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Estados Unidos, la recta final

Por Tomás Peña

En un año convulsionado desde lo electoral, en el que acontecieron más de 60 elecciones nacionales y 12 subnacionales, y habiendo sufragado más de la mitad del globo, el resultado que vaya a conocerse el 5 de Noviembre en Estados Unidos es sin dudas el más importante y sobre el que está la lupa de la comunidad internacional.

Ilustración | The Times

Harris y Trump, ambos habiendo demostrado una gran cintura política, vivenciarán una elección que promete ser ajustada. Una encuesta del Times hablan de 48% a 48% nivel nacional pero los swing states son determinantes y estos son 7: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Estos Estados son especialmente competitivos y podrían inclinar el balance electoral debido a su historial de votación dividido y fluctuante entre partidos en elecciones recientes​. Para numerosos analistas, la elección la definirán los electores de Pensilvania, en la que podría esperarse una pequeña diferencia a favor de Trump.

A su cierre, el empresario contó con el apoyo de variados sectores. La comunidad judía dio el presente, eufóricamente desplegando banderas de Israel. La guerra en Medio Oriente ha sido otro de los clivajes políticos que ha retroalimentado el apoyo del sionismo norteamericano sobre el partido republicano. Su promesa de garantizar finalizar las guerras ha cooptado el apoyo de quienes auguran la paz en ambos conflictos y quienes se posan firmemente en su apoyo sobre los aliados de Occidente.

En este escenario, Trump ha criticado duramente la gestión económica del actual presidente norteamericano, acusándolo de una mala administración que ha llevado a una inflación descontrolada y a la erosión del poder adquisitivo de las clases medias y trabajadoras. Para muchos analistas, el actual 9% anual de inflación estadounidense (record en décadas) pone a Harris contra las cuerdas, y podría ser un determinante para sentarlo a Trump nuevamente en el despacho oval.

El magnate cerró en el Madison Square Garden, en su ciudad natal, Nueva York  que siempre le ha jugado en contra, puesto que es un histórico Estado demócrata.  Aun teniendo esto en cuenta, el candidato esbozo alguna frase como : “vamos a dar vuelta New York”.


Imagen | AFP. Trump cierra su capaña en el emblemático Madison Square Garden

En lo que respecta a los sectores sociales y el apoyo, los sondeos delatan lo siguiente: la generación z y milenials parecen apoyar más a Harris. La comunidad afroamericana probablemente sigue arraigada al partido demócrata así como las minorías étnicas. Los latinos, según encuestas realizadas , tenderán a votar al partido demócrata pero en menor medida que la elección pasada, 61% de la comunidad latina votó por Joe Biden y, según sondeos, el apoyo podría caer a un 50% para Kamala Harris.

Durante su cierre de campaña en el MSQ, el 28 de octubre de 2024, Donald Trump abordó temas centrales de su plataforma, reiterando su postura de endurecimiento en políticas de inmigración y seguridad fronteriza, además de enfatizar sus planes para proteger la economía nacional frente a China y otras potencias.

También se refirió a la vicepresidenta Kamala Harris de forma despectiva, utilizando un lenguaje considerado ofensivo y divisivo hacia distintos grupos, lo que ha generado críticas incluso dentro de los círculos republicanos. Trump defendió su estrategia de polarización como necesaria para «exponer la verdad» sobre sus oponentes y mencionó un «secreto» que, según él, facilitaría una victoria en el Congreso​.

Su discurso estuvo marcado por la intensificación de sus ataques contra la administración demócrata y los medios críticos a su campaña, sugiriendo que, de obtener la reelección, implementaría medidas estrictas contra quienes, según él, amenazan «los verdaderos valores americanos».​

Por todo ello, el cierre no estuvo exento de controversias. Sobre todo en su uso discursivo, el cual, como se ha advertido por varios analistas, condensan un alto grado de polarización. En referencia a su plan de deportación, describió a los inmigrantes como “delincuentes de graves delitos, sedientos de sangre” y “voy a rescatar cada ciudad que haya sido invadida y conquistada”. Asimismo, se refirió a Harris como una persona de muy bajo IQ. El elenco que lo acompañó en el cierre de su campaña también se caracterizó por ser tajante.


Imagen | AP

Giulani, abogado personal de Trump, acusó infundadamente a la demócrata de estar del lado de los terroristas, aludiendo el comentario a su postura sobre el conflicto entre Israel y Palestina. El comediante Tony Hinchcliffe se refirió al Caribe como territorio estadounidense y a Puerto Rico como una “isla flotante de basura”. Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses.

No obstante, quienes residen en tal isla no pueden votar para las elecciones nacionales. Kamala Harris visitó un restaurante puertorriqueño en Pensilvania y prometió invertir en el futuro de Puerto Rico. Para ella, el cierre de su competidor fue “reflejando el mismo mensaje maliciosamente peyorativo y polarizador”. Ya para 2016, en la disputa Clinton-Trump, la candidata acusó a su campaña de resucitar matices de una campaña pro nazi, acontecida también en MSQ en 1939, a vísperas de la segunda guerra mundial.

Al 29 de octubre de 2024, más de 14.5 millones de personas han votado anticipadamente en las elecciones de Estados Unidos, tanto por correo como en persona. Este año, la participación temprana está bien equilibrada entre demócratas y republicanos en Estados clave como Georgia, Nevada y Arizona, mientras que los demócratas llevan ventaja en otros Estados como Pennsylvania y Wisconsin. Los expertos consideran que la contienda sigue siendo reñida en muchos de estos Estados decisivos.

Siendo esta elección, como la acontecida en 2020, una contienda apretada, la política estadounidense se encuentra convulsionada. El mayor temor de todos los politólogos y politólogas es cómo se vaya a desenvolver el resultado. La preocupación está en que el traspaso de mando siga toda las órdenes institucionales sin que se quebrante, desmerite o descalifique al acto más democrático de todos: votar.


Ilustración | Financial Times

La historia, incluso la más reciente, si no se recuerda constantemente entonces se condena a repetirse. Los analistas políticos no temen tanto en qué pasará si Trump gana, sino qué pasará si éste pierde. El populismo, como he señalado en previos escritos, erosiona las democracias actuales mediante 2 factores:  asemillando el odio a las instituciones (haciendo creer a los electoras que éstas no conducen a resultados justos o bien deseables), y sembrando el odio sobre un enemigo común.

Es el resultado de sociedades que experimentan, en los últimos años, un ascenso en desigualdades económicas. A mi entender, estos factores se encuentran presentes en lo que están siendo los cierres de campaña. Como exportadora de la democracia, Estados Unidos se enfrenta a un último desafío, preservar su imagen.


Tomas Peña (Argentina): Licenciado en Relaciones Internacionales, Universidad de San Andrés.

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