DIPLORAMA 57
«Si no es posible poner fin a la guerra en Ucrania, necesitamos seguir adelante»
Marco Rubio
Edición N° 57
A nadie debería sorprender que los Talibán hayan arremetido nuevamente contra las mujeres (¡Quién lo hubiera dicho!), mientras el mundo se distrae con el show de turno. A pesar de ello, el siempre protagonista Vladimir Putin quitó a los Talibán de la lista de organizaciones terrorista. En este contexto, Estados Unidos tampoco ayuda demasiado y Trump arremetió contra los extranjeros que estudian en yankeelandiac(entre ellos, mujeres afganas). A algunos miles de kilometros de allí, en Serbia, las aulas también son el campo de batalla contra el poder y la corrupción instaurada.
Desde el lujo de las alfombras rojas donde habita el poder, hasta la suciedad de los escombros de la historia, en Diplomacia Activa leemos entre líneas, escuchamos entre bombardeos y traducimos los gestos para que nos ayudes a descifrar el panorama global. Es por esto que te invitamos a interactuar con nosotros mediante las «Notas al Editor», donde podrás dejarnos inquietudes, comentarios, o simplemente un análisis de los temas que tratamos semana a semana.
Mujeres afganas y la política de catch and revoke
Valentina Terranova

En Afganistán, 400.000 nuevas niñas no podrán ir a la escuela en el inicio de este semestre. A tres años del regreso del Talibán el futuro de las mujeres se disuelve tras la prohibición de la educación para niñas y mujeres, siendo esta la punta del iceberg de una profunda crisis de derechos humanos. ¿Cómo Estados Unidos ayuda a su exclusión?
Mientras en el mundo se afirma que las niñas afganas deben volver a estudiar de inmediato, una medida de la Casa Blanca, desesperanza aún más este panorama. La actual lucha de Donald Trump contra las universidades impacta directamente en las mujeres de dicho país. Exiliadas de Afganistan en búsqueda de una mejor calidad de vida y por supuesto de la alguna vez soñada posibilidad de acceder a la universidad, ahora su atisbo de esperanza se ve en peligro. La acción trampista de disminuir a estudiantes extranjeros se establece a través de la nueva política “catch and revoke”, medida mediante la cual se buscan a estudiantes extranjeros y se les revoca sus visas “F-1” o visas de estudiante dejando su futuro en vilo.
“Cada vez que encuentro a uno de estos lunáticos, les retiró la visa” afirmó el secretario de Estado, Marco Rubio, insinuando que la razón que impulsa esta nueva campaña de deportación es el activismo en el campus, sin embargo se extiende más allá de las universidades de élite y tiene como objetivo reducir el número de inmigrantes. Según datos de Open Doors, cerca de 1,1 millones de estudiantes internacionales estudiaron en Estados Unidos durante el año académico 2023-24, siendo estas mujeres una de las tantas personas afectadas.
Si el Talibán quiere invisibilizar a las mujeres, no hay estrategia más nociva que la privación a pensar. Lo que no saben es que aunque impongan un arsenal de reglas no pueden contra el deseo de aquellas mujeres por ser libres. En Afganistan docentes y niñas desafian al terrorismo en escuelas clandestinas, donde arriesgan su vida para aferrarse a la posibilidad de superar ese contexto. En simultáneo, otras de ellas huyen de su tierra para ejercer sus derechos. Quizás el discurso de odio del gobierno republicasno se vuelva pequeño frente a tanta valentía.
Si te interesa el tema, te dejamos la sugerimos las siguientes recomendaciones:
- https://www.washingtonpost.com/business/2025/04/16/trump-harvard-tax-exempt-irs/
- https://www.economist.com/united-states/2025/04/10/donald-trump-wants-to-deport-foreign-students-merely-for-what-they-say
- https://www.aa.com.tr/es/mundo/eeuu-amenaza-con-deportar-a-miles-de-afganos-si-no-abandonan-el-pa%C3%ADs-en-una-semana/3542023
Los nuevos “amigos” del Kremlin
Iker Escobar León

La Federación de Rusia ha eliminado al grupo talibán fuera de su lista de organizaciones terroristas, una primera jugada diplomática tras la llegada del régimen a Kabul, en el año 2021; esta denominación existía en los archivos rusos desde el 2003, tras la Segunda Guerra de Chechenia. No obstante, este movimiento no advierte mucho sobre la postura rusa hacia Afganistán.
A primera hora del jueves, en el hemisferio occidental, la Fiscalía General rusa envió la petición para descalificar al grupo talibán como un grupo terrorista. La solicitud fue aprobada por el Tribunal Supremo y fue remitida al Servicio Federal de Seguridad (FSB) para modificar el registro de células terroristas. Sin embargo, se trata de una medida provisional, lo que significa que el régimen puede volver a ser categorizado como una amenaza internacional, en caso de reincidencia.
Rusia mantiene una relación ambivalente con Afganistán, cabe recordar que fue uno de los clavos en el ataúd del imperio soviético. Sin embargo, la memoria de la derrota no ha detenido a Moscú de acercarse con Kabul pues, en años recientes, representantes talibanes han visitado la capital eslava, en conferencias sobre el arreglo político en Afganistán. Asimismo, el Kremlin extendió la invitación a la facción afgana para participar en el Foro Económico de San Petersburgo de 2024 y la cumbre de los BRICS.
Por otro lado, pareciera que la reconciliación ruso-afgana sirve a intereses geopolíticos de Moscú. Rusia ha encontrado en los talibanes “un aliado contra el terrorismo”, pero también al enemigo de su enemigo…
Se sospecha que esta aproximación sea el primer paso para un reconocimiento oficial hacia el gobierno talib. Irán, Pakistán, Kazajistán y Kirguistán se han mantenido en contacto cercano, aunque no hay declaración alguna aún. De parias a socios, el gobierno talibán podría consolidarse a largo plazo, pero nada está escrito.
¿Será que Afganistán entre a la escena internacional como un aliado estratégico ruso en la zona? ¿Qué opinas?
Mientras tanto, te invitamos a leer nuestras recomendaciones:
- Rusia retira a talibanes designación de “terroristas” | Deutsche Welle (DW)
- Talibán: el largo camino hacia el reconocimiento global | Deutsche Welle (DW)
- Rusia retira a talibanes de su lista de organizaciones terroristas | El País
Revolución de Novi Sad
Vale Salovich

Este miércoles 16 de abril, en Kraljevo, estudiantes bloquearon durante 16 horas el centro de la ciudad. El hecho no solo evidenció el descontento juvenil frente al gobierno de Vučić, sino también la capacidad de organización, estrategia y disciplina de una generación decidida a no callar. El movimiento cobró fuerza tras un trágico evento en Novi Sad, el 1 de noviembre del año pasado (uno de los principales centros de transporte se derrumbó) y un ataque a estudiantes de la Facultad de Artes Dramáticas, lo que provocó una ola de indignación nacional.
Esta “rebelión” estudiantil es parte de un movimiento de protesta anticorrupción y pro democracia más amplio. Este movimiento opera de forma transparente y sin líder oficial, cuentan tan solo con una asamblea plenaria. Los jóvenes, en esta ocasión, realizaron una travesía en bicicleta durante 13 días, partiendo desde Serbia con destino a Estrasburgo. El objetivo fue visibilizar su causa ante el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, denunciando la corrupción y buscando apoyo internacional para su lucha.
En una entrevista a uno de los jóvenes participantes, él mismo resaltó la importancia del “fantasma de las guerras yugoslavas y las protestas posteriores” que los acompañan en sus vidas como promotor, además de las “mentiras, manipulación e inacción” por parte del gobierno luego de la importante tragedia que desató las movilizaciones.
“Queremos vivir en un país con instituciones independientes que protejan a los ciudadanos, no solo a quienes ostentan el poder. Estamos cansados de las mentiras”.
La movilización estudiantil en Serbia no es un hecho aislado ni pasajero, sino el reflejo de una generación que ha decidido enfrentar el miedo y la indiferencia con convicción y organización. Su lucha, pone en evidencia el poder de una juventud comprometida con los valores democráticos.
Para más información sobre el movimiento estudiantil serbio y sus demandas te recomendamos:
- https://en.wikipedia.org/wiki/2024%E2%80%93present_Serbian_anti-corruption_protests
- https://amu.edu.pl/en/news-and-events/news/16-minutes-of-silence-that-are-changing-serbia-report-from-the-student-protests-in-belgrade-april-2025
- https://www.lemonde.fr/en/international/article/2025/04/16/serbia-s-president-issues-threats-to-silence-student-protests_6740280_4.html#
Reconocimiento internacional
Cuando hablamos de reconocimiento internacional —el diploconcepto de esta semana— en el derecho internacional, nos referimos al acto mediante el cual un Estado acepta la existencia de una nueva entidad como sujeto soberano. Este reconocimiento puede tener implicaciones políticas y jurídicas significativas, y su naturaleza ha sido objeto de debate doctrinal, particularmente en torno a dos teorías: la teoría declarativa y la teoría constitutiva.
Según la teoría declarativa, un Estado existe como un sujeto de derecho internacional si cumple con ciertos criterios objetivos, independientemente de su reconocimiento por otros Estados. Estos criterios fueron establecidos en la Convención de Montevideo de 1933 e incluyen: una población permanente, un territorio definido, un gobierno efectivo y la capacidad de entrar en relaciones con otros Estados. En este caso, el reconocimiento es simplemente una declaración que confirma la existencia del Estado.
En contraste, la teoría constitutiva sostiene que un Estado no adquiere personalidad jurídica internacional hasta que es reconocido por sus iguales. Es decir, el reconocimiento es un requisito constitutivo para que una entidad sea considerada actor soberano en el ámbito internacional. En este sentido, esta teoría resalta el papel de la comunidad internacional en la creación de nuevos Estados y resalta la dimensión política del reconocimiento.
En la práctica, la comunidad internacional no sigue de manera uniforme estas teorías. Por ejemplo, entidades como Kosovo, Palestina, Taiwán, la República Árabe Saharaui Democrática, la República Turca del Norte de Chipre han sido reconocidas por algunos Estados, pero no por otros, lo que refleja la complejidad jurídica y política del reconocimiento internacional.
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Notas al editor




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