DIPLORAMA 46
Túmbeme, presidente, y le responderán las Américas y la humanidad
Gustavo Petro, presidente de Colombia, a Donald Trump, presidente de Estados Unidos
Edición N° 46
Año nuevo, polémicas viejas. Solo un mes ha transcurrido de este 2025 y el mundo ya nos recuerda que la paz es un concepto exclusivo y que la tecnología -hoy más que nunca- es un campo de batalla. Mientras DeepSeek y ChatGPT protagonizan una escalada inesperada dentro del ámbito de la inteligencia artificial, Donald Trump y Gustavo Petro se enredan en un duelo tweetero que oscila entre la geopolítica y el espectáculo, aunque ya sabemos, perro que ladra no muerde.
Pero no todo es debate y tecnología. En Gaza, el alto al fuego intenta ponerle un paréntesis a la tragedia, aunque la guerra en Ucrania nos recuerda que las treguas son bienes cada vez más escasos. Años pasan, conflictos quedan. ¿Sobrevivirá la cordura al 2025? Pase y lea, que el año apenas empieza…
DeepSeek y los esbozos de una neo-guerra Fría
Estanislao Molinas
El 23 de enero de 2025, la empresa china DeepSeek lanzó su modelo DeepSeek-R1, desatando una nueva escalada en la competencia por la hegemonía tecnológica. OpenAI ha denunciado que DeepSeek empleó técnicas de entrenamiento no autorizadas, lo que ha generado un conflicto en torno a la protección de la propiedad intelectual y la transferencia tecnológica en el marco de la rivalidad entre Estados Unidos y China.
En respuesta, el 30 de enero de 2025, el gobierno de Estados Unidos anunció el Proyecto Stargate, una iniciativa respaldada por OpenAI y Oracle SoftBank, y MGX que busca fortalecer la infraestructura estratégica y consolidar la autonomía digital estadounidense. Este proyecto se inscribe en la lógica de la contención tecnológica y responde a la creciente multipolaridad en el ámbito de la inteligencia artificial.
Este episodio refleja cómo la IA se ha convertido en un eje central de la competencia interestatal, con implicaciones no solo económicas y de seguridad, sino también en la configuración de un nuevo orden mundial bi-polar. La creciente rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China sugiere un esbozo de una neo-guerra fría tecnológica, en la que la supremacía en el desarrollo y control de la IA se convierte en un factor clave para el liderazgo global. La falta de mecanismos de gobernanza internacional eficaces en esta materia plantea desafíos para la cooperación multilateral, mientras los Estados buscan afianzar su soberanía tecnológica y evitar la dependencia de actores rivales.
Para profundizar en este tema, recomendamos consultar los siguientes artículos:
- OpenAI asegura que tiene pruebas de que DeepSeek usó ChatGPT para entrenar su IA
- DeepSeek on X: «🛠️ DeepSeek-R1: Technical Highlights 📈 Large-scale RL in post-training 🏆 Significant performance boost with minimal labeled data 🔢 Math, code, and reasoning tasks on par with OpenAI-o1
- Announcing The Stargate Project | OpenAI
Trump vs. Petro: crisis migratoria
Valentina Salovich
La región sudamericana, a menudo llamada el “patio trasero” de Washington, fue testigo de un choque “diplomático” inesperado entre los presidentes Donald Trump y Gustavo Petro a través de la red social X. La reciente crisis entre Estados Unidos y Colombia, desatada por las deportaciones masivas de ciudadanos colombianos, sirvió como advertencia y modelo de la nueva política de relaciones exteriores de Estados Unidos para con la región.
La disputa emergió con la nueva política migratoria de Trump, que autorizó vuelos de deportación a Brasil, México y Colombia. Ante denuncias de maltrato a bordo de aeronaves militares, Bogotá rechazó la llegada de dos aviones. A partir de ese momento, ambos gobiernos amenazaron con elevar sus aranceles: Washington anunció mayores gravámenes a los productos colombianos y endureció su postura diplomática al retirar a su embajador encargado y designar a otro representante; Colombia advirtió acerca de un aumento de aranceles del 25% a importaciones estadounidenses.
Un acuerdo temporal pareció detener el choque, pero persiste la incógnita de si resurgirán tensiones. La crisis mostró la disposición de la Casa Blanca a imponer sanciones a quienes desafíen su política migratoria. Además, la repentina salida de Francisco Palmieri como embajador encargado de Colombia y Venezuela evidencia la dureza con que Washington maneja estas disputas. Si con uno de sus aliados más cercanos, como lo es Colombia, se adoptaron medidas tan contundentes, cabe preguntarse qué ocurrirá con otros gobiernos reticentes.
Petro dio un claro ejemplo para los líderes de la región: cómo no enfrentar a Donald Trump. ¿Quieres saber más? Te compartimos algunas recomendaciones:
- Así fue el encuentro entre funcionarios de Colombia y EEUU en Washington tras pelea entre Petro y Trump | Heraldo USA
- La llamativa carta que Gustavo Petro le envió a Donald Trump, ¿qué le dijo?La llamativa carta que Gustavo Petro le envió a Donald Trump, ¿qué le dijo?
- Petro cede ante Trump y aceptará deportaciones para evitar la imposición de aranceles | EL PAÍS América
Gaza: una paz tardía pero imprescindible
Valentina Terranova
Tras 15 meses de guerra en la Franja de Gaza se concilió un alto al fuego que se espera sea permanente. Aunque mejor tarde que nunca, el conflicto resulta en más 50.000 muertos, cientos de miles de habitantes desplazados y una ciudad reducida a polvo y escombros. Qué deja tras de sí el conflicto en Oriente y qué lecciones nos deja para el futuro.
Al leer las noticias la sensación de un cese al fuego “tardío” es inevitable. Las negociaciones de Egipto, Qatar y Estados Unidos finalmente detuvieron los ataques y bombardeos en el territorio, pero parecen llegar a la meta cuando ya no hay una gran multitud para admirar el logro. El 90% de la población de Gaza se halla en emergencia alimentaria y el 70% de las estructuras fueron dañadas o destruidas en su totalidad según la ONU.
El acuerdo de alto al fuego fue imprescindible, y trae bajo el brazo el esperado “canje de rehenes”, secuestrados por Hamas aquel amargo 7 de octubre de 2023 y un plan de reconstrucción de Gaza. Ya son 15 los prisioneros de Hamas liberados y devueltos a sus hogares y se espera que este fin de semana la cifra siga creciendo. A su vez las Fuerzas de Israel ya entregaron 110 rehenes palestinos en una jornada con tensiones pero exitosa. En simultáneo más de 200.000 palestinos comienzan su camino a casa tras meses de exilio en campamentos temporales.
El fin del conflicto apacigua al mundo entero, pero esta guerra nos demuestra las profundas falencias y limitaciones del sistema internacional para mantener la paz en un mundo cada vez más preparado para la guerra y no para evitarla. Mientras Gaza intenta levantarse de las cenizas solo cabe preguntarse cómo evitar que la historia se repita.
¿Quieres saber más? Te compartimos algunas recomendaciones:
- Gaza’s Border Crossing at Rafah Reopens to Let Sick and Wounded Leave | The New York Times
- Alto el fuego ¿El principio del fin? | Diplomacia Activa
- Gaza: Israel, Hamás inician tercer canje de rehenes y presos | DW
Sin solución a la vista
Marko Sal
La guerra entre Rusia y Ucrania cumplirá 3 años este 2025, convirtiéndose en el acontecimiento bélico más apremiante de la historia europea desde la Segunda Guerra Mundial. A su paso, los feroces enfrentamientos han dejado 62.000 bajas militares ucranianas y más de 150,000 decesos rusos, además de más de 50,000 desaparecidos y millones de desplazados.
A pesar de que las cifras demuestran que Moscú ha perdido en combate casi el doble de hombres que Kiev, la balanza parece inclinarse en favor del Kremlin. En el frente de batalla 250,000 soldados ucranianos se enfrentan a más de 400,000 soldados rusos. Y mientras Rusia logra entre 600 y 1000 soldados incorporados diariamente —reclutando prisioneros, deudores y criminales que buscan el perdón judicial—, la leva estricta iniciada por Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, se ha permeado de impopularidad. La situación de asimetría es tal que expertos calculan que por cada soldado ucraniano que queda fuera de combate, Rusia pierde menos de dos.
No obstante, la balanza no solo se ha inclinado a favor de Moscú por una cuestión de números. Desde un inicio, el factor demográfico y de capacidades armamentísticas ha sido una barrera para Kiev. La nueva desventaja para Ucrania surge del incierto apoyo externo de sus aliados occidentales, particularmente de Estados Unidos. La nueva administración liderada por el presidente Donald Trump fue ampliamente cuestionada por expresar su intención de abandonar la causa ucraniana. Sin embargo, Trump declaró al cierre del 2024 que “la única manera de alcanzar un acuerdo es sin abandonar”.
En lugar de terminar el conflicto en 24 horas —como exageradamente prometió—, Trump anunció una posible reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, amenazó al Kremlin de imponer sanciones económicas y declaró que buscaría la reducción del precio del petróleo para reducir las ganancias que permiten a Rusia mantenerse en pie. Además, si bien las subvenciones humanitarias y de desarrollo para Ucrania han sido congeladas por 90 días por la Secretaría de Estado norteamericana, el apoyo militar, por el momento, no ha cesado. Sin embargo, la relación entre Trump y la OTAN ha generado incertidumbre tanto para Ucrania como para los miembros de la Alianza, debido a las nuevas condiciones de financiamiento más estrictas impuestas por Estados Unidos.
Putin, por su parte, declaró el pasado 28 de enero que el conflicto “terminará en un mes y medio o dos” si los recursos de Occidente para apoyar a Ucrania se terminan. Además, el mandatario afirmó estar dispuesto a negociar un fin al conflicto, pero dejó claro que no contempla hacerlo con Zelensky. El horizonte se vislumbra complicado, no solo para Ucrania, sino para la seguridad de Europa. Un paso en falso por parte de Occidente podría cambiar el curso del equilibrio de poder de la región.
¿Te interesa saber más? Te compartimos las siguientes recomendaciones:
- Ucrania y Rusia ocultan las cifras de sus bajas masivas: la guerra desangra a ambos bandos | Infobae
- La política de Trump sobre la guerra de Ucrania puede carecer de enfoque, pero es una prioridad inesperada | CNN
- Trump says he’s ready to meet Putin ‘immediately’ to secure end of Ukraine war | Reuters
- Ukraine war briefing: Shock as Trump aid freeze hits Ukrainian causes | The Guardian
G-ZERO World
«Desorden» es la palabra que mejor define el sistema internacional en 2025. Como habrás notado a lo largo de esta edición de Diplorama, el entramado global es cada vez más inestable. En el centro de esta crisis se encuentra la ausencia de una dirección global clara.
Hace más de una década, Ian Bremmer acuñó el término G-ZERO World (G0) para describir una era de relaciones internacionales marcada por la falta de un liderazgo capaz de moldear el orden global. A diferencia de periodos anteriores —como el sistema surgido tras la Segunda Guerra Mundial o la era del G7 y el G20—, hoy ningún Estado o coalición de países tiene la voluntad o la capacidad de asumir ese rol.
Estados Unidos, con su política de America First, adopta una postura de repliegue. China amplía su influencia sin asumir la responsabilidad de gestionar el orden internacional. Europa, aunque fuerte económicamente, enfrenta fracturas internas que limitan su proyección global. Rusia aprovecha las fisuras del Viejo Continente, y los países del Sur Global carecen de los medios para transformar estructuralmente el sistema.
Mientras tanto, las organizaciones internacionales tambalean, las reglas del juego se debilitan, la cooperación se erosiona y los desafíos globales más urgentes —desde el cambio climático y la seguridad internacional hasta las crisis económicas y la regulación de la inteligencia artificial— carecen de respuestas coordinadas y eficaces.
El G-ZERO World de Bremmer ilustra una realidad incómoda: sin un liderazgo que haga valer las normas del sistema, nos adentramos en una de las épocas más inciertas, competitivas e inestables de la historia reciente.
Y vos, ¿qué opinás? ¿Vivimos en un mundo con un liderazgo claro o en un sistema con muchos líderes que compiten sin establecer un verdadero orden global?
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