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Esperanto: el idioma que debió ser universal

Por Luis Souto

Segunda mitad del Siglo XIX, ciudad de Białystok. Un pequeño niño judío-polaco se paseaba por el mercado central de la ciudad. De un lado dos hombres conversan en ruso, del otro lado, una señora compra unas manzanas en fluido polaco con alguna expresión lituana, detrás de él dos niñas judías cantaban en Ídish. Este niño, Ludwik, tuvo en aquel mercado un momento de iluminación. No hacía falta aprender todas esas lenguas, si todos hablaran el mismo idioma.

«Ni devus bone konscii la plenan gravecon de ĉi tiu tago, ĉar hodiaŭ, renkontiĝas ne francoj kun angloj, ne rusoj kun poloj, sed homoj kun homoj«.

Ludwik Łazarz Zamenhof

El esperanto es una lengua artificial, es decir, no nació de manera natural como el español o el japonés. Fue pensado, creado, y su gramática publicada por ese niño del mercado de Białystok, Ludwik Łazarz Zamenhof; un oftálmologo con un don especial para las lenguas. Lo que históricamente es una ciudad polaca, entonces estaba ocupada por la rusia zarista. En ella, así como en la región de Podlaskie, convivían un sinfín de grupos étnicos diferentes y con ellos, sus respectivos idiomas: Idish (para los judíos), polaco, ruso, bielorruso, ucraniano, alemán, lituano, entre otros. La mayoría de los expertos coincide en que este mosaico cultural fue lo que influenció a Zamenhof para intentar crear una nueva lingua franca.

En 1987, fue publicado el primer texto sobre la gramática del Esperanto y rápidamente, la lengua se popularizó en Europa Central y Occidental. Apenas dos años después de la publicación de sus primeras reglas, nació la primera revista en este idioma, El Esperantisto., En ella publicaron sus escritos autores como Zamenhof, Antoni Grabowski, Solovjev, Devjatin o León Tolstói. El idioma recogía varias palabras similares a las de lenguas romances, anglosajonas, pero también una sintaxis próxima a la de algunas lenguas eslavas, por ello, su popularidad creció rápidamente alrededor de Europa occidental, especialmente entre las familias burguesas.

En 1905 en la ciudad francesa de Boulogne-sur-Mer sucedió el I Congreso Mundial de Esperanto en el que se acordaron las bases del idioma: entre ellas, las 16 reglas de gramática y las letras que se utilizarían (todas del latín). La Asociación Mundial del esperanto fue creada en el año 1908 y sigue aún operativa como referencia para los esperantistas.


Cartel del V Congreso Universal de Esperanto, celebrado en Barcelona (1909)

Más tarde, en 1909 se celebró en Barcelona el V Congreso Universal de Esperanto, que representó el impulso principal al movimiento esperantista.

Según explica la experta en la región de Podlasie, Sylwia Bućko: “Zamenhof inventó el esperando como una forma, no solo de comunicarse, sino para entenderse. El principal objetivo era evitar más guerras”. No obstante, en 1914, estalló la Primera Guerra Mundial y Europa Central se llevaría una de las peores partes. “El pobre Zamenhof va a vivir para ver el fracaso de uno de sus principales objetivos y muchos dicen que murió de tristeza en el año 1917, antes de que acabara la guerra”, concreta Bućko. Aun así, el esperanto vivió una época de esplendor en el periodo entreguerras (1918-1939), se crean asociaciones en todo el mundo y muchas personas comienzan a estudiarla, especialmente en Europa. No obstante, todo cambiaría con la llegada de los nazis al poder.

¿Una lengua política?

Si y no. Durante los años siguientes de la guerra el esperanto va a ser promovido desde el Movimiento Obrero de la Internacional. En Alemania llegaron a llamarle: “el latín de los pobres”, ya que su existencia y expansión facilita uno de los principales objetivos del movimiento obrero y socialista, una revolución internacional sin barreras estatales. De hecho, uno de los países dónde más éxito tuvo fue en la incipiente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El propio gobierno soviético llegó a promoverlo de forma activa hasta la llegada al poder de Josef Stalin, que estableció el ruso como lengua principal y prohibió el esperanto; ¿por qué?, en aquel entonces, el esperanto tenía varias asociaciones independientes y una red internacional bastante sólida para la época. Esto era una amenaza para el Estado totalitario de Stalin que acusó a los esperantistas de espionaje y ejecutó a miles de ellos.

El esperantismo también fue utilizado por algunos movimientos anarquistas y socialistas en el contexto de la Guerra Civil Española y dentro de las Brigadas Internacionales que acudieron a luchar contra las tropas comandadas por Franco, hubo muchos esperantistas. Esto creó una mala reputación del idioma entre los más nacionalistas. No obstante, durante la posguerra el régimen militar no prestó mucha atención al esperanto “como problema”. Quien no toleró el esperanto fue Adolf Hitler y el Tercer Reich. En su libro Meim Kampf, Hitler demuestra su animadversión por una lengua creada por un judío y considera que dicha lengua con redes internacionales, podría ser el vehículo de una conspiración internacional judía. El esperanto fue prohibido y los esperantistas perseguidos de forma activa por los nazis.

Las represiones nazis y soviéticas llevaron al esperanto al borde de la desaparición. La guerra fría y el establecimiento del inglés como nueva lingua franca en occidente hizo que el esperanto perdiera entusiastas alrededor del continente europeo.


Una reunión de la Unión de Esperanto de las Repúblicas Soviéticas, celebrada en Moscú en 1931 – Dominio público vía Wikimedia Commons / El Confidencial

Presente y Futuro del esperanto

El esperanto sigue siendo una lengua viva hoy en día y podríamos darle el título de la lengua artificial más exitosa. El lingüista Maciej Jaskot explica a Diplomacia Activa que “después de más de 130 años de su utilización, algunos lingüistas consideran que se comporta como cualquier otra lengua natural”. Según Jaskot, durante la evolución del idioma “se pueden observar en ellas varios procesos que se desarrollan en los más diversos sistemas lingüísticos, por ejemplo: la aparición de neologismos, cambios de preferencias sintácticas, la necesidad de adaptarse a la nueva realidad extralingüística”.

Es muy difícil contar cuántos esperantistas hay, ya que no todos están registrados en la Academia del Esperanto u otras asociaciones, pero se estiman entre 100 mil y 2 millones los esperantistas repartidos alrededor del mundo. Aunque no logró ser la lengua universal, la red de hablantes a nivel internacional se ha solidificado con la llegada de las nuevas tecnologías. Es muy común que los esperantistas reciban en sus casas, ofrezcan comida y apoyo a otros parlantes cuando viajan. Estableciendo una red de apoyo y cooperación bastante grande.

La Asociación del Esperanto mantiene relaciones con las Naciones Unidas, UNESCO, el Consejo de Europa, entre otros. De hecho, en los círculos más federalistas de la Unión Europea se especula cómo el esperanto podría ser la lengua oficial de unos hipotéticos Estados Unidos de Europa. No obstante, y a pesar de los estudios sobre el impacto de incluir al esperanto como lengua, es más que improbable que los países dejen perder sus lenguas nacionales en las instituciones europeas.

Hoy este idioma no solo es internacional, sino que se mantiene como uno de los más sencillos de aprender. Su relación con otras lenguas indoeuropeas, neutralidad y simpleza gramática permite aprenderla en uno o dos meses.  Sin embargo, sus principales usos más allá de facilidades para viajar son lúdicos o simple curiosidad. El esperanto no llegó a ser una lengua universal, pero sin duda marcó  un antes y un después en nuestra historia lingüística como especie.

Como información extra, el lector debe saber que este idioma está disponible en Duolingo.


Luis Souto (España-Venezuela): Periodista, Máster avanzado en Estudios Interdisciplinares por el Colegio de Europa de Natolín, Polonia.

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