comunidad internacional en su conjunto. Con base en el Estatuto de Roma (2002) —tratado fundacional de la Corte Penal Internacional (CPI)— los crímenes internacionales contemplan el genocidio, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el crímen de agresión. A continuación, revisamos algunos ejemplos de estos tipos penales.
En primer lugar, el crimen de genocidio, estipulado en el artículo 6 del Estatuto, se define como la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. En 1994, el asesinato sistemático de unos 800,000 tutsis y hutus moderados en Ruanda por el régimen extremista hutu fue un caso de genocidio que marcó la historia de la humanidad.
Por su parte, los crímenes de lesa humanidad, tipificados en el artículo 7 del tratado fundacional de la CPI, se definen como ataques generalizados o sistemáticos contra una población civil. Esto incluye asesinato, esclavitud, tortura, desapariciones forzadas, persecución, entre otros actos inhumanos. Por ejemplo, el Apartheid en Sudáfrica, el cual duró de 1948 a 1994, sirvió como una estrategia sistemática e institucionalizada de discriminación y violencia contra la población civil negra.
Por último, los crímenes de guerra, especificados en el artículo 8 del Estatuto, contemplan las violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario en conflictos armados, como el trato inhumano de prisioneros de guerra, ataque deliberado a civiles y el uso de armamento prohibido. Al anterior se relaciona el crimen de agresión, planteado en el artículo 8 bis y que es considerado un “tipo penal abierto”; es decir, este crimen no está estrictamente definido. Sin embargo, se entiende como crimen de agresión toda acción militar contra la soberanía, integridad territorial o la independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con la Carta de las Naciones Unidas. Es imposible no pensar en las operaciones militares rusas que desde 2022 han vulnerado la soberanía ucraniana.
Con un saldo de hasta 50.000 muertos —entre ellos más de 16.503 menores de edad—, 120.000 heridos, 400.000 personas desplazadas, el uso de armamento proscrito —como municiones de fósforo blanco— y el uso deliberado del bloqueo humanitario para privar de seguridad alimentaria, medicamentos y agua a 2,1 millones de personas, ha llevado a numerosos expertos, organizaciones de derechos humanos y Estados de la comunidad internacional a considerar que se están cometiendo crímenes internacionales en Gaza.
Con todo, asegurar la justicia en este y otros contextos internacionales —en los que la impunidad de los poderosos prevalece— es uno de los principales retos del sistema internacional.

¿Llegaste hasta acá? ¡Gracias! En Diplomacia Activa respetamos la pluralidad de ideas, comprendiendo que el diálogo es la herramienta para encontrar puntos de conexión y construcción frente a las diferencias. Con este espíritu, aportamos a la libertad, la paz, la justicia y las instituciones sólidas. Apóyanos
Categorías

