DIPLORAMA 58
«Construir la paz es más difícil que hacer la guerra, pero es una tarea noble»
Papa Francisco
Edición N° 58
Esta no se trata de una edición más de Diplorama, pero porque esta no es una semana más. En esta edición queremos tomarnos un momento para rendir homenaje a una persona que trascendió su puesto espiritual y que impactó en distintos sectores de la sociedad.
Sin duda alguna Francisco -el Papa del Fin del Mundo- significó un punto de inflexión no solo en la historia de la Iglesia, sino también para la historia de la diplomacia y de la política. Desde aquella tarde de marzo de 2013, Francisco sacudió los anticuados moldes del Vaticano y logró lo impensado: convertirse en un líder escuchado tanto por creyentes como por escépticos, por miembros de todo el espectro político. En tiempos convulsionados, donde el poder se mide en la fuerza destructiva, él eligió las palabras como instrumento de construcción de puentes y, más de una vez, incomodó a los que preferían el silencio al ruido de una verdad incómoda.
Por eso, en esta edición de Diplorama, mientras el mundo se sacude entre aranceles, ofensivas militares, rupturas y desacuerdos, nosotros preferimos detenernos por un momento. Para mirar hacia atrás, evidentemente. Pero también para pensar qué es lo que queda de un papado que se animó a hundir los pies en el barro, en tiempos donde muchos hubieran preferido que se quedara en la comodidad de las alfombras rojas.
Despedida a “el Papa del pueblo”
Valentina Salovich

El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y jesuita, falleció a los 88 años el lunes de Pascua, también llamado Lunes del Ángel en algunos países. Su muerte generó una profunda conmoción en el mundo entero, especialmente en América Latina, donde su figura trascendió lo religioso y se convirtió en símbolo de justicia social, diálogo y cercanía con los más vulnerables. Su pontificado, iniciado en 2013, estuvo marcado por una firme defensa del medioambiente, la denuncia de las desigualdades y una constante búsqueda de reformas dentro de la Iglesia.
Líderes políticos y religiosos de todo el mundo expresaron sus condolencias. El presidente de Estados Unidos, el presidente de Francia y el secretario general de la ONU destacaron su papel como defensor de la paz global. La Santa Sede confirmó que el funeral se celebrará este sábado 26 de abril en Roma. Está prevista la asistencia de altos funcionarios políticos y miembros de la realeza de distintas partes del mundo. Algunos de ellos son: Donald Trump, Javier Milei, Lula Da Silva, Daniel Noboa, tanto el presidente como la primera ministra de Italia, el príncipe Guillermo y el primer ministro Keir Starmer. Desde España viajarán el rey Felipe VI y la reina Letizia; Alemania estará representada por el presidente Steinmeier y el jefe de gobierno saliente, Olaf Scholz. Claudia Sheinbaum, presidenta de México, delegó la asistencia a la secretaría de Gobernación. Esta actitud también la tomaron figuras como el presidente ruso, Putin, quien designó a la Ministra de Cultura para asistir en su representación, y Taiwán, nación reconocida por el Vaticano, enviará una delegación. China, por su parte, tan solo expresó sus condolencias ante el suceso.
Luego de su despedida, los restos del argentino, Jorge Mario Bergoglio, serán trasladados a la Basílica de Santa María de la Mayor. El cónclave, proceso mediante el cual se elige el nuevo Papa, podrá comenzar entre el 5 y el 10 de mayo, fecha límite según la normativa vaticana. En el mismo se encontrarán 135 cardinales, procedentes de 71 países, con derecho a voto.
Con su partida, el mundo despide a un líder espiritual y religioso que supo tender puentes en tiempos de fractura. Francisco será recordado por su austeridad, su palabra clara y su fe en la humanidad.
¿Querés saber más sobre el legado de Francisco y el porvenir de la Santa Sede? Te dejamos las siguientes recomendaciones:
El Vaticano y el dilema de una sola China
Maria Candela Molina

En vísperas del cónclave, el Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica evalúa a los posibles sucesores al cargo de Obispo de Roma y soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano. Mientras tanto, los ojos del mundo se posan no sólo en la Santa Sede, sino también en la posibilidad de que un nuevo papa implique un giro en las relaciones diplomáticas del Vaticano. China, en particular, observa con especial atención.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Guo Jiakun, no sólo expresó sus condolencias sobre la muerte del papa Francisco sino que alabó las relaciones constructivas recientes entre ambos estados. Un gesto diplomático que podría anticipar una ofensiva de acercamiento, al tiempo que crece la inquietud en Taipéi.
El South China Morning Post sugiere que la llegada de un nuevo papa alienta a la República Popular China a acercarse a la Santa Sede. Asimismo, expone que Pekín estaría satisfecho de ver a un pontífice amistoso con China y distante con Taiwán. El trasfondo del asunto se esclarece considerando el reconocimiento por parte del Vaticano a la nación insular. Esa decisión, heredada de un contexto histórico específico, incomoda al gigante asiático, que sostiene la política de “Una sola China” y reivindica la isla como parte inalienable de su territorio.
El fundamento legal se sintetiza en el principio de soberanía exclusiva y representación indivisible, bajo el cual dos estados no pueden reclamar soberanía y, por tanto, representar a un mismo territorio simultáneamente. Es desde allí que se configura la tensión diplomática: un eventual reconocimiento chino por parte del Vaticano implicaría, de hecho, el cese del vínculo con Taipéi.
En cuanto a la historia del vínculo bilateral entre el Vaticano y la República Popular China, está marcada por una serie de tensiones y distensiones. En 1951, rompieron relaciones diplomáticas, iniciativa del recién establecido régimen comunista quien, además, expulsó al nuncio papal. Durante décadas, las iglesias católicas chinas estuvieron dirigidas por obispos designados ilegítimamente por Beijing, hasta que las dos partes llegaron a un acuerdo bajo el papado de Francisco en 2018, allanando nuevamente el camino al diálogo.
Hoy, el eventual deshielo diplomático siembra la duda entre los fieles taiwaneses, que se preguntan qué les sucederá si el Vaticano cambia su reconocimiento. A ello se suma la creciente militarización en el estrecho de Taiwán y las declaraciones de China en torno a la reunificación.
El 20 de mayo de 2024, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, manifestó que: “(…) el principio de una sola China no puede ser violado. En el mundo existe una sola China, y Taiwán es parte de China. Este es un hecho histórico y legal”. Asimismo, el 17 de marzo de 2025, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, expresó: “En el mundo existe una sola China, Taiwán forma parte inalienable del territorio chino, y el Gobierno de la República Popular China es el único Gobierno legítimo que representa a toda China. China se opone resueltamente a cualquier forma de interacción oficial entre Taiwán y los países que tienen relaciones diplomáticas con China”. Ambos funcionarios citan como base histórica y legal a la Declaración Conjunta China-Japón de 1972.
En definitiva, el reanudamiento de relaciones diplomáticas entre China y la Santa Sede, constituye una señal de alarma geopolítica para Taipéi. A la fecha, está apoyado diplomáticamente sólo por doce estados, quienes lo reconocen como entidad soberana del sistema internacional. La reducción de este número favorece las intenciones de China de ejercer su soberanía sobre la isla. En palabras del presidente de la República Popular, Xi Xinping, en diciembre de 2024: «Nadie puede detener la reunificación con Taiwán».
En un escenario de rivalidad sistémica entre grandes potencias, la diplomacia vaticana podría convertirse en una pieza más del tablero asiático. La pregunta ya no es sólo quién será el próximo papa, sino si su elección será leída en Pekín y Taipéi como una señal de reposicionamiento global.
Frente a una diplomacia cada vez más estratégica, incluso las decisiones espirituales tienen consecuencias terrenales. ¿Te interesa saber más? Te compartimos las siguientes recomendaciones:
- China condoles death of Pope Francis, seeks continued progress in Vatican ties | South China Morning Post
- China-Vatican Ties, Explained—and What a New Pope Could Mean | Time
- La muerte del papa recibe una respuesta oficial moderada en China, que tiene una relación tensa con el Vaticano | CNN
- China expresa su pésame por la muerte del Papa y alaba las «constructivas» relaciones | Infobae
Cachemira, el polvorín indo-pakistaní
Iker Escobar León

Desde 1948, Cachemira ha sido un tema sensible para la memoria india y pakistaní, y el reciente ataque en contra de turistas indios, en la localidad cachemir de Pahalgam, ha abierto otra cicatriz que amenaza con un nuevo enfrentamiento abierto entre la India y Pakistán.
La tarde del martes, 22 de abril, cerró con un saldo rojo en la región de Pahalgam, centro hindú turístico y religioso de gran valor en la Cachemira administrada por la India. Veinticinco turistas indios y un nepalí fueron asesinados en un ataque que el primer ministro indio, Narendra Modi, ha clasificado como “terrorista”; este incidente se trata del detonante más grave desde los ataques en Mumbai, en 2008. Ipso facto, Bharat responsabilizó a Pakistán por el ataque, asociando su vínculo con el grupo islamista local “El Frente de Resistencia” (RTF), principal sospechoso del atentado y asociado de la célula terrorista Lashkar-e-Toiba.
En consecuencia, la India ha ordenado la expulsión de diplomáticos pakistaníes, el cierre de fronteras con el país vecino y la cancelación de permisos de viaje y la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, acuerdo que suministra a los regadíos pakistaníes. En contraparte, Pakistán ha pronunciado el regreso de indios a Bharat y que los connacionales eviten viajar a la India.
La discordia por Cachemira ha estado presente en el subcontinente desde la partición inconclusa de 1948, donde la apresurada salida británica postergó el trazado de fronteras entre India y Pakistán hasta después de la creación de ambos países. Por tanto, resultó Cachemira en medio del fuego cruzado por la consolidación nacional pakistaní y bharati. A ello, la zona ha sido fragmentada y también la causa de cuatro conflictos armados, siendo el último la guerra de Kargil de 1999. No obstante, parece que los reclamos por la región han sido externalizados a grupos islamistas terroristas a través de escaramuzas y ataques, en el caso de Pakistán; mientras que, la India ha acusado en numerosas ocasiones a Pakistán como la causante de los disturbios que azotan a la zona.
La lucha por Cachemira se trata de un reclamo que yace desde el colonialismo británico en el subcontinente indio. Sin embargo, la situación se complica al tener en cuenta que tanto Bharat como Pakistán cuentan con armamento nuclear, el cual ha sido motivo de preocupación en varias ocasiones. A ello, se suma China al reclamo cachemir, en menor medida, lo que ha resultado en asaltos realizados con palos y piedras.
¿Será que veamos una quinta guerra indo-pakistaní por Cachemira dentro de poco tiempo? Mientras tanto, te invitamos a leer nuestras recomendaciones:
- India and Pakistan closer to conflict over Kashmir attack as tit-for-tat moves mount | The Guardian
- Más tensión entre India y Pakistán tras ataque en Cachemira | Deutsche Welle (DW)
- Conflicto de Cachemira: ¿cómo la reciente masacre elevó al máximo la tensión entre India y Pakistán? | France 24
- Pahalgam Terror Attack Live Updates | The Times of India
Sede Vacante
Mientras los católicos de todo el mundo lamentan el fallecimiento del papa Francisco, en la Santa Sede se han activado una serie de protocolos que marcan el inicio del proceso de sucesión del Sumo Pontífice. En este momento, la Cátedra de San Pedro se encuentra vacía, en lo que el Derecho Canónico —y que adoptamos como diploconcepto de la semana— denomina Sede Vacante.
Sede Vacante es la expresión latina que designa el período en que la Iglesia Católica carece de un Papa. El Código de Derecho Canónico (CIC) establece que una sede episcopal queda vacante por fallecimiento, renuncia debidamente aceptada, traslado o privación intimada del obispo.
Durante la vacancia papal, muchas de las funciones ordinarias del Vaticano y del Pontífice como jefe de Estado y guía espiritual se suspenden. En su lugar, la administración temporal de los bienes y derechos de la Santa Sede recae en el Camerlengo, cargo que actualmente ocupa el cardenal Kevin Farrell.
Asimismo, en documentos pontificios —particularmente en Universi Dominici Gregis, promulgada por el papa Juan Pablo II en 1996— se emplea el término interregno para referirse a este período. Si bien no se trata de un concepto canónico formal, interregno se utiliza comúnmente para describir el lapso que va desde la muerte o renuncia del Papa hasta la elección de su sucesor. Este proceso comprende tres fases: los nueve días de luto (novemdiales), la preparación del cónclave y el cónclave mismo.
Más allá del aspecto litúrgico y normativo, la Sede Vacante representa un momento de profundo significado espiritual y político para la Iglesia y para los fieles de la Iglesia Católica. La transición papal no solo renueva el liderazgo religioso de más de mil millones de personas, sino que también influye en el escenario diplomático global.
Y vos, ¿cuál pensás que fue el mayor legado del papa Francisco? Contanos en las notas al editor.
Notas al editor




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