DIPLORAMA 60
«El mal no prevalecerá«
Papa León XIV
Edición N° 60
Esta semana fue un tanto compleja, al punto de que tuvimos que posponer la publicación de DIPLORAMA para que nuestros redactores y editores no colapsaran. Aún así sobrevivimos, y como tenemos el compromiso de mantener el mundo atento, desde Diplomacia Activa te contamos que en estos días se cumplió el 80° aniversario del Día de la Victoria. Algo irónico, si pensamos que 80 años después el mundo sigue siendo un lugar sumamente hostil, como lo demuestra la situación en Gaza y el latente conflicto entre la India y Pakistán.
De la elección del nuevo Papa ya hemos hablado largo y tendido, por lo que te invitamos a leer nuestros artículos sobre los perfiles y desafíos del nuevo Pontífice, quién es Leon XIV y qué esperar de su papado.
Desde el lujo de las alfombras rojas donde habita el poder, hasta la suciedad de los escombros de la historia, en Diplomacia Activa leemos entre líneas, escuchamos entre bombardeos y traducimos los gestos para que nos ayudes a descifrar el panorama global. Es por esto que te invitamos a interactuar con nosotros mediante las «Notas al Editor», donde podrás dejarnos inquietudes, comentarios, o simplemente un análisis de los temas que tratamos semana a semana.
Gaza al límite
Valentina Terranova
En Gaza, los bombardeos masivos no han cesado, la destrucción de la ciudad continua dejando a su paso escombros y polvo. La situación humanitaria en Gaza se vuelve indescriptible en medio del bloqueo alimentario iniciado en marzo. Ahora, el plan israeli de anexar Gaza lleva al conflicto al límite precipitando una fuerte escala en Medio Oriente.
El bloqueo israelí de ayuda humanitaria a Gaza arrastra a la población gazatí a la hambruna y malnutrición, en un contexto donde las reservas de alimentos de la ONU se han agotado, la posibilidad de respuesta de los hospitales pende de un hilo y donde el 80% de la población depende de la ayuda internacional. En imágenes, miles y miles de niños luchando por comida.
Al plan de ampliar las operaciones de Israel en Gaza se suma la iniciativa de militarizar la ayuda, de modo que las tropas controlen el acceso de medicamentos, comida y demás suministros. Naciones Unidas rechaza esta posibilidad ya que “contraviene principios fundamentales” en un contexto de extrema vulnerabilidad. A su vez, la idea de ocupar Gaza no tardó en generar que España, Irlanda, Noruega, Eslovenia, Islandia y Luxemburgo emitieran una declaración conjunta que se opone “firmemente a cualquier cambio demográfico o territorial de Gaza” como así también a la falta de garantía de ayuda humanitaria en el territorio. Francia y Chile también emitieron comunicados condenando y exigiendo a Israel respetar el derecho internacional.
La situación es crítica. Israel avanza con decisión sobre un territorio devastado, recurriendo desde hace tiempo a formas de “castigo colectivo”: impedir el ingreso de ayuda humanitaria, bombardear hospitales, destruir fuentes de agua. Todo eso está prohibido por el derecho internacional humanitario y da como resultado una realidad brutal en la Franja de Gaza. En este escenario, donde Benjamin Netanyahu no muestra señales de retroceso, cabe preguntarse quién tiene el poder de frenar esta ofensiva. Hasta el momento, parece que solo Estados Unidos podría alterar el curso de los hechos, y la pregunta ya no es si puede hacerlo, sino si desea hacerlo.
Si queres saber más sobre el conflicto en Gaza, te recomendamos los siguientes artículos:
Operación Sindoor: El polvorín explotó
Iker Escobar León
Lo que inició como un presagio al aire, esta semana ya se ha vuelto realidad: la quinta guerra indo-pakistaní ha comenzado. Bharat lanzó un ataque aéreo en contra de Pakistán, tras un clima de tensiones y acusaciones, resultado del ataque terrorista ocurrido en la Cachemira india de hace unas semanas. El código en clave de este asalto fue: Operación Sindoor.
La madrugada del miércoles 7, hora local de la India, se vio interrumpida por explosiones que impactaron en Pakistán y su fracción de Cachemira. Bharat ordenó un bombardeo con misiles “de carácter limitado” en contra de nueve instalaciones que el gobierno indio declaró como “infraestructura del terror”, donde se organizaban ataques terroristas en contra de la India. El ejército indio pronunció que ninguna instalación militar pakistaní fue apuntada, y bien se concentró en castigar las agresiones en contra de la república asiática. Asimismo, ha denunciado un ataque de artillería pakistaní, a lo largo de la Línea de Control cachemir, la frontera militar entre ambos países.
Por su parte, Pakistán ha anunciado que cinco aeronaves indias han sido derribadas en represalia por el ataque indio, reportando también un saldo de ocho víctimas mortales luego del bombardeo bharati. La postura gubernamental acusa al ataque indio como un asalto cobarde que apuntó a población civil, y define al derribo de las aeronaves como el ataque más severo en décadas en contra de la India, doblegando y forzando la retirada india.
El bombardeo indio nace en respuesta por la masacre de Pahalgam, localidad india en Cachemira, donde veinticinco turistas indios fueron asesinados, acto ocurrido hace unas semanas. Se responsabilizó a células terroristas vinculadas con Pakistán como las responsables del ataque. No obstante, entre ambos sucesos, Islamabad se sumió en un período de tensión donde acusaba una futura agresión india en días posteriores al ataque cachemir. A ello, se sumó un largo historial de rivalidad y competencia, donde las armas nucleares están de por medio.
Finalmente, hoy por la mañana Donald Trump dió a conocer que luego de intensas negociaciones que tuvieron lugar durante la noche, y con la mediación de Washington DC, las partes arribaron a un cese al fuego inmediato a partir de las 5pm (hora local). La noticia fue confirmada por el Minsitro paquistaní Ishaq Dar mediante un posteo en la red social X.
- India y Pakistán: el eterno conflicto por Cachemira | Diplomacia Activa
- Announcing a U.S.-Brokered Ceasefire between India and Pakistan | US Department of State
- India lanza un ataque con misiles contra Pakistán y escala las tensiones entre las dos superpotencias nucleares | BBC News Mundo
- Pakistan downs 5 Indian jets as retaliation for late-night strikes at 6 sites: officials | Dawn
- India and Pakistan agree to immediate ceasefire | The Washington Post
Día de la Victoria
Valentina Salovich
El Día de la Victoria, celebrado cada 9 de mayo en Rusia, constituyó este año una de las efemérides más significativas del calendario político y social del país. En 2025, el evento marcó el 80.º aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, un episodio fundacional en la memoria colectiva rusa. Más que una simple conmemoración histórica, el tradicional desfile militar en la Plaza Roja de Moscú se erigió una vez más como un poderoso símbolo de fuerza, resistencia y continuidad del relato oficial del Kremlin.
Bajo el liderazgo de Vladímir Putin, esta fecha ha sido sistemáticamente utilizada para reforzar una narrativa centrada en la grandeza militar, la unidad nacional y la legitimidad del Estado ruso frente a amenazas externas. Este año, la conmemoración cobró una dimensión aún más estratégica, en el contexto de las tensiones prolongadas derivadas de la guerra en Ucrania y el creciente aislamiento diplomático de Moscú en Occidente.
La celebración de 2025 contó con la presencia de varios líderes internacionales, entre ellos el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el mandatario chino, Xi Jinping. La participación de Lula fue particularmente destacada, al convertirse en el único líder de una gran democracia en asistir al evento, un gesto que fue interpretado como una muestra de respaldo simbólico a Rusia, o al menos como una afirmación de autonomía diplomática frente a las presiones del bloque occidental.
La presencia de Lula en Moscú evidenció su apuesta por el multilateralismo y su intención de fortalecer los lazos dentro del grupo BRICS, en una etapa en la que Brasil busca un mayor protagonismo internacional. Aunque su viaje fue objeto de críticas dentro del propio país, su participación junto a Xi Jinping envió un mensaje claro sobre la consolidación de un bloque alternativo frente al orden liberal internacional. Para Putin, la asistencia de estos líderes representó una oportunidad de proyectar una imagen de respaldo global y contrarrestar la narrativa de aislamiento promovida por sus adversarios.
Además, las festividades se vieron ensombrecidas por reportes de ataques con drones atribuidos a Ucrania, así como por interrupciones en el funcionamiento de los aeropuertos moscovitas, elementos que reflejaron las tensiones persistentes del conflicto en curso.
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Doctrina Social de la Iglesia
Cuando el nuevo papa eligió el nombre de León XIV, muchos ojos se volvieron hacia su antecesor homónimo, León XIII, el pontífice que en 1891 marcó un hito al publicar Rerum Novarum, texto fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia —el Diploconcepto por excelencia de la semana—.
No fue una elección casual: en tiempos de desigualdad global, conflictos y crisis climática, todo indica que León XIV busca retomar con fuerza esa tradición ética que ofrece principios universales para construir un orden más justo. La Doctrina Social de la Iglesia es mucho más que una guía interna para los fieles: es una propuesta que, desde la fe cristiana, promueve valores como la dignidad humana, la solidaridad, el bien común y la justicia social, y los proyecta hacia el ámbito público, económico e internacional.
A lo largo del siglo XX y hasta hoy, esta doctrina ha influido silenciosamente en procesos clave de la política global. La mediación del Vaticano entre Chile y Argentina para evitar la guerra en 1978, la promoción del desarme nuclear, el respaldo a la condonación de deuda a países pobres en el Jubileo del 2000 o la defensa de los migrantes por parte del papa Francisco son expresiones concretas de cómo estos principios se han traducido en acción diplomática y social. Incluso en los foros multilaterales como Naciones Unidas, la Santa Sede ha insistido en que el desarrollo debe tener rostro humano y que la paz no puede construirse sin justicia.
La elección de León XIV, entonces, podría señalar un renovado compromiso con esta línea. En un mundo marcado por el pragmatismo y los nacionalismos, la Doctrina Social de la Iglesia recuerda que toda política —también la internacional— debe estar al servicio de las personas, en especial de los más vulnerables. No impone soluciones técnicas, pero ofrece una brújula moral que sigue siendo relevante. Así, retomar el nombre de León XIII no solo es un gesto simbólico, sino un mensaje: hay que volver a poner a la persona en el centro.
¿Podrá la ética social de la Iglesia Católica —en tiempos de guerras, migraciones masivas y catástrofes ambientales— seguir siendo un faro capaz de orientar la política global hacia la justicia y la paz?
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