¿Cómo se financia la Unión Europea?
Por Jesús del Peso Tierno
La Unión Europea es un relevante actor internacional del sistema global, pero ¿de dónde proceden sus recursos?

Hace más de 70 años comenzaron los primeros proyectos para la construcción de las principales organizaciones interestatales europeas: CECA, Comunidad Económica Europea y Euroatom (las cuales estaban mayormente preocupadas por los planos económicos y comerciales). Actualmente, podemos asegurar que la Unión Europea es un proyecto político que va mucho más allá de los intereses económicos de aquellos Estados que lo integran y que trata de encontrar una salida social a muchas de las medidas que impulsa.
Esto, sin embargo, solo ha sido posible con la paulatina concesión de competencias que los miembros han ido otorgándole a la Unión con el principio de subsidiariedad por bandera: “la Institución adquirirá de manera exclusiva todas aquellos proyectos o iniciativas que solo puedan ser conseguidos a través de las Instituciones para el logro de los fines fundacionales de la Unión Europea”.
El principio de subsidiariedad ha dotado a la UE con un amplísimo abanico de competencias y proyectos que pretenden la mejora de las condiciones de vida de las personas que habitan en su interior.
Con un creciente personal funcionarial, un aumento de la representación física en la totalidad del globo mediante la precavida apertura de embajadas y oficinas comerciales propias y un importante aumento de los proyectos y gasto de sus instituciones, el reto de la Unión Europea, en la actualidad, se encuentra en garantizar que su proyecto pueda seguir avalando la aplicación de sus políticas mediante del aumento del presupuesto con el que cuenta.

Desde que el tratado de Maastritch aunase las organizaciones primitivas de Europa, la UE ha logrado comenzar a llevar a cabo unas políticas que tratan de ahondar en la consecución de los objetivos políticos y sociales que surgieron de su refundación en 1991 (tal y como pudieran ser las reivindicaciones plasmadas sobre políticas de desarrollo, industria o medio ambiente).
De este modo, el organismo internacional ha ido desarrollando políticas continentales, que han ido dotando de recursos económicoslos diferentes proyectos nacionales que persiguen los objetivos recogidos por la Unión.En este sentido, ésta ha logrado llegar a atribuirse de competencias que, tal y como mencionábamos anteriormente, van desde el plano del desarrollo rural, industrial o el social de los Estados, permitiendo un flujo de dinero que ha logrado dirigir la financiación de la Unión Europea hacia las grandes obras y proyectos comunitarios desde los países más ricos que la componen hacia aquellos más atrasados social y económicamente.

Con todo ello, la Unión Europea ha logrado llegar a aplicar políticas que ponen en su foco a las personas yempresas que forman parte de ella más allá de las relaciones comerciales bilaterales o multilaterales entre Estados.
Esto permite que una inmensidad de proyectos financiados por esta puedan llevarse a cabo en los más diversos terrenos que van desde el plano del fomento educativo y los grados de conocimientos de las sociedades europeas (mejorando el nivel de estudios de la población europea) con la concesiones de becas al estudio o la financiación de universidades e intercambios educativos, hasta el de la construcción y desarrollo de infraestructuras vitales para el crecimiento económico y la movilidad social de las personas dentro de los Estados que la integran, tal y como pudiera ser la construcción de obras civiles imprescindibles para el desarrollo económico de las zonas en las que se plantean (construcción de puentes, carreteras, puertos, aeropuertos, saneamiento…).
La Unión Europea cuenta, además, con una amplia amalgama de instituciones que aseguran su funcionamiento pacífico en la que los intereses de las personas, Estados y empresas que lo conforman puedan verse representadas y respetadas, con un Parlamento capaz de sancionar leyes de obligatorio cumplimiento y unas judicaturas que garanticen su aplicación,
El creciente gasto de las instituciones solamente puede llegar a ser sufragado con un aumento de los presupuestos con los que ésta cuenta. Pero, ¿de dónde procede su financiación?

La financiación de la Unión Europea procede de tres frentes fundamentales de los cualeslas transferencias estatales son las que ejercen un mayor peso sobre el total de ingresos de la entidad.
El primero de ellos, y el más arcaico por los orígenes de la Unión Aduanera en la antigua Comunidad Económica Europea procedería de los aranceles comunitarios de la UE, es decir, los impuestos abordados por la Unión Europea para los bienes y servicios importados desde el exterior.
Este tipo de impuesto sería, sobre la práctica, un impuesto indirecto aplicado sobre los Estados, los cuales, deberían contribuir con el 75% de la cuota arancelaria impuesta sobre los bienes y servicios importados desde el exterior aplicado por las instituciones de la UE, por lo que, sobre la práctica, cuanto más importe un Estado europeo desde el exterior de la Unión, más estaría contribuyendo a su financiación.
Mientras, por el contrario, si los Estados decidieran sustituir esos bienes y servicios por importaciones desde algún otro Estado miembro, dicho Estado estaría evitando dicha imposición a la vez que estarían contribuyendo con el desarrollo económico de aquellos Estados que contasen con menores costes de producción para aquellos bienes demandados.
Por otro lado, las dos fuentes restantes de ingresos de la Unión Europea son fuentes creadas más recientemente con el aumento de las necesidades económicas de las instituciones.
El primero de ellos, el impuesto sobre la Renta Nacional Bruta. El impuesto sobre la RNB fue creado con la refundación de la Unión Europea en Maastritch convirtiéndose en las principales aportaciones Estatales sobre los presupuestos de la UE, es decir, con el impuesto sobre la RNB se pasó a implantar un impuesto aplicado directamente sobre las cuentas de los Estados. Es decir, la fijación de una parte porcentual de los presupuestos nacionales que deberían ir enfocados en la financiación de las instituciones comunitarias.

Mientras, el último de los impuestos fundamentales con el que se financian las instituciones de la Unión Europea sería un impuesto indirecto aplicado, en esta ocasión, sobre los ciudadanos europeos indirectamente: Impuestos sobre el Valor Añadido, también conocido como IVA.
Sin embargo, para este caso, la tasación no es un impuesto creado específicamente por la Unión Europea sobre los consumidores, ya que este era ya un arancel preexistente en todos los Estados europeos, sino más bien sobre la homogeneización impositiva de este tipo a lo largo de la Unión.
El cambio a partir de la aplicación de este tipo de gravamen,que comenzó a aplicarse en el 2011, fue el de la homogeneización de los impuestos aplicados a los bienes y servicios por mandato del Parlamento Europeo (ya hasta entonces fijados por los propios gobiernos estatales), de manera que se evitase la competencia interestatal por este tipo de gravamen, de manera que se aplicase un nuevo tipo uniforme del 21% a lo largo de toda la Unión, del cual, el 0.3% iría destinado para el financiamiento de la Unión Europea.
Así pues, y como vemos, las fuentes de ingresos de la Unión son varias, si bien, en muchos casos, indirectas y variables.
En cualquier caso, si el rol político que pretende ejercer la Unión Europea sobre sus ciudadanos y regiones pretende ir dotándose de mayores competencias, los recursos económicos con los que cuenta deben seguir aumentando en la misma medida en la que éstas lo hagan. Sin éstos, difícilmente podemos imaginar una Unión que tome conciencia de los objetivos industriales, sociales y medioambientales dentro de un ecosistemna global de profunda desregulación y competencia interestatal.
Jesús del Peso Tierno (España): Licenciado en Relaciones Internacionales, Universidad Rey Juan Carlos de la Comunidad de Madrid.