El mundo que se viene
Ante un mundo que se rearma y se fragmenta, Estados Unidos abraza un realismo descarnado que revitaliza viejas doctrinas y margina al multilateralismo. El resultado es un 2026 donde la fuerza vuelve a dictar las reglas.
¿Qué pasa en el mundo cuando no estamos atentos? Somos una organización independiente que genera contenido, análisis y formación en política internacional.
Ante un mundo que se rearma y se fragmenta, Estados Unidos abraza un realismo descarnado que revitaliza viejas doctrinas y margina al multilateralismo. El resultado es un 2026 donde la fuerza vuelve a dictar las reglas.
La coerción económica estadounidense está empujando simultáneamente a la UE y a América Latina a diversificar alianzas, generando una convergencia estratégica que no es idealista, sino defensiva.
El caso Netanyahu pone a prueba a la Corte Penal Internacional con su propio límite: juzgar a los poderosos. Entre la justicia universal y la política de los aliados, La Haya se juega su legitimidad y el futuro del derecho penal internacional.
La retirada mongola, la niebla en Roma, el destino de Hitler o la salvación de Dostoyevski muestran cómo lo improbable cambia la historia. ¿Suerte, intervención divina o simple azar? Un recordatorio de que el azar también escribe capítulos decisivos.
La creciente ola de reconocimientos a Palestina revela que la estatalidad no depende solo de marcos jurídicos. Se construye en función de decisiones políticas, contextos históricos y equilibrios regionales que moldean la diplomacia internacional.
Las Naciones Unidas inauguraron una nueva Asamblea General, en la que más de 140 líderes mundiales debatirán bajo la agenda de UN80. La pregunta de fondo es si la ONU será capaz de renovarse y sostener el multilateralismo, o si quedará atrapada en su propia crisis.
En Nueva York, la ONU promete reformarse; en Nepal, una generación entera aprende a derribar gobiernos; en Israel, la seguridad sirve de excusa para atacar a Qatar; y en Estados Unidos, las balas sustituyeron, una vez más, a las palabras.
La organización internacional por excelencia enfrenta el reto de cerrar la brecha entre discursos solemnes y prácticas que contradicen sus principios fundacionales.
Pasarela de poder, una presidenta que esquiva al narco y un argentino rumbo a las urnas con más escándalos que reservas: la política despliega, una vez más, su show de símbolos, tensiones y promesas.
En el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, China convierte la memoria histórica en un escenario de poder. Entre desfiles militares y alianzas estratégicas, Pekín busca enviar un mensaje directo a Occidente: su liderazgo en el nuevo orden mundial es ineludible.
La violencia es, una vez más, la triste protagonista de nuestro Newsletter. Esta semana, mientras algunos periodistas se agolpan en los Tribunales de la Ciudad de Nueva York para conocer de primera mano las peligrosas declaraciones de «El Mayo» Zambada, otros lo hacen alrededor de las ruinas que dejan los bombardeos rusos en Kiev. No corrieron con la misma suerte los periodistas asesinados en el bombardeo al hospital Nasser, en Gaza. En este caso, somos los defensores de la prensa libre quienes nos reunimos alrededor de ellos para denunciar tamaño crimen contra la humanidad.
La cumbre Trump–Putin en Alaska y el posterior encuentro en la Casa Blanca con líderes europeos mostró que la diplomacia ya no se juega en dos niveles, sino en múltiples tableros constantemente.
Entre barcos que “luchan contra la droga” pero anclan donde más conviene, cumbres que prometen paz mientras acumulan pólvora y sanciones que golpean más fuerte que la justicia que dicen defender, Washington despliega su show global: diplomacia a la carta, soberanía selectiva y una fe inquebrantable… en su propio poder.
La historia aguarda, y el curso de los acontecimientos marcará si el madatario estadounidense merece realmente el Nobel de la Paz o si, finalmente, se convierte en la version moderna (y naranja) de la «Paz para nuestro tiempo» de Neville Chamberlain.
La Unión Europea pretende tener su propio asiento en la mesa, pero en la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin, apenas consigue una llamada telefónica. Entre débiles promesas de paz y el riesgo de que la cumbre se convierta en show personal, la seguridad de un continente entero pende de la diplomacia improvisada y los gestos calculados de dos líderes que rara vez consultan el reglamento.
La noción de seguridad internacional transitó un largo camino: de los paradigmas estatocéntricos tradicionales a los enfoques críticos actuales, que exploran sus dimensiones social, humanitaria, discursiva y ambiental. La Escuela de Copenhague, con Barry Buzan y Ole Wæver a la cabeza, aportó un marco teórico central para cuestionar y comprender el proceso de securitización.